Hermione no consideró digno responder, sino que se limitó a girarse otra vez hacia al blondo y hacerle un gesto de mano no muy educado. El aludido volvió a sonreír de tal forma que la mosqueó lo suficiente para bufar.

-¿Se puede saber que le pasa hoy, Granger?

-Nada, profesor.

-¡Cierre la boca! Una vez que la señorita deje de hacer sus perturbadores sonidos guturales... - Un conjunto de risas se oyó del lado de las serpientes (la de Draco fue la más audible) -...paso a contarles la tarea de hoy. He decido examinarlos para verificar lo poco que recuerdan del año pasado.- Una exclamación general indicó que la idea no era bienvenida -¡Silencio! No he terminado. Por desgracia, Dumbledore cree que no es conveniente que empiecen un año tan estresante con malas notas, así que me ha pedido que las calificaciones no se promedien con sus medias anuales (suspiro general de alivio). Aún así es un examen y más les vale que pongan todo el esfuerzo y la voluntad que posean en él¿me escucharon? ("sí" general). Bien. Consistirá en una poción... -Cuando hubo terminado de explicar los ingredientes y procedimientos para la poción agregó

-Será una muestra por banco y trabajarán con sus compañeros.- Por supuesto que esta última disposición hizo que los ánimos de Hermione cayeran al piso y más abajo. Es que Ron y Harry no eran las personas más adecuadas para tener como co-integrantes de un proyecto de Pociones. Escuchó una risa detrás de sí y supo que el rubio había llegado a la misma conclusión que ella.

-Prepara la ropa interior de encaje, Sangre Sucia- Susurró él de modo que sólo ella podría escucharlo. Claro que las mejillas de la chica enrojecieron sobremanera.

-¡Empiecen! -Anunció Snape.

Los quince minutos siguientes fueron un infierno para la desventurada castaña puesto que tuvo que hacer esfuerzos sobrehumanos para que Harry cortara los ingredientes correctamente, ni un centímetro más corto o más largo. Por otra parte, mantenía la vista fija en Ron para que el pelirrojo no agregara algo a la poción fuera de tiempo mientras que ella trataba de mezclar en las direcciones indicadas la cantidad de veces , en cambio, se contentaba con su situación. Estaba sentado a la izquierda de Zabini (bastante experto en la materia) y, al otro lado de Blaise, Pansy (sin otra aportación más que las miradas codiciosas e ignoradas hacia el trasero de Malfoy). Aunque, con solamente él hubiera bastado. Como sea, a medida que su compañero se encargaba de casi todo, el chico pensaba en sus guardaespaldas ausentes: Crabbe y Goyle. Casi sonríe al recordar la patética forma en que habían terminado. Una de las últimas noches de su sexto año en Hogwarts, ambos dos habían salido a los jardines del castillo disfrazados de mortífagos, alegres con su próxima iniciación. Nadie sabía de ello, ni siquiera Draco. De todos modos, los orangutanes rebozaban de felicidad por su futuro, pero tuvieron la mala suerte de que esa noche Ojo Loco Moody hacía guardia en el colegio. Por supuesto que cuando el auror los vio pensó que eran mortíos de verdad y bueno...no reparó en lanzarles la maldición asesina. Y sí... Alastor era muy impulsivo cuando se trataba de mantener Vigilancia Constante.

-¡Noooo¡Te dije que no lo hicieras, Ron¡¿Eres sordo o qué?!- El grito de una desaforada Hermione le quitó de sus cavilaciones para concentrarse en ella, de pie frente a un Weasley escarlata hasta las orejas, quién la miraba de soslayo desde su asiento. Tuvo que controlarse para no revolcarse en el piso debido a la risa.

-¡Por Merlin, Hermione¡Que no valdrá la calificación! -Intercedió Harry a favor de su amigo.

-¡Suficiente¡50 puntos menos para Gryffindor¡Y reprobaron el trabajo! -Vociferó el , los puntos robados les dolió a los dos amigos pero la castaña creyó desfallecer cuando escuchó el último castigo.

-No, profesor, disculpe....

-¡Cierre la boca, Granger!-Hermione se sentó abatida en su lugar, completamente inmune a las miradas de reproche que recibía por parte de todos sus compañeros de casa. Sólo podía preguntarse una cosa: "¿Eso quiere decir que perdí la apuesta?"Un nuevo trozo de pergamino en su pupitre trajo la respuesta. Lo desenrolló con manos temblorosas, conocedora de su significado.

¿Qué tal, mi nueva adquisición¿Qué se siente ser mi esclava? Pues yo espero que te sientas bien, no porque me importe en realidad, sino porque necesitarás de toda tu salud para esta noche. No cierres la puerta con cerrojo. Aunque...siempre está el "alohomora".

Tragó saliva antes de escribir su réplica.

¿Eres un insufrible imbécil las veinticuatro horas del día, Malfoy

Con eso se ganó la siguiente contestación:

No, suelo dormir al menos 8 horas también. Tu dueño, Draco Malfoy, príncipe de Slytherin, dios del sexo...TÚ dios del sexo.

Es Un Placer Ser Tu EsclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora