Capítulo 5

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Jimin gemía con los besos de Jungkook y su lengua húmeda recorriendo su boca, sentía como succionaba su labio inferior y cuando estaba casi por soltarlo, lo volvía a atrapar en la fogosa unión de sus salivas mezclándose sin pudor alguno, pasaba sus manos firmemente por el pequeño cuerpo de Jimin, volteándolo para quedar sobre él, recargado en sus codos para no aplastarlo. A pesar del pasional momento, Jimin no podía dejarse llevar del todo, sabía que algo extraño pasaba, pues la intensidad con la que su amado lo besaba bordeaba la rudeza y la desesperación, lo que significaba que algo no estaba bien y la angustia se transmitía en su unión, sin embargo sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Jungkook comenzó a separar y masajear sus gluteos, sentía cómo tomaba su piel y con firmeza la estiraba para dejar expuesto su orificio. Los jadeos no tardaron en presentarse en la boca del pequeño quien pedía cada vez más y manteniendo su timidez gemía, estaba por perder la razón que lo llevo a preocuparse en un principio cuando sintió que su labio era fuertemente mordido y el conocido sabor a sangre se hizo presente en sus papilas gustativas.

  — Jung...kook, espera por favor, tuteur.

Pero Jungkook no escuchaba, hasta que sintió como era detenido por una pequeña mano que sostenía su muñeca y lo alejaba unos cuantos centímetros mientras que la otra mano sellaba sus labios para evitar que siguiera besando.

En ese momento el mayor se percató que de los carnosos labios de Jimin se escurría un leve hilillo de sangre, su expresión cambió de lujuria a horror en un segundo, no tardó en tomar delicadamente el rostro del afectado y pasar lentamente su pulgar para borrar rastros de la herida con una expresión que reflejaba su culpabilidad.

— Perdóname bonito— Susurró Jeon mientras besaba de forma casta a Jimin y succionaba con cuidado el labio herido para intentar curarlo en una caricia fugaz y húmeda que eliminó todo el dolor y contribuyó a disipar la tensión del encuentro carnal.

-— No puedo seguir y disfrutar completamente si no me dices que te sucede tuteur.

Le dijo Jimin con la respiración agitada y su pecho bajando y subiendo intentando recuperarse de la violenta sesión de besos. Jungkook suspiró de forma pesada y evito su mirada girando levemente su rosto para que sus ojos no se encontraran, al notarlo Jimin tomo su barbilla con delicadeza para encontrarse con sus ojos oscuros y le acomodó unos mechones rebeldes que caían sobre su frente

— Dime por favor que tienes.

Insistió el pequeño regalando una sonrisa tranquilizadora y comprensiva para entregar la confianza necesaria al mayor. 

Jungkook no resistió más el peso que sentía sobre su ser debido a la presión social y emocional que estaba sintiendo por parte de su entorno y redobló su postura altiva e inquebrantable para buscar refugio en los brazos del pequeño como si los roles se hubiesen invertido y sin más roeos le dijo:

— Últimamente han sucedido cosas imprevistas y hay ciertos asuntos se escapan de mis manos.

¿Sucedió algo con tu padre? Preguntó Jimin, mientras Jungkook lo observaba y asentía levemente sorprendido por la astucia del menor.

  — Sé que espera mucho de ti y tú quieres complacerlo, mi padrino es alguien exigente, lo tengo claro pero solo quiere tu bienestar, intenta esforzarte solo un poco y verás las recompensas.

Jungkook solo lo observó, no sabía cómo responder a las injusticias de la vida que se desquitaban con la inocencia del pequeño. Las palabras de Jimin eran tan bondadosas y comprensivas como siempre, jamás hablando mal de los demás y respetando a las personas que lo habían acogido en su hogar por muy mal que lo tratasen.

-— El mundo no te merece Jimin. Desearía quedarme contigo aquí para siempre, atados a esta cama.

El pequeño solo sonrió de forma tímida con sus mejillas rojas sin saber cómo debía reaccionar.

Mon cher tuteur (Kookmin)Where stories live. Discover now