Observado.

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Un poquito tarde pero aquí va.
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Un mes y medio había pasado aproximadamente, y mi bebé no podía estar más linda. Su linda sonrisa y aquellos lindos ojitos que poseía, me enamoraban cada día más. Era simplemente perfecta, aunque tenía la desventaja de parecerse a su padre, a aquel hombre que ni siquiera sabía de su existencia, lo que me alegraba.
Aunque me encantaría seguir cuidando de mi pequeña, sabía que eramos una carga para Suho, aunque él lo negara constantemente, por lo que había tomado la determinación de volver a trabajar en el restaurant aunque mi gran objetivo era llegar al bar ya que allí podría ganar más y con menos trabajo. Solo rogaba porque JongDae me dejara volver a trabajar, ya que la última vez que habíamos hablado, me dijo que quería que me cuidara y cuidara a mi niña antes de volver.
Cuando terminé de doblar la ropa, noté que mi amigo había llegado a casa algo cansado; últimamente Suho había trabajado demasiado duro para conseguir más dinero, lo que me causaba tristeza. Si tan solo no nos tuviera que mantener a nosotros, podría descansar en mayor cantidad y mantenerse sin tanto esfuerzo.

-Tao ¿Cómo estas? ¿Y mi sobrinita?
-Esta durmiendo Suho. Debo decirte algo.
-¿Qué cosa?
- Esto no esta bien, te estas esforzando demasiado y solo por nosotros dos. No puedo hacerles esto ni a ti ni a JongIn.

Noté que el cuerpo de mi amigo se tensó, mientras su cabeza comenzaba a moverse en señal de negación.

-No dejaré que se vayan... No ¡No puedes Tao! Son parte de nuestra familia. No me hagas esto, por favor.
-Pero... Suho, dejame explicarte...
-No se irán y punto final, ya lo he decidido.
-¡Volveré a trabajar! No nos iremos de tu casa Suho.

Vi como mi amigo soltó un largo suspiro, como si un gran peso de su espalda hubiese desaparecido, como si toda la tensión, que se formo cuando quise comentar sobre mi plan, hubiese desaparecido por completo.

-¡Tao! Casi me matas del susto. Creí que deseabas irte y no volver nunca más.
-No podría, les debo mucho.

Después de hablar con mi amigo, esperé un par de días para ir al restaurant en el cual trabajaba.
Con la mayor esperanza y un poco de confianza, caminé a mi antiguo trabajo. Mi pequeña Hane se había quedado en casa con tío Suho, mientras yo iba a hablar con mi antiguo jefe. Al principio fue difícil pero logré volver al restaurant, de hecho logré algo aún mejor, los fines de semana podría trabajar en el bar de mesero y así ganar un poco más de dinero para ayudar en la casa de Suho, además podría comprarle cositas a mi niña y volver a estudiar en un futuro. De hecho eso quería hacer desde hace mucho pero nunca tuve una motivación, hasta que mi niña llegó a mi vida.
Mi primera semana en el restaurant fue muy buena, las propinas me alcanzaron para comprar todo lo que me faltaba y mucho más, además del sueldo que me daba mi jefe. Todo iba de maravilla pero aunque suene extraño siempre me sentía observado, como si alguien no dejará de mirarme. Quizás solo era mi idea o eso es lo que yo esperaba.

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Se que esta muy tarde la actualización ;-; pero ahora si vuelvo definitivamente. La historia comenzará a ponerse más interesante *-* trataré de actualizar mañana pero si no lo haré el viernes. Cuidense muchos y besitos.

Yo no soy el segundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora