2p RoChu

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Lol este fic está bastante cringe pero es lo que hay.
Esto es 2p!China x 2p!Nyo!Rusia

Zao estaba sentado de cabeza en el sofá, mirando a la nada mientras fumaba su ración de opio diaria. Habían pasado dos horas desde que comenzó a fumarlo, pero tardaba muchísimo, con su cabeza en las nubes, imaginándose cosas triviales.

Es por eso que cuando Nastsia entró con un portazo, casi cayó al suelo del susto.

Ella lo ignoró completamente, y se sentó en frente de él, tomándose su tiempo para acomodar el largo vestido que usaba.
Lo observó por un largo rato.

Zao no se hizo problema, ya que eso pasaba muy seguido.
Pero después de un tiempito se volvió cansino. Decidió mirarla fijamente también, a modo de desafío. Frunció el ceño y tiró su pipa al suelo. Se sentó adecuadamente para mirarla, pero ella no hizo ningún gesto. Parecía un robot.

La guerra de miradas siguió por lo que para Zao fueron años, hasta que perdió la paciencia.

—¡B-basta! ¿Qué es lo que quieres?— Nastsia sonrió un poco, orgullosa de su victoria. Miró la pipa que estaba en el suelo, con toda su sustancia derramada por el suelo. Musitó algo que Zao no comprendió del todo.

"... Dejaras de fumar..." fue lo único que pudo escuchar.

—¿Importa si fumo o no?— Alegó, a la defensiva.

—Mucho— Zao se ablandó a pesar de la todavía indiferente expresión de Nastsia, y rió un poco.

—Bueno, bueno... No creo que hayas venido sólo por eso ¿O no, Nasts?

Las mejillas de la mujer enrojecieron como dos ampolletas. Zao rió otra vez, olvidándose completamente de su enfado

—¿Querías verme?— Ella no respondió nada, limitándose a mirar para el lado en un intento fallido de ocultar su sonrojo— No te escondas... Me gusta tu cara.

—¿E-eh...?— Zao acarició su mejilla, acercándose a Nastsia y dejándola sin escapatoria.

Sin perder mucho tiempo, se apresuró en besarla.
Nastsia se mantuvo quieta por unos segundos. Su corazón latía a mil por hora, y sus mejillas estaban a punto de explotar

¿Cómo habían llegado a eso?
¿Qué había hecho ella?
Y ¿Cómo debía besarlo?

Decidió empujarlo, levantarse del sillón y salir corriendo.
Zao, ahora en el suelo, se echó a reír mientras volvía a su pipa. Sus mejillas estaban tan rojas como las de Nastsia.

2pTalia Things!Where stories live. Discover now