Capítulo 74

20.7K 1.2K 545
                                    

Cuando volví a casa, las lágrimas contenidas en mis ojos no pudieron ser retenidas por más tiempo y al encerrarme en mi habitación salieron a borbotones. Todo el dolor acumulado, la furia contenida y el miedo oculto que tenía por volver a cruzarme con Piper, fueron expulsados de mi sistema cuando comencé a llorar.

No había llorado así desde que murió mi abuela. Cómo la extrañaba. Era a ella a quién recurría cuando tenía un problema, o sólo necesitaba hablar. Ella fue la primera persona que me hizo sentir especial, y útil. Mis padres también estuvieron siempre a mi lado, pero nunca les había contado sobre mis problemas en la escuela, o tenido la confianza suficiente para hablarles de mis más profundos secretos. Cuando se enteraron de mi desorden alimenticio, jamás se les ocurrió de que las burlas y los sobrenombres fueron los que me llevaron a eso. Y no estoy orgullosa de lo que me hice a mí misma, por eso decidí cambiar mi alimentación a una más saludable y opté por los ejercicios diarios que ahora se convirtieron en mi rutina.

De eso sí que estoy orgullosa.

Pero las constantes palabras hirientes de mis abusadores, me empujan de nuevo al hoyo del que apenas pude salir hundiendome más a fondo. Sé que no debería importarme lo que piensen ellos de mí pero es difícil. Es difícil superar todo esto. Y más si soy yo quien se deja maltratar. Yo soy el motivo por el que me pisotean, por el que se burlan de mí. Porque yo se los permito.

Y es que a fin de cuentas, no logro cojer caracter. Soy débil.

Mi móvil se ilumina a la llegada de un mensaje.

Es Trent.

Abro rápidamente el mensaje y lo leo.

Trent: Hola guapa, ¿Cómo va todo?

Holly: ¡Hola! Estaba... adelantando tarea para las siguientes clases. ¿Tú?

No hace falta que entre en detalles.

Trent: Siento molestarte. Estaba aburrido, es mi hora de descanso y quería que vinieras pero veo que estás ocupada...

Holly: ¡No!

Lo envío antes de darme cuenta. Mierda.

Trent: ¿No?

Holly: Lo siento, quiero decir, voy para allá. He adelantado suficiente por hoy.

Sigo algo alterada por lo sucedido hoy, por las palabras de Hunter y Piper. Creo que necesito un descanso, una desconexión del mundo por unas horas, me vendría bien.

Me miro al espejo y coloco algo de rímel para ocultar aunque sea un poco la hinchazón de mis ojos llorosos. Mi cabello todo alborotado lo peino con los dedos y lo dejo en una trenza de lado mientras me coloco unos jeans negros y mis fieles Converse.

Salgo disparada de casa pero antes dejandole a mis padres una nota sobre la despensa para hacerles saber que he salido.

Voy saliendo por el patio delantero de mi casa cuando escucho el rugido de una moto. Una moto que conozco perfectamente.

Mi vista se dirige hacia el tatuado de mi vecino. Está bajando de su vehículo y levanta la vista entrecerrando un poco los ojos, y al parecer está buscando algo en mi casa.

Sus ojos caen en mí y una sonrisa socarrona se desliza por sus labios.

—¡Eh! ¡Pringada!

Oh, mierda.

Acelero mi paso hasta volver a la entrada principal e intento meter la llave en la cerradura, pero con las prisas y el nerviosismo se me caen al suelo.

En SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora