Parte 3: La luna y el sol

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"El sol en su condena observaba a su amada cerca de la tierra, la luna ya acostumbrada de ver al azul estaba. Pero cuando nadie los veía, ambos se reunían para su encuentro deseosos de verse otra vez, lastima que debía ocultarse rápido la luna pues la tierra los vería. Solo un momento era necesario para que permaneciera ese amor por millones de años más. No toques, no palabras, sólo miradas.

Capítulo 21: Gatos blancos

-Chat Noir ¿Es cierto que Ladybug y tú salen?- Adrien apago la televisión enfadado.

-Noroo Transforme moi.- pronunció el francés. El kwami ya no renegaba, sus convicciones acerca del bien se habían esfumado con el paso de los años. Se introdujo en el broche de mariposa otorgándole el oscuro poder al joven.

Al estar dentro del rubio Noroo entendía perfectamente porque el Maestro Fu le había confiado el poder de la destrucción a el. Era poderoso, su aura estaba llena de energía y fortaleza, mucho más que el doble que el de su propio padre.

No solo se había percatado de eso, el disfrutaba, disfrutaba sentir los dolorosos sentimientos de sus víctimas y algo le causaba cierto escalofrío respecto a eso. Durante los milenios como protector del miraculous y como el más sabio de los kwamis, a Noroo no se le complicaba descifrar a cada ser humano que se topara en su camino pero este humano, solo digamos que le estaba llevando un poco más de tiempo.

La mariposa negra se puso en marcha en búsqueda de una nueva víctima. Mientras Adrien se sumergía en la soledad de la habitación, de toda la mansión mejor dicho. Sentía que esto de los akumas para liberarse estaba mal pero que más le quedaba hacer, lo había perdido todo. No tenía nada de malo que un gatito jugará con sus garras entre los peces ¿No?

Él ojos esmeralda salió de sus pensamientos en cuanto sintió la presencia de un akuma en una persona. Dentro de las venas de Adrien empezaron a recorrer los sentimientos que el joven akumatizado tenía ¿Odio hacia Ladybug y Marinette por rechazo?

-Je suis Papillon et ...-tragó saliva temiendo a las siguientes palabras. -Et Nathanaël, vous êtê Chat Blanc.- soltó con algo de miedo.

El traje negro de Chat Noir del pelirrojo se había vuelto blanco, no quería ni saber que poder poseía. Por dentro solo le estaba rogando perdón a Plagg, aún extrañaba a su viejo compañero flojo y glotón que lo mantenía cuerdo dentro de esa gran mansión.

Soltó el broche haciéndole quitar la transformación. Otra vez la debilidad lo consumía y el aire lo asfixiaba con facilidad, era muy frecuente que le pasara eso. Se fue a su cuarto a recostarse. Los libros en algún momento habían dejado de llamarle la atención, el piano le aburría, esgrima solo le recordaba viejos tiempos y el chino solo le traía imágenes de cuando ayudo a Marinette con su tío. En pocas palabras, prefería no hacer nada.

Lo de modelo lo dejo en cuanto se enteró que su padre era Papillon y Nathalie no tenía tiempo para impartirle clases particulares lo que lo dejaba sin un pequeño objetivo de existir. Qué simétrica se había vuelto su vida.

Se levanto y tomó su mochila. Iría con su padre y quizás después tomaría unas fotos, eso era lo único que lograba mantenerlo entretenido por un rato pequeño, solo debía evitar toparse con alguien que conociera.

Emprendió su camino hacia una plaza en donde tomaría unas fotos de pasada al hospital. Se colocó los audífonos y empezó a escuchar música de Bach y Bethoveen para no enfocarse en la cruda realidad que le rodeaba de que ya era alguien olvidado. Normalmente escucharía a Jagged Stone pues le fascinaba pero desde su separación con Marinette evitaba hacer a toda costa algo que le recordará a ella.

Su paseo fui interrumpido por un edificio derrumbándose en frente suyo paralizándolo al instante. Entre la nube de escombros pudo notar al causante, un gato blanco con pelo rojo y malicia al mas no poder. Chat Blanc.

Entre los escombros pudo notar una delgada mano cubierto por un traje de látex rojo, entre mar rápido se dispersaba la niebla pudo percibir a su lady en las peores condiciones para luchar. Su cara estaba llena de heridas y raspones, de sus labios escurría sangre y un moretón en la sien se tornaba más fuerte. El corazón de Adrien se quebró al ver a su amada tan dañada recordando que el se había prometido jamás hacerle daño y ahora solo se culpaba por lo que veía. Tenía que hacer algo.

Y ahora.

Antes de que Chat Blanc localizará a Ladybug, Adrien se le acercó y le quito el miraculous. Un kwami rojo cayó en sus manos cansado, el lo guardo en su bolso. Con su pulso latiendo en mano alzó a la desmayada Marinette llena de heridas para después correr y llevarla a un lugar seguro.

Marinette no entendía cómo había llegado a ese punto pero se sentía culpable. A pesar de que todo su cuerpo le dolía lo que más lastimado estaba eran sus sentimientos, se sentía horrible por haber ilusionado al chico otra vez. Después de tratar de tranquilizarlo y recibir una paliza bien merecida de su parte Ladybug cayó agotada.

A penas podía respirar cuando sintió como algo cálido invadía su cuerpo, con sus pocas fuerzas abrió poco los ojos pudiendo percibir una melena rubia con una camisa blanca, se dejó envolver sintiéndose segura y protegida ahí. Otra vez regresaba la calma a su corazón.

...

Adrien observaba a su princesa dormida en su cama. Trató de observarla completa pero se perdió en sus labios rosa pastel, finos y dulces, se le secó la garganta de tan solo imaginarse probándolos. Una pequeña cicatriz se le estaba formando cerca de su oreja, de cierto modo, eso solo lograba encender más al joven. Se regaño a él mismo por sus pensamientos morbosos y desvío su atención.

-¿Cómo te sientes Tikki?

-Ya un poco mejor Adrien, gracias.- dijo la kwami comiendo galletitas. Ambos se quedaron viendo a la chica en la cama. Simplemente hermosa. Su muñeca de porcelana estaba rota pero aún conservaba su belleza. -Ella aún te ama, y mucho. No ha podido olvidarte.- susurro Tikki. Adrien agacho la cabeza queriendo creerle pero es que por más que intentaba sentía que se trataba de una vil mentira. -¿Cuándo le dirás que eres Papillon?

Se quedó paralizado ¿Cómo diablos se había enterado de eso?

-No sé de qué hablas.- enunció con la mayor seguridad que pudo, algo que resultó en vano.

-Adrien, puedo sentir al miraculous cerca, demasiado. Noroo está aquí. Además, aunque no estuviera aquí, un aura quebrada se siente en los villanos akumatizados. Es la misma aura que siento contigo ahora.

-No digas calumnias, de seguro el gasto de energía te dejo paranoica.

-Adrien prometo no decirle nada a Marinette. Solo dime porque, porque decidiste hacer eso, ¿tenias uno de los Miraculous más fuerte y lo cambiaste por ese?- el ojiverde se rindió, tenía que decirle.

-Tikki ¿Dices que puedes sentir el aura?- pregunto cabizbajo a lo que la criatura solo asintió. -¿Supiste quién era el anterior Papillon?

-Supongo que como te veo mis sospechas eran ciertas.- vio al chico en lastima. -¿Decidiste tomar el lugar de tu padre?

-Noroo me dijo que el miraculous necesitaba un lado humano y pues yo pensé que Ladybug necesitaría olvidarme con la decisión que acababa de tomar. Elegí a Nathanaël para ocupar mi lugar.

Adrien no sentía dolor en aquellas palabras, al menos eso pensaba Tikki pero si dejaba caer cada sílaba de las oraciones con un gran peso. Salió de la habitación sin prestarle importancia al chico que dejaba solo y se dirigió al cuarto en donde se hallaban los sistemas de seguridad, con su magia los activo y regreso a la habitación en donde estaban los jóvenes.

Adrien solo observaba como las ventanas eran cubiertas por compuertas metálicas agradeciendo a Tikki. Vio a la kwami llegar y con la cabeza le agradeció pero nada cambió en el rostro de ella, algo planeaba.

La rojiza atravesó el cuerpo del chico absorbiendo sus energías y haciéndolo  caer sobre la cama instantáneamente. Marinette solo sintió como un cuerpo se acostó junto al suyo y se acurrucó en el busca de su calor. Adrien instintivamente abrazo el cuerpo de la chica evitando la soledad.

Tikki sonrió al verlos dormir juntos, en su rostro se dibujó una pequeña sonrisa y salió del cuarto.

Había cumplido la promesa que le había hecho a Plagg.

Behind you //Marichat// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora