Sinopsis

32 6 0
                                    

La noche es oscura y fría, juraría que no puedo ver nada, también, apostaría que hace unos segundos atrás, sentí como una gota de lluvia me cayo en el cabello.

No puedo creer que han pasado 6 días. Tengo hambre, no he dormido y mucho menos me he bañado. Cualquier conocido que me viera, no me reconocería.

Estoy 100% segura, de que me veo peor de lo que yo creo que me veo. Ahora ni sé dónde demonios este, solo sé que desde la mañana he caminado sin un rumbo fijo. Dios mío, que hice para que me hicieras esto. Yo era una muchacha estudiosa, tenía buenas notas, mi comportamiento era el adecuado. Osea yo no tuve la culpa, aunque mis padres se encargaron de restregármelo en la cara. También se, que yo debí cuidarla, me la dejaron a mi cargo, ¿y que hice?, dejarla sola.

Sin darme cuenta, chocó contra algo o más bien contra alguien. El o ella se encarga de agarrarme del brazo para evitar que me caiga.

– Disculpame, te juro que no te vi– alce la vista y pude apreciar a un chico de cabellos rubios con ojos azules. –Eh, ¿te encuentras bien?– a falta de respuesta de mi parte el prosigue. –¡Maldicion Steffano! ¡Ven aquí!

–¿Qué sucede?... Oh! Hermano, no me digas que te quieres tirar a esta indigente– ¿tan mal me veo? Jaja, creo que si.

–No soy ninguna indigente– al fin logró decir palabra alguna.

–Callate Steffano. Hola, soy Dereck, disculpa si mi amigo te ofendió. Pero, dime que te pasa, por qué estás a estas horas de la noche, tan sola y sucia.

–No tengo donde estar.

El muchacho que dice llamarse Dereck, voltea a ver a su grosero amigo, haciéndole una seña.

–De acuerdo, sé que no me conoces, pero quiero ayudarte. Por qué no vienes conmigo y te doy algo de ropa y también de comer, ¿Qué dices?

Dudo unos minutos. No conozco a este muchacho, pero que más puedo perder, creo que nada.

---------------------------------
Han pasado 3 horas desde que llegue al departamento de Dereck y pude investigar muchas cosas de él. Por ejemplo, la señora que me atendió es su mama ya se llama Rose, son de París, vinieron a pasar los 16 años de Dereck aquí, a Los Ángeles, el no es rubio, en realidad estaba disfrazado para que lo dejaran entrar a la discoteca de dónde salía cuando me encontró. Dereck es dos años más grande que yo y al parecer eso le hace gracia. Me ofrecieron ropa y un techo donde dormir, creo que le he caído bien a estas personas, no entiendo porque.

Y así fue como se podía decir que la familia Belafonte me adoptó, aunque claro yo seguía con mi mismo apellido, Kiara Smith.

Recuerdos (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora