Capitulo 12: En la lluvia

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Adrien me cargo y me empezó a girar. Me sentía feliz eso sin duda.

-Ya tórtolos. Si no no llegaremos a tiempo.-dijo Alya en la puerta.

-¡¿Qué importa si no llegamos?!- esbozo con una gran sonrisa. -De todas maneras yo soy quien tocara el piano en el que recital, no pueden empezar sin mi.- me sonrió.

Mis padres nos tomaron una foto antes de salir. Muchas, mejor dicho. Mi padre adoraba a Adrien, era como el hijo que nunca tuvo. Se emocionaba al escuchar sus historias, le ayudaba en la panadería, hacían sus apuestas en los partidos.

Yo también suelo hacerlo con mi padre, pero él parece emocionarme más por el hecho de que sea un chico. Mi madre solo ríe y decidimos salir de paseo.

En pocas palabras: Papá se apodera de mi gato. ¿Celos? No, el también ama pasar tiempo con mi padre.

Durante el trayecto vi a Adrien nervioso. Sus dedos estaban temblando una y otra vez.

-Tranquilo, te ves bien.- puse mi mano en la de el.

-Lo sé, tú hiciste el traje, es solo que...- se empezó a rascar la nuca, lo que hace cuando está ansioso. -Temo equivocarme, tocaré frente a todo París.- observe un nudo atorado en su garganta.

-Gatito todo saldrá perfecto, ya veras.- lo abrace y lo sentí oliendo mi cabello, voltee hacia arriba, estaba sonriendo tímidamente.

Llegamos a un escenario cerca de la torre Eiffel, ahí se encontró con Nino quien lo llevó a donde se prepararía. Sonreí y voltee, me encontré con una Alya grabándolo todo.

-¿Qué haces?

-Grabando, quizás Ladybug y Chat Noir aparezcan en pleno concierto.- un sentimiento de culpabilidad se removió en mi. Alya solía perderse de los buenos momentos por estar tratando de descubrir nuestras identidades, no podía seguir permitiéndolo.

-Alya, tengo que decirte algo.- ella apagó su celular y me volteo a ver. Sabía que Tikki se enojaría conmigo, pero ella no era la que perdía la mejor parte de su vida.- Hace 5 meses, antes de que comenzáramos a salir Adrien me dio esto.- le di el sobre que decía "Información sobre Ladybug" ella empezó a sacar su contenido y a leerlo cuidadosamente.- No te lo había entregado porque no veía como, pero últimamente veo que pierdes mucho tiempo valioso.- ella tomó aire.

-¿Por qué Adrien te daría esto?- suspiro. Trate de inventar una excusa pero no se me vino nada a la mente.

-El es Chat.-solté con la mirada cabizbaja. -Ese día ambos nos enteramos quiénes éramos.- y lo que pensé sería un momento incómodo se tornó en una gran risa.

-Tranquila Marinette. Es solo que es mucho digerir para un momento.- bajo un poco su risa. -Tienes razón, estoy perdiendo tiempo valioso.- la vi apagar su teléfono.

Hoy seguramente era el di de Haz todo lo contrario a lo que piense Marinette, porque lo que pensé sería en una invasión de preguntas fue más bien una plática del nuevo disco de Jagged Stone.

Nos sentamos en nuestros lugares, después llegó la maestra de ceremonias. Todos aplaudieron.

-Como primer número recibamos a el joven Agrestè con In the rain. Una pieza compuesta por el mismo.- empezó con notas suaves, peculiar nombre pensé.

Entonces entendí. Esa era la canción que siempre tarareaba y al final decía: Así te conocí.

La pieza estaba inspirada en el momento donde me enamore de el. Afuera de la escuela. Un paraguas. En la lluvia.

No existen palabras para describir la gloria de ese momento. La última nota retumbó en el lugar, al final de su eco todos se pararon y comenzaron a aplaudir.

Me levante de mi lugar y salí corriendo en búsqueda de el. En un mal paso me caí y uno de mis pendientes que aparentemente tenía flojo rodó, chocó contra un zapato bien lustrado, el dueño del zapato me tendió la mano.

-¿Está bien señorita Dupain?- dijo el colosal hombre. -Me parece que se le cayo esto.- me dio el pendiente.

-¿U-u-usted es...

-Si, Gabriel Agrestè.- asintió cortésmente. -Quería conocer personalmente a la novia y diseñadora del hermoso traje de mi hijo.- me sonroje.

-Gracias, viniendo de usted significa mucho.- dije removiendo la punta de mi pie en el suelo.

-No pienso lo mismo Marinette.- escuche esa voz tan familiar acercarse, en seguida se puso en medio del señor Agrestè y yo. -¿No te ha hecho nada?- preguntó con la mirada fija en su padre. -Será mejor que nos vallamos.

Me sujetó fuerte de la muñeca y me llevó a otro lado.

Behind you //Marichat// Where stories live. Discover now