Lyron suelta una estruendosa carcajada.

-No sería divertido estar solo. Desde la primera caída de ángeles no queda uno solo en la Tierra, necesito compañía -dice con cinismo-. No es por falta de agallas, mi querido Cialac, es por amor a mis hermanos que les ayudo a salir de aquí -añade, mientras en su rostro hay un gesto de compasión.

-No me obligues a sacar lo peor de mí -Lo amenaza Cialac, antes de disponerse a dar media vuelta para alejarse.

-Tú caíste y cometiste pecado -brama Lyron-. ¿Por qué no podemos tener el mismo derecho que tú? Sigues siendo un arcángel después de todo. No recibiste castigo o condena por haber seguido tus deseos.

Sigo escuchando en completo silencio.

Las declaraciones de Lyron me han dejado estupefacto.

Veo a Cialac mirarlo por sobre su hombro con disgusto, sin negar las acusaciones en ningún segundo. Una idea cruza mi inquieta mente, corrompiendo mi espíritu.

-Creo que será interesante -agrego en completa calma.

Cialac gira su cuerpo completo y me contempla como si no creyera lo que de mi cautelosa boca ha salido. No lo culpo, hasta yo me sorprendo de mi atrevimiento.

Lyron también me mira incrédulo, sin disimular la satisfacción que surca en su semblante.

-¿Tú? -Mi superior suena decepcionado.

-Él tiene razón -hablo señalando a Lyron con la mirada-. Y al igual que él, no puedo dejar que ustedes decidan por mí. Siempre he tenido curiosidad y sé que muchos aquí también, pero estamos reprimidos, gracias a sus advertencias y amenazas.

Mis palabras salen cuál pistola dejando salir sus balas.

Siento la dura mirada de mi superior recaer sobre mí y el murmullo de varios ángeles que pronto se amontonan a nuestro alrededor. Al parecer nuestra conversación se ha ampliado más de lo que debía.

-No nos creas ignorantes, siempre supe tu sucio secreto -Se burla Lyron-. Caíste y fuiste perdonado -vuelve a decir-. ¿Por qué nosotros no?

Cialac lo mira sin emoción alguna.

-Son ingenuos si piensan que pueden caer y luego regresar -ríe con ironía-. ¿Por qué caí creen que no tengo autoridad para oponerme? Si piensan que mis advertencias son solo palabrerías sin sentido, adelante, hagan lo que les dicte su infame conciencia. De una vez les digo, se acordarán de mí.

Se voltea para dirigirse hacia los demás.

-¡Y ustedes! -apunta con su dedo a todos los presentes-. ¡Escuchen con atención! -grita, Lyron y yo nos miramos-. Quien esté cansado de servir a los arcángeles y quiera conocer al mundo humano, sigan a este par. No soportaré a mediocres curiosos que pasen la eternidad dudando de algo sobre lo que tienen bastante conocimiento, desde que fueron creados. No permitiré que nadie más ponga en duda, las decisiones y mandatos del Creador.

Varios ángeles se miran entre sí, con cierto ápice de temor. Muchos retroceden, otros alzan el vuelo hacia nosotros y solo pocos se notan indecisos. Con la frente en alto, extiendo mis alas, dejándome llevar por el viento. No vuelvo a mirar atrás, me limito a ver el mundo que pronto se abre ante mí, aquel lugar de pastos verdes y enormes árboles: con ángeles vagando entre un montón de personas, incapaces de percibirlos.

Veo con mis ojos el hogar que ahora será nuestro.

He sido uno de los expulsados y si algo no imaginé, es lo que provoca un simple humano en una criatura como yo, un demonio para algunos, un monstruo para otros; un ser que no merece salvación ni perdón. Sabiendo todo eso, he tenido la desfachatez de poner mis ojos en una hija de la Tierra, cosa que se nos ha prohibido desde la creación.

Nadie conoce mis verdaderos sentimientos, excepto yo y mi perturbado espíritu. Eso me quema y me aflige, haciéndome sentir su arrase más que cualquier otra emoción, sin embargo, es una sensación que no deseo evadir. Me aferro a ella como si estuviera a punto de perder algo valioso, como si fuera a caer a un vacío sin fondo.

Tan solo anhelo seguir teniendo la dicha de contemplarla hasta que mi cuerpo exhale su último suspiro, de adorarla en completo sosiego y poder estar a su lado, aunque eso signifique que deba revelarle la verdad.

Lo haré sin pensarlo... sin dudarlo. 

Agradecimientos especiales:

Gracias a Bermardita por su ayuda en la edición del prólogo. Síganla, escribe hermoso.

Por favor, apóyame en redes sociales también

Por favor, apóyame en redes sociales también♥

Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.

LEE, COMENTA & VOTA♥

Daron, un ángel para Nathalia © [Libro 1]✔Onde as histórias ganham vida. Descobre agora