Capítulo 7

45.3K 3.5K 688
                                    

NATHALIA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NATHALIA

Me siento con toda la disposición del mundo para encontrar un trabajo, y volver a la universidad a la que he dejado de asistir, según yo para no seguir dándoles más "molestias" a mi padre, me pregunto: ¿qué será de él después de que me he ido de la casa? Estoy feliz de haberlo hecho, porque solo de esta forma podré saber que se siente conseguir las cosas por mí misma. Por otro lado, no puedo negar que a pesar del poco tiempo que llevo en Dijon, ya lo extraño. Es lo único que tengo en este mundo, el único familiar. Después de que mamá se fue, somos todo lo que tenemos. Me siento una perra desconsiderada.

Mi padre sufrió mucho cuando ella decidió abandonarnos, eso lo recuerdo muy bien, aunque él se empeñe en negarlo. Yo no tanto, la verdad es que no la recuerdo. Nunca he preguntado mucho por ella, en la casa nunca ha sido el tema favorito, pero sinceramente jamás he necesitado saber nada, no me ha hecho falta y mi padre se ha encargado de que así sea. No sé de familiares por parte de papá, él nunca ha mencionado nada sobre su familia, lo único que sé es que siempre hemos sido solo nosotros dos. Y si me preguntan por la apariencia de mi madre, tampoco sé nada. En la casa nunca hubo fotografías suyas y es triste, porque no sé si me parezco a ella, ya que a papá no.

—Ya me voy, Chienne —dice Vid entrando a la habitación.

He intentado dormir después de que él salió para alistarse, pero mi cabeza aún trata de poder descifrar que fue lo que pasó en el autobús.

—Está bien —hablo tomando asiento en la cama.

—Mi prima está en la casa por si escuchas ruidos.

—¿Tu prima? —Cuestiono sin comprender.

Él suelta un suspiro.

—Perdóname por no hablarte de ella antes, pero a veces no la soporto mucho y se me había pasado por completo. Ella vive en Grecia, ha venido a pasar vacaciones aquí, pero más que vacaciones ha venido a vigilarme —No suena muy feliz con eso—. Llegó el día después que tuviste el accidente, por eso olvidé contarte sobre ella.

—Oh... —digo—. No te preocupes, entiendo. No sabía que tenías una prima.

Suspira.

—La tengo. No te conté nada por qué es un fastidio —dice sobándose la frente—. Nos vemos más tarde.

—Antes de que te vayas —digo, cuando veo que me da la espalda—. ¿Podrías hablar en la universidad por mí y ver si puedo volver a reintegrarme? —Él me sonríe.

—Lo haré.

—Gracias...

Cuando Vid sale, decido darme una ducha.

Me levanto de la cama con el ceño fruncido, la pierna en verdad dejó de dolerme y eso me perturba. Trago saliva y vuelvo a sentarme, esta vez para quitar la venda. Cuando lo hago siento un enorme alivio invadirme. La sutura que me hicieron después de extraer la bala, sigue ahí; más no me duele como lo hacía cuando salí de la casa y tomé el autobús. Eso me inquieta.

Daron, un ángel para Nathalia © [Libro 1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora