Capítulo 3

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La Sala Común de Ravenclaw estaba atestada por alumnos de sexto y séptimo de las tres casas amigas reunidos en una fiesta de bienvenida escolar. Algunos bailaban en el centro del salón decorado con los habituales matices de azul y bronce mientras que otros bebían cerveza de mantequilla o demás bebidas alcohólicas sentados en los sofás que circundaban al área de baile. Igualmente, la mayoría tenía un único propósito: sociabilizar con el sexo opuesto; y la minoría, con el mismo sexo. Por el contrario, Hermione permanecía sentada junto a la ventana intentando aminorar el dolor punzante que taladraba su cabeza masajeándose las sienes."¡¿Por qué tuve que tomar tanto¿Por qué tuve que tomar tres cervezas¡Vale! Que no es tanto, pero yo no solía beber. ¿Soy yo o la música está un poco alta? Nunca hubiera venido a esta fiesta si no fuera por ese maldito cambio que quiero pegar. Esto de jugar a la popularidad me está perdiendo.

-Mione¿qué haces acá? Ven a bailar conmigo.- Una bonita pelirroja de complexión frágil contrastante con su carácter fuerte arrebató el brazo de la castaña con el fin de forzarla entre la masa que se movía al compás de la música.

-Espera, Ginny, me duele la cabeza.-

-No seas mojigata. Me pediste que te ayudara a superar tu faceta antisocial y eso hago.-Hermione suspiró resignada sabiéndose derrotada por segunda vez en el día. "Al menos los Slytherins no se aparecerán por acá. Sería una deshonra mezclarse con los inferiores. ¡Idiotas!"Arrastrada entre la muchedumbre, la castaña trató de imitar los movimientos sensuales de Ginny coordinados a la melodía de las canciones muggles y magas que sonaban. Sus cuerpos se rozaban de vez en cuando y Hermione no pudo evitar preguntarse qué pensarían los demás viéndola bailar tan osadamente. "¡No¡Que no te importe! Prometiste que después de tanto drama aprovecharías para desenvolverte un poco y disfrutar de tu último año en Hogwarts." Se regañó mentalmente, dispuesta a atreverse un poco más.

Le susurró a Ginny al oído que iría a buscar una bebida en la mesa de ponche y así hizo, dejando a la pelirroja libre y al alcance de unos ojos esmeralda que la observaban intensamente desde un rincón cercano.

-Hola, Dean

-¡Hermione¿Cómo estás?- El moreno la saludó con una radiante sonrisa."Miren esa sonrisa... ¡El chico rico me mira con otros ojos!

-"Bien, buscando algo para beber...-Al parecer Thomas entendió la sugestión del tono de la chica puesto que se apresuró a entregarle un vaso que contenía un líquido de color melaza. Ella no titubeó en llevarse el refresco a la boca, satisfecha y conciente del hecho que los ojos de su compañero viajaban por el escote de su remera roja y el contorno de sus jeans ajustados, pero cuando tragó el líquido se quedó impresionada por el ardor que éste provocaba en su garganta a medida que bajaba por ella.

-¿Qué es esto?-

-Whisky de fuego. ¿No lo habías probado antes? Lo siento, puede ser un poco fuerte al principio.-"Claro, porque no querías emborracharme ¿no¿La perversión llegó al colegio y yo no me di cuenta?" Una media sonrisa acompañó a su pensamiento.

-No te preocupes, me gusta y además...-Se cortó a ella misma pues lo que vio al otro lado del salón no le dejó continuar coqueteando con Dean. -¿Qué hace la zorra de Parkinson acá?-El chico siguió la mirada de la castaña pero no se inquietó como ella.

-La habrán invitado... Esperemos que no lleguen los demás.-Y como si las palabras del Gryffindor fueran lo que el relámpago es al trueno, el retrato de la torre Ravenclaw se abrió dando paso a un grupo de chicos vestidos mayormente de negro con ademanes de superioridad realzándose en sus movimientos y para disgusto de Hermione el que servía de pastor a estas ovejas azabaches no era otro más que el afamado Príncipe de Slythrin, como le solían llamar sus propios compañeros de casa: Draco Malfoy.

-¡Mione! No puedo creer que hayan venido!- Ginny se unió a la incredulidad de la Premio Anual.

-Yo tampoco...- Masculló la aludida mientras veía cómo el rubio ignoraba a los anfitriones completamente, dirigiéndose directamente a la mesa de bebidas. Oh, oh ¡Ella estaba ahí y él ya la había avistado!

-Pero que está buenazo está buenazo...

-¿Cómo?

-Vamos, Mione, no me mires así. ¿Me vas a decir que no te parece guapo? Sé que es un cretino pero no puede ser tan malo si delató a Voldemort.

-Pues a mí no me parece nada guapo.

-Menos mal, Dean -Recalcó la pelirroja.

-Es un cretino con mayúsculas, con un ego del tamaño de Europa y eso ya es suficiente para que sea desagradable a la vista -Se auto convenció, digo, argumentó la castaña.

-Pues yo creo que es muy pero muuuy agradable a la vista- Opinó Lavender que se acopló a la conversación tras ver el blanco de sus hubiera replicado si no fuese porque el objeto de su discusión había llegado hasta ellas, con la consideración de enfrentarse a su colega.

-Buenas, Granger.

-Piérdete, Malfoy

-¿Sabes? Para ser Premio Anual no pareces conocer muchas palabras.-"¡Quita esa sonrisa, maldito imbécil!"

-Escucha, yo estaba acá compartiendo un lindo momento con mis amigos hasta que...

-¿Qué amigos?

-¿Cómo que...-Pero cuando giró a mirar a sus amigos, éstos ya no estaban. "¡Vaya amigos!"

-¿Te dejaron sola? -El blondo hizo un puchero ridiculizado - Pobre Sangre Sucia, marginada incluso por sus supuestos amigos.- Por la contorsión de su rostro era evidente que a Hermione no le gustaba lo que escuchaba, pero como si fuera poco...

-Te lo advierto, Malfoy. Sal de mi vista o...-Su voz furiosa ya había subido unos cuantos decibeles, incluso elevándose por encima de la música y ganándose la atención de gran parte de la multitud expectante a una nueva bronca entre esos dos.

- ¿O qué¿Me vas a golpear?- Sonrió petulantemente, confiado de sí a más no poder.Sí, claro que lo haría. Unos deseos enormes de estampar la pálida mejilla con su puño empezaron a impulsarla, aunque empezó a dudar al ver sus brazos fuertudos, el pecho tan grandiosamente torneado que se apreciaba gracias a la camisa semi desabrochada, esos músculos...¡No! Chica, concéntrate. De repente, se percató del vaso en su mano y se iluminó.

-¿Qué tienes ahí, Malfoy? -Preguntó apuntando a su camisa.

-¿Dónde?- Inquirió el otro confundido, mirando para abajo. -¡No hay nada ahí, Granger!- Observó vacilación, Hermione volcó el contenido del vaso en su camisa, parte del líquido se resbalaba por los pectorales del chico.

-Ups, ahora sí.- Con esas últimas palabras se escabulló y refugió entre sus amigos mientras la sala entera estallaba en carcajadas y los puños de Draco perdían el color por la presión que su dueño ejercía en ellos, descargando de esa forma la ira contenida. ¡Gracias a Merlin que él aborrecía seguir el ejemplo de su padre porque sino...El rubio tuvo que buscar en su cerebro para encontrar algún razonamiento que lo apaciguase, que lo convenciese de que pronto se vengaría con éxito. Y recordó la apuesta, jurándose a sí mismo que la ganaría. La haría su esclava, se aprovecharía del cuerpo que recientemente había descubierto dotado de buenas curvas, la seduciría para que cayese a sus pies y finalmente la rechazaría, humillándola frente a todo el colegio, incluyendo al staff de Draco Malfoy no sabía que uno no debe apostar con el Destino.

Es Un Placer Ser Tu EsclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora