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Una vez que Emilie le contó todo lo que sabía del plan de Tristan, salió del hogar y tomó rumbo a su casa, recién la luna salía y tendría tiempo para caminar o pasear.



En el transcurso del camino Emilie pensó en que no había salido tan mal su conversación con los Mikaelson como lo esperaba. Pero por más perfecta que fuera aún así no quitaría el odio que siente por ellos. Estaba a punto de entrar a su hogar cuando su celular sonó, sin mirar quién era respondió.




—Hola Emilie, ¿Qué tal tu nueva alianza con los Mikaelson?—la voz de Tristan se escuchó a través del teléfono, Emilie se tensó y apretó su agarre con dicho aparato.




—Tristan.—murmuró entre dientes, y una sonora carcajada se escuchó a través de la línea.






—¿Qué ocurre cariño?—habló sarcástico. Emilie odiaba cuando ponía ese tono.





—¿Cómo sabes eso...?—.





—¿Olvidas quién soy?—interrumpió a
Emilie.





Y colgó, Emilie no estaba de un excelente humor, pero como esperaba Tristan volvió a insistir.





Harta del persistente sonido, apagó su celular. Entró a su departamento, caminó hasta su cocina y sacó una bolsa de sangre y se la bebió toda.





Hoy habría una fiesta en las calles de New Orlands según había escuchado en la cena con los Mikaelson, y que mejor que salir a pasear a la ciudad y participar en sus típicos festines.





***





Se bañó y cambió a una blusa blanca y un short tiro alto negro, dejó su cabello rubio suelto y salió de su departamento.

Desde lo lejos la melodía jazz se había presente y una vez que la blonda haya llegado vió mucha gente bailando y festejando. Le encantaba este ambiente.






Visualizó una barra en medio de la calle y pidió una cerveza, con esta en mano buscó una pareja con quien bailar. Visualizó a su presa, un chico alto y con el cabello castaño largo, seductoramente se acercó a él y empezó a bailar al mismo ritmo.



El castaño pasó su mano por la cintura de la blonda sin dejar de mirarla y perder el ritmo. La temperatura se había elevado y Emilie sin perder el tiempo se había abalanzado a los labios del ojiverde. Luego de un rato se separaron, pero algo empezó a incomodar a la blonda.






Una mirada llena de frialdad y ¿Celos? de Elijah se dirigía a la pareja, era lo que incomodaba a la ojiazul.






Cuando Emilie y Elijah conectaron miradas, el honorable la desvío haciendo que ella se separara del chico con quien estaba.






—Adiós bombón.—se fue de ahí sin esperar respuesta. Mientras caminaba al Mikaelson de traje.—¿Tienes algún problema?—le dijo molesta.





Elijah no se atrevía a darle la cara por lo que aún con la mirada desviada le dijo.—Creo que no me parece bien que estés coqueteando por ahí cuando hay asuntos más importantes.—respondió serio.






—¡Hay Elijah!—gritó con burla.—No porque tú.—lo señaló con su dedo.—Seas alguien aburrido, significa que por esa razón cuando hay tiempo libre uno no se pueda divertir.—le dijo golpeado el pecho del castaño con su dedo.—Ahora arruinaste mi noche.—le dijo al castaño. Por primera vez en la conversación Elijah miró directamente a la blonda, arrepintiéndose al instante pues los recuerdos lo invadieron.






—Lo siento.—susurró avergonzado. Emilie se dio vuelta pero el honorable le tomó su brazo impidiéndole irse.—Pero déjame recompensartelo.—logró articular sin quitar su mirada de arrepentimiento.






—Ok, vamos.—dijo con el ceño fruncido la ojiazul. Caminando a la pequeña barra que hace rato Emilie había ido.





 Caminando a la pequeña barra que hace rato Emilie había ido

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NOBODY ✿ [THE ORIGINALS.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora