Una reunión de los 2p

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Alguna vez se han preguntado ¿Cómo carajos son las reuniones de los queridos (o tal vez no tanto) 2p?

Lamento decirles que es una mierda.

Aquí podemos ver a los del eje y los aliados, en los lados opuestos de la mesa, mirándose fijamente.
Las miradas de odio de Allen no son nada comparadas con las de Kuro, pero Ollie parece un psicópata mientras acuchilla su manzana cuando observa a Luciano. James y Francois ignoran todo, porque ya es mucho que se hayan dignado a venir a la reunión, así que sólo conversan un poco entre ellos (Unas tres palabras más o menos).

Hermes salta de un lado a otro, bebiéndose su tercera bebida energizante en el día. A su lado, Andrés refunfuña intentando calmar al griego, pero Flavio no aporta mucho cuando decide tomarse una selfie junto a los otros dos.

Los nórdicos están decidiendo entre sentarse en otra mesa, salir de la reunión o hacer callar a Luke, quien no deja de hablar sobre su próxima fiesta en la playa.

Por otro lado, el espléndido escenario de Roma que se puede ver por la ventana es completamente ignorado por todos, lo que molesta a Luciano, quien esperaba algún cumplido sobre su país. Debido a esto, lanza un cuchillo con furia hacia un cuadro, quedando encajado con total precisión en el rostro de Remo.

Gilen duerme sobre el escritorio, después de haber intentado mantenerse despierto para ser responsable. No es que a alguien le afecte, después de todo. Sería mucho mejor estar junto a Rodrick, quien prefirió no ir a la 'estúpida reunión' y optó por pasearse por aquel festival de música que habían hecho cerca de su casa.
Lutz y Zao se miran, pero no se atreven a acercarse. Son muy buenos amigos, aunque temen que sus líderes (Luciano, Ollie) los riñan por acercarse 'al enemigo'. Planean juntarse cuando finalice la reunión, e ir por unas bebidas.
Voss ha comenzado a pintar un lindo dibujo del planeta Tierra, y lo muestra a todos, intentando quitar la tensión. Liesl pone los ojos en blanco ante esa estupidez, y sale de la sala de rueniones alzando su escopeta. Frandszk se va con ella, y ahora se les puede escuchar reír afuera.

Ion hace cálculos en una hoja, en un silencio que ni los bálticos se atreverían a romper. Daría igual de miedo si estuviera dibujando un poni.
Los bálticos, sintiéndose líderes de la situación, golpean la mesa con sus armas de fuego. Cuando nadie se voltea a mirarlos, Leonas gruñe.

—La reunión terminó, imbéciles.

Se escuchan sonidos de alivio, y los más inquietos corren a la salida.

2pTalia Things!Where stories live. Discover now