2pTalia Things!

Francois

Un pequeño escenario 2pxlectora. Si no te gustan, espera un poco (Más o menos la misma cantidad de tiempo que tarda Ion en echarse novia) y habrá otro capítulo que te guste <3

Si, lo sé, esto no tiene nada que ver, pero no sabía dónde ponerlo u.u

*:･ﾟ✧

Francois miró tus manos. Luego miró al cielo. Volvió a mirar tus manos. Cuidadoso, acercó las suyas.
Pero retrocedió ¿Qué pasaba si a ti no te gustaba?

—¿Qué haces?— Preguntaste, fingiendo que no lo habías visto intentar ser romántico. Él se puso rojo, rojísimo, y apartó la mirada.

—Nada. N-No te importa...— Dijo él, a la defensiva. Se alejó de ti rápidamente.

—Bueno— Dijiste, algo dolida. Pero el escenario te cambió el ánimo de inmediato. Estaban en un parque poco transitado, en frente de un lago que reflejaba la luna. Parecía que les sonreía, como diciéndoles 'Vamos, ámense' o algo.

Sentiste a Francois tomando tus manos, apretándolas con fuerza y acercándolas a sí mismo. Era una de las pocas veces que él podía hacer algo 'romántico', y no podías desaprovecharlo. Suspirando, te acomodaste en su hombro. Cerraste los ojos, sonriendo.

De repente sentiste unas gotas caer en tu cara. Abriendo los ojos rápidamente, escuchaste hipos y sollozos. Te incorporaste preocupada.

—¿Francois?

¿Qué estaba pasando?

El francés lloraba.

Nunca lo habías visto así. Parecía un niño pequeño, aferrándote a sí mismo, sollozando, mientras tu cara seguía recibiendo gotitas. Gotitas muy sad que te partían el alma.

Te separaste de él- Costó un poco ya que el tipo es forzudo- y lo miraste a los ojos. Él te esquivó.

—¿Francois? ¿Puedes decirme lo q— Antes de poder terminar él te abrazó con fuerza. Caíste de espaldas, casi cayéndote directo al lago. Al contrario que las otras veces, no hizo nada más que abrarte como si fueras un oso de peluche.

Estuviste así un rato, hasta que el llanto cesó. Francois se aclaró la garganta, pero su voz sonaba terrible.

—¿P-por qué, _____?

—¿Por qué qué?— Preguntaste confundida. Él suspiró, hipando a la vez.

—Yo nunca... Yo nunca me siento así.

—¿Así cómo?— Volviste a preguntar como imbécil.

—¿Por qué eres tan buena conmigo?— Lo observaste, incrédulo —Yo nunca he hecho bien a nadie. Y sin embargo tú...— Lo callaste con un beso en los labios.

—No llores, por favor. No lo hagas ¿No entiendes? Yo lo hago porque te quiero. Porque nunca has podido amar... Y yo... Yo te amo. Tú a mí...

No hacía falta decir nada más.