Katie.

40. -Ignorar.

El resto del día pasó, técnicamente, normal.

Abby me presentó a mucha, mucha, mucha gente, aunque terminé huyendo de todos, porque yo no era una persona sociable. Ni siquiera sabía cómo iniciar una conversación.

Me miraban raro por tartamudear cada dos palabras, por bajar la cabeza de manera sumisa, por sonrojarme cada segundo o simplemente por ignorar sus comentarios al preguntar sobre mí por ser la nueva.

Todos eran muy curiosos y entrometidos.

No me gustaba.

No me sentía cómoda, como Abby, entre tanta gente prestándome atención o mirándome. Ella disfrutaba de ser el centro de atención, de hablar sobre miles de cosas a la vez con miles de personas.

Prefería estar sola, sentada en algún rincón apartado y pasar lo más desapercibida posible, sobre todo entre la multitud masculina, que no me quitaba los ojos de encima porque Abby y yo estábamos combinando atuendos con nuestras personalidades opuestas.

No dejaban de mirarme, especialmente cuando ella me arrastraba todo el tiempo; ella, mi amiga pelirroja y 'explosiva'.

O al menos, así es como había oído que la llamaban los hombres.

La verdad no quería saber por qué tenía cierto apodo y reputación aparte de su buena apariencia, porque de lo que hablaban eran otras cosas que yo no entendía.

Suponía que tendría que preguntarle a Néstor...

Ya era la hora de salir, pero yo me tenía que quedar unos minutos más para hacer una especie de examen, donde el profesor encargado de mi curso vería mi nivel académico para saber si mandarme a estudiar más que el resto y ponerme a la altura de los demás o no.

Todos mis compañeros y compañeras se habían levantado e ido del edificio ya, pero Abby, coqueta, convenció al profesor Daryl de quedarse conmigo, lo que agradecí inmensamente porque así no me quedaba a solas con él.

Me inspiraba algo de confianza porque era alguien preocupado y divertido, pero no por eso de ser "mayor, sexy y atractivo." Las demás mujeres de clase babeaban por él, incluso le llegaban a hacer algunos comentarios fuertes que no me atrevería ni a pensar.

Sí, por supuesto que Abby estaba incluida en ese pack de mujeres, aunque ella era más de lanzar indirectas que de decirle a la cara las guarrerías que le haría si lo tuviera a solas, como las demás decían en voz alta sin vergüenza alguna.

Sincera y personalmente, prefería a mis chicos que a cualquier otro hombre, tuviera el atractivo que tuviera el susodicho, y no hablaba solo de Ian y Néstor, también de Matt, Josh y, ¿por qué no decirlo? Mike.

Suponía que era por la confianza y amistad que había surgido entre nosotros estas semanas, pues Matt y Josh eran como mis hermanos mayores, aunque el primero lo demostraba más que el segundo, y Mike, prácticamente, era como mi padre.

El profesor Daryl me dio una hoja en blanco con unas preguntas previamente escritas por un ordenador en ella y me dio el tiempo que necesitara para hacerlo bien, aunque me dijo que intentara no tardar mucho más de una hora.

Lo primero que encabezaba la hoja era la fecha, así que la escribí con mi bolígrafo negro, y luego me preguntaba por mi nombre completo, lo que me dejó dudando más de lo esperado cuando puse mi nombre y no supe con qué apellido acompañarlo.

¿"Katie Blair"?

No. No quería usar el apellido de mi madre nunca más. Ella ya estaba completamente fuera de mi vida aunque, pensándolo bien, me preguntaba si alguna vez estuvo en ella.