-Buenas noches-dijo rápidamente. -¡Necesito el ramo de rosas mas grande y hermoso que tenga!

-¿Naruto?-dijo una rubia sorprendida. -¿y ahora que hiciste que Sakura se enojo contigo?

"¿por qué todos me preguntan lo mismo?" Pensaba confundido. -Es una larga historia-se encogió de hombros.

-Como sea-le dió la espalda, buscando el ramo adecuado. -Ten, llevate este ramo de rosas- le entrego el adorno de rosas acomodada en forma circular, llevando un orden de color rojo en tonalidades, de modo que en las orillas era mas fuerte el color hasta ir decolorando. -Seguro y te escuchará, si le entegas este.

-Si es así, te prometo que serás la primera en saber lo que pasará esta noche-tomó el ramo, con una sonrisa.

-Suerte con ella campeón, es difícil de domar, pero tiene sus puntos debiles-le guiño el ojo.

-Gracias Ino-se apuró una vez pagandole a ir con su Sakura-chan.

"Ahi ese par de tortolitos" penso alegre. "Bueno, si algo es claro, es que yo no me quedaré atras esta noche" penso picarona.

EN EL HOGAR DE SAKURA.

Naruto se encontraba afuera, estaba a punto de tocar la puerta, pero luego penso que no le abriría; así que se le ocurrió la ingeniosa idea de entrar por la ventana.

Una vez que entró al departamento de la chica sigilosamente, escuchaba el ruido de agua cayendo en el baño, que por lo lógica supuso que se estaba bañando, así que se dirigió a la sala cuidadosamente, tomando un jarrón para la rosas, lleno de agua escurriendo, cuando por esta que tiro en el suelo, se resbaló, causando que aplastará las plantas junto al recipiente con un adbomen.

-¡¿Naruto?!-dijo una sorprendida chica, con una bata que cubría su cuerpo. -¡¿qué se supone que haces aqui?!

-Sorpresa-decía sonriendole, cuando una mueca de dolor la borró.

-Idiota-le decía, ayudandole a levantarse.

-Lo lamento Sakura-chan, pero creo que aplaste tus rosas-dijo serio.

-No seas tonto Naruto, eso no importa-le regaño. -Solo mirate, estas herido.

-¿eh?-dijo revisando su pecho, efectivamente, su pecho estaba lleno de vidrios y sangre.

-Dejame revisarte, descubrete el pecho-se dirigio por un botiquín. Para cuando volvió con él, por supuesto la había obedecido, se seco las manos, cuando ya las había aseado correctamente; entallandolas con la bta que traía puesta, cosa que empezó a calentar la situación, o al menos al rubio.

-Quedate quieto-ordenó la chica, mientras le quitaba los pedazos de vidrio con sumo cuidado: de un jalón. Naruto, además de ser un masoquista de primera, no se podía quedar del dolor, ya que era mas grande otra emoción, o quizás sensación lo que provoxaba su amada en ese momento.

EN OTRO LUGAR DE LA ALDEA.

-Sasuke, que tal si tenemos acción hoy-decía con voz sensual una peliroja.

-Hoy no estoy de humor-respondió fastidiado.

-Vamos Sasu, hace mucho que después de tu rompiento con Sakura, no lo hacemos-apoyo su barbilla en su hombro.

-Yo soy el que decide cuando y donde, no tú-se la quitó de encima.

-No se porque te portas así -se sentó y hablo seriamente. -Primero te quejas de que ella era muy lenta en la relación, y después ya no quieres nada.

-Pero ella es fertil-le recriminó. -Y ella es menos habladora que tú, así que mejor callate.

-Ya te dije que lo podemos buscar ayuda medica en eso-dijo con voz quebrada. -De hecho, he pensado que podemos hacer una inseminación artificial...

-¡no seas estúpida Karin! Yo no me presto para esas cosas de perdedoras-decía fuera de quisio.

-No se como Sakura te pudo soportar-decía empezando llorar.

-Ella me ama y daría todo por mi-respondió seguro. -Y si yo le dijo que vuelva conmigo, ¡lo hará!

-¡¿cómo puedes estar tan seguro?!-dijo entre llanto.

-Porque así como tú, ella se muere por mi-esbozó una sonrisa. -Estoy tan seguro que te apostaría que justo ahora debe estar sufriendo por la soledad que le provoque.

EN EL DEPARTAMENTO DE SAKURA.

-S-Sakura-chan-decía en un gemido.

-No hagas ruido, ya casi terminó-susurraba, trataba de controlar a su amado.

-Es que ya no puedo más-se quejaba. -Me voy a...

-Aguanta, Naruto-decía aún sujetándolo.

-Sakura-chan, términa rápido-le rojó.

-¡ya está!-dijo terminando de sacarle la útima parte de jarrón incrustado.

-¡Ohh Sakura-chan!-cantó sensualmente.

-¿sí?-dijo concentrada en desinfectar las heridas.

-Hueles a ramen-susurró al oído de la femenina.

"Mierda" pensó perpleja la pelirosa.

El Donante MisteriosoWhere stories live. Discover now