Capítulo 77

18.8K 1.2K 288
                                    

Llegamos a una casa totalmente descontrolada.

Solo se escucha rock pesado a todo volumen. Hay tíos que van como una cuba pero hay otros que tienen los ojos inyectados en sangre o con la mirada tan perdida que hasta parecen muertos.

Me entristece ver personas que no pueden salir de ese estado de drogadicción tan fácilmente, en el que drogarse y morir son las únicas opciones a su alcance, y que no pueden ver que la vida es más que eso. Es más que el simple hecho de querer llegar al final de ella sin importar a quienes hieran luego.

Cuando ingresamos, entro algo temerosa, y la presencia de Hunter hace que pueda enfrentarme a lo desconocido un poco más confiada.

El olor a marihuana y cigarrillo me llega apenas nos adentramos. El alcohol es el factor común en la mayoría de las manos de los presentes pero eso no es lo que más me intimida, sino el hecho de que algunos chicos tienen agujas en sus manos y se inyectan alguna sustancia que desconozco. Aparto la mirada.

A medida que avanzamos en la multitud, veo que hay muchas tías que van solo con sostén (y algunas sin el) dedicando miradas lascivas a mi compañero, tíos teniendo sexo en los sofás y la música resonando fuertemente en mis tímpanos es todo lo que percibo.

¿Esto es un prostíbulo o una fiesta? No quiero juzgar a nadie, pero a las pocas fiestas que asistí, esto no estaba dentro de los parámetros.

Hunter me coge por el brazo y me lleva a un grupo de chicos agrupados en un círculo y de los que distingo a Piper, Derrick y Jenny.

Esta última que tiene un cigarrillo en una mano y una botella de vodka en la otra. Levanta la vista para encontrarse con la mía.

Es impresionante como una pequeña planta de marihuana puede hacer efectos tan grandes.

Nunca vi a Jenny tan mal. Lo digo enserio. La capa de delineador en sus ojos está esparcido por sus mejillas, y sus ojos comúnmente azules, están dilatados y fundidos en un mar rojo de sangre.

Ella de todas formas, al verme, sonríe ampliamente y se lanza hacia mi.

—Tíaaa ¿donde has besado? Digo estado... —coloca un brazo en mis hombros apartándome de Hunter y llevándome a su lado en medio del grupo.

Sonrío un poco pero a medias, no quiero que nada malo le pase. Y estando en un lugar así, sin protección alguna me pone de los nervios.

—¿Por qué no me has dicho que venias?

Me mira tratando de enfocar la vista en mis ojos.

—Tú tampoco lo hasssss hecho.

—Bueno...

—Shh... Solo... Relaaaaajate y cuida tu culo. Hay tíos... que no saben...lo que hacen.

Coloca algo que parece una pastilla azul y blanca, la cual mezcla con un trago de alcohol.

Tengo que pararla, no puedo dejar que siga mezclando ambas cosas, podría darle un infarto o quizá peor.

—Jenny —la muevo por el hombro—. Deja eso, creo que ya es suficiente por hoy.

Intento arrebatarle el cigarro de la mano pero me aparta de un manotazo.

—¡¿Que mierda te crees que haces?!

Abro los ojos como platos al escucharla gritar de tal forma desesperada. Al parecer el efecto que le hizo la pastilla, la marihuana y el alcohol era mucho peor que el que creí.

—Jenny, que me des el cigarrillo —insisto.

Extiendo mi mano para recibirlo, pero ella comienza a reír a carcajadas fuertes, llamando la atención de  todo el grupo. Parece una desquiciada y un sentimiento de dolor se instala en mi estomago.

En SecretoWhere stories live. Discover now