Behind you //Marichat//

Capitulo 13: El doloroso silencio

Este sentimiento ardía en mi pecho. Quemaba y se fundía en mi interior.

Siempre que le preguntaba sobre su padre evadía con chistes o coqueteos. Nunca me contestaba y al momento de batalla, luchaba con más furia, como si fuera personal.

Algo le ocurría y no me decía. Tenía eso en claro, no quería nada con su padre.

Tecleaba algo en la computadora, hacía unos análisis para la mejor escuela para inscribirme el siguiente año. Un correo se abrió en la ventana.

Gabriel Agrestè.

-Es de él.- susurre para mí misma. Tikki salió en seguida. Me mordí el labio. Sabía que si lo abría Adrien se enojaría conmigo pero la curiosidad me consumía.

Le di clic.

Querida señorita Dupain-Cheng

Es para mí un honor invitarla a apoyar mi colección Primavera-Verano, por lo cual me encantaría su presencia en el estudio de moda Agrestè, para que pueda hacer mejoras desde su punto de vista a los conjuntos de prendas.

He observado de cerca el talento que ha presentado en anteriores concursos y su desempeño ha sido implacable, simplemente divino. Tiene un don que debe ser reconocido por todo París, usted es el futuro de la moda Francesa, la representante del glamour juvenil.

Si usted acepta esta propuesta pase por la tarjeta de presentación con mi secretaria Nathalie, ella le dará la información más detallada.

Gabriel Agrestè

Sentí mis mejillas encendidas, el máximo diseñador de París me había llamado "el futuro de la moda francesa" estaba a punto de alcanzar mi máximo sueño.

-No aceptaras ¿Verdad Marinette?- interrogó mi kwami.

-No veo nada de malo, solo me está invitando a diseñar.- dije guardando mis cosas para dirigirme a la mansión Agrestè.

-Marinette, la verdad ese señor no me da muy buena espina.- le lance una mirada furiosa. -Presiento que te vas a arrepentir de esto.

Tome el subterráneo más cercano hacia aquella dirección. El corazón me palpitaba al no parar. Llegue y timbre con temor a que Adrien estuviera cerca. De la pared brotó una cámara que me veía después en la bocina sonó una aceptación.

Las rejas se abrieron e ingrese. El césped estaba perfectamente cuidado y las losetas relucientes. En frente de mi se hallaba el señor Agrestè con una gran sonrisa.

...

-¿Qué les parece si vamos al cine?-exclamó Adrien.

-Excelente idea. Cuenta con nosotros.- comentó Nino alzando la mano de su novia.

-¿Vas Marinette?- preguntó mi amiga.

-Ehhhh no. Tengo muchas cosas que hacer en mi casa, ya saben cómo me necesita mi padre en la panadería.- los tres asintieron y me levante.

Corrí hacia el subterráneo, llevaba un mes trabajando con el padre de Adrien y la verdad sentía que cada vez me apasionaba más el diseño. El padre de Adrien era todo lo contrario a lo que el alguna vez me contó, es cortes y amable aunque quizás no sea el hombre más cálido del mundo, siempre acepta mis opiniones.

-Lamento llegar tarde Sr. Agrestè es solo que...

-No necesita darme explicaciones Srta. Dupain, sé que ocupada puede ser su vida.- soltó con una ola de misterio. Sentí un leve escalofrío.

-Le he traído esta línea de diseño.- el tomo mi cuaderno y empezó a inspeccionarlo.

-Perfecto Marinette, como siempre. Dime ¿Ya has pensado en donde estudiar el siguiente año?- mis dientes empezaron a rechinar, claro que lo había pensado solo que aún no sabía dónde. Negué con la cabeza. -¿Y qué pensarías de un profesor particular? Tiene mucho talento y a mí me encantaría impulsarlo.

Estaba a punto de aceptar. El gran Gabriel Agrestè me daría clases a mi, era un gran honor sin duda. Sin embargo por el otro lado estaba Adrien, presentía que él no tomaría muy bien todo esto, no veía modo en donde el aceptara todo esto. Con toda mi fuerza de voluntad me negué a la mejor oportunidad de mi vida.

-Mejor te doy tiempo para analizarlo. No creo que recibas una mejor oportunidad si es esto a lo que te quieres dedicar.- lo pensé un poco, tenía razón acerca de necesitar más tiempo para analizar la propuesta. -Siendo así te puedes retirar ahora. Es mejor darte más tiempo para que lo pienses.- asentí y me dirigí hacia la entrada. -Antes de que te vayas, solo quería decirte que esos pendientes no combinan con tu conjunto. Deberías cambiartelos.

Una idea bizarra paso por mi cabeza. En seguida la borre pues resultaría imposible pues si fuera así Adrien ya se hubiese dado cuenta y me lo hubiera dicho ¿Cierto?

Libere un pequeño grito. Ese silencio entre los dos sí que dolía.