"En"

661 77 6
                                    


Ante la expectante mirada de todos los presentes incliné mis labios hasta el baúl donde reposaba mi muñeca rota, para acariciar la madera con un beso.

Tan tierno como lo hacía en sus mejillas cada mañana.

Cada noche antes de dormir.

Tanto amor reflejado en un beso.

La inclinación, aliada con la gravedad, dejaron escapar dos enormes gotas de flagelo interior que luchaban ya hace rato por salir.

Mis mejillas se empaparon rápidamente, y sin levantar la cabeza dejé escapar las últimas frases que le diría a quien representó todo lo que he amado.

Todo por lo que he luchado.

Todo lo que mi corazón ha deseado.

El gran amor de mi vida.

El último error de mi alma.

El dolor más grande que hombre alguno haya soportado.

No hay palabra de hombre o angélica que pueda describir el inefable suplicio de ver a mi niña acostada en tan siniestro espacio.

Tantas ganas de sacarte, tomarte entre mis brazos, besarte con mi alma y decirte que todo está bien, que todo es mentira, que las rosas me hablan a mi también.

¿Sabes que me dicen Sam?

Me dicen que hacemos una hermosa pareja.

Que tendremos dos hijos hermosos.

Las flores me ruegan que no te deje.

El cielo me implora que te proteja.

El abismo me advierte que te espera.

Si tan sólo abrieras tus ojos de cristal, dejaría todo.

Tantos pensamientos encapsulados en una fracción de segundo, justo antes de abrir mis labios y decirle a gaviota de luna lo que le debí a su corazón todo este tiempo.

SAM II©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora