48. -Futuro.

4.7K 399 82
                                    

Esa misma noche después de cenar, Josh no había llegado y algunos comentarios fueron protagonistas sobre si estaría con Abby.

Conociéndolos a ambos como los conocíamos, no lo negábamos. Eran iguales en el sentido de "sin compromisos".

Subí a mi habitación, me duché y me puse un pijama demasiado corto, quizá, porque se me veía un poco el trasero, pero hoy la noche estaba muy primaveral y demasiado calurosa, tanto así, que tuve que dejar la ventana algo abierta.

Una vez que estuve en la cama, me puse a terminar algunas tareas atrasadas y hacer algunos trabajos ayudándome del ordenador portátil, así que estaba acostada boca abajo entre libros, hojas y bolígrafos.

A eso de las once y media terminé casi todo, al menos lo que necesitaba para mañana viernes, y me puse a recoger todo, metiendo cosas en mi bolso-mochila, la portátil en el escritorio y más cosas inútiles por el momento en los cajones.

Abby ya había dado señales de vida a través de un mensaje, o varios porque estaba spameando mi teléfono, así que empezamos a hablar un rato sin mucho detalle, diciéndome que, de hecho, sí estaba con Josh.

No pudimos tener una conversación extensa porque enseguida se despidió para irse a dormir, ya eran las doce y cuarto, pero yo sabía que mañana en clase me contaría todo mejor y con detalles, aunque no se los pidiera.

Me acosté, me tapé solo una pierna por costumbre y me di la vuelta hacia un lado para apagar la luz de la mesa de noche que tenía encendida, pero la puerta se abrió a mis espaldas.

Me giré con un suspiro cansado por si era Mike para darme las buenas noches, que lo hiciera rápido. Estaba cansada y con sueño.

—¿Néstor? —Pregunté viéndole cerrar la puerta muy despacio.

Se giró y me vio así vestida, con el pijama demasiado corto, destapada y acostada en la cama. Se volvió a girar, cerró con seguro y me miró sonriendo abiertamente mientras corría hacia la cama y se tiraba encima de mí.

—¡Hey! ¿Qué haces? —Susurré para que nadie pudiera oírme desde fuera.

—¿Qué crees que hago? —Me besó.

—No... Lo... Sé. —Hablé entre besos, intentando apartarlo un poco y reaccionar. No me esperaba que esto fuera a pasar ahora mismo.

—¿No quieres repetir lo de hace unos días? —Me miró a los ojos.

—Sí... Sí... Claro... —Sonrió ante mi tartamudeo. —Pero no me esperaba esto y menos ahora. Mike no ha venido a darme las buenas noches, puede venir y si te ve... —Me interrumpió.

—Michael se dejó dormir en el sofá y todos se fueron a sus habitaciones ya. —Se oyó orgulloso de eso.

Así fue cómo me entregué por segunda vez a Néstor y cómo seguimos haciéndolo durante mucho más tiempo.

Muchos fueron los momentos a solas, no solo en casa sino también a las afueras de esta, pero sobretodo por las noches, pues mientras todos dormían nosotros nos quedábamos despiertos disfrutando del cuerpo del otro.

Los días se me pasaban rápidamente: iba a clases durante las mañanas, pero por las tardes o fines de semana hacía diversas cosas con los chicos, con Abby, o con ambos a la vez.

No podía ser más feliz y sentirme normal de una merecida vez.

No volví a ir al psicólogo nunca más.

Cuando Mike, sin creerse mi excusa, había llamado para solicitar otra cita, el Sr. Jones le había dicho que no necesitaba seguir yendo.

Eso nos asombró a ambos, aunque yo lo interioricé con un "te lo dije".

Katie.Where stories live. Discover now