Capítulo 5

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¿Qué hacer¿Cómo evitar que un adolescente pervertido, siniestro, trastornado por un exceso de hormonas estimuladas a diario y, como si fuera poco, Slytheriano utilizara una apuesta cuyo término era la esclavitud para meterse en su cama? Hermione no dejó de hacerse esa única pregunta durante todo el día, yendo de clase en clase abstraída en sí misma, discurriendo la mejor forma para huir de un futuro que a esas alturas se mostraba axiomático e infalible. ¡Merlín¡¿Podría haber sido más estúpida¿Por qué apostar algo tan absoluto¡Esclava de Draco-potencial-Anticristo-Malfoy por el resto del año! Estaba muerta, dead, morte, morta, estinta...En fin, completamente pérdida, se consideraba historia, pasado, finita, etc. Tan acabada se juzgaba que incluso podía ver los recuerdos más bonitos de su vida como imágenes relampagueando en su cabeza.

- Hermione ¿Tesientes bien¿Estás segura que no estás enferma?- la aludida miró al pelo-azabache sentado a su izquierda. Los ojos verdes resplandecían con preocupación.

- Claro que sí estoy bien. ¿Por qué preguntas?- intentó disimular pero el tic nervioso de su ojo derecho que parpadeaba compulsivamente y la palidez de su tez naturalmente cetrina la delataban insalvablemente.

- No has tocado ni bocado de tu plato- observó la pelirroja Weasley que la enfrentaba en la mesa de la cena.

- ¿Y?

- ¿Cómo "y"?- exclamó irritado un Ron todavía dolido por la escena en las mazmorras- Sueles comer como hipógrafo que almacena una hambruna de diez meses seguidos

.- Gracias, Ron- ironizó la castaña.

- De nada- contestó el ojiazul sin desviarse de la degustación de su cuarta porción de pastel de carne.

- ¿Realmente estás bien?- insistió Harry. Antes de contestar, Hermione miró hacia la mesa de Slytherin y tuvo que tragar saliva para desarmar el nudo que se había formado en su garganta al ver a los dos ojos grises fijados en ella, acompañados por una sonrisa cuyo mero objetivo era recordarle lo que harían esa noche. "¿Por qué la tierra simplemente no se abría para tragarla cuando una lo necesita?" Se preguntó ella.

- Sí. Ya dije que sí ¿ok? Déjenme en paz, por favor- y con esa respuesta borde se levantó de su asiento, dejando un plato aún repleto en la mesa, para salir disparada fuera del alcance de una mirada slytheriana que la sofocaba. Los griffindorianos restantes se miraron desconcertados. Ron se encogió de hombros y en seguida volvió a concentrase en su comida mientras que Harry le pedía un favor a Ginny con los ojos. La chica comprendió al instante, pues últimamente esos dos se entendían mutuamente con mucha facilidad.

- ¡Mione¿Se puede saber qué te pasa?- la pelirroja habló un poco agitada por el esfuerzo de alcanzar a la Premio Anual en el medio de las escaleras.

- No, no se puede.

- ¿Puedes detenerte?- Hermione se apiadó de su amiga y finalmente paró para enfrentar su mirada.- Vamos, es más que obvio que estás alterada. Hasta tienes un tic nervioso.-Ante los sapientes ojos marrones de la joven Weasley, la castaña suspiró y dejó caer sus hombros en señal de derrota.

- Ginny¿qué harías si hay un chico que te cae muy pero muy mal y que busca algo de vos que no estás dispuesta a dar?- la pelirroja quedó un poco desencajada con esa interrogación confusa pero se compuso.

- ¿Qué es lo que no estás dispuesta a dar?- la Premio Anual enrojeció intensamente y su amiga captó de inmediato, así que rió.

- ¡Qué genial! Mione... ¡vas a tener un poco de acción!

- ¡Ginny!- se ofendió la otra.

- Está bien, está bien. Me calmo- cortó sus risas- pero dime... ¿este chico está bueno?

Es Un Placer Ser Tu EsclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora