Llega más gente: Brook entra tocando el violín, Nami y Robin con bolsas de ropa. Sanji vuelve a ponerse como un loco al verlas. Usopp le da una toalla para que se limpie la sangre que sale de su nariz.

- ¡Sólo faltan Luffy y Zoro!

- Apuesto a que Zoro se ha perdido. - dice Nami, mientras da un sorbo a su café.

- ¡Nami apostando! Nunca antes visto. - añade Usopp, y enseña sus nuevas armas.

Yo estoy totalmente sumida en mis pensamientos. Por mucho que quiera sacarme a Zoro de la cabeza, simplemente no puedo. Parezco una auténtica estúpida. ¿Por qué es tan difícil olvidar a una sola persona?

Intento hablar con los demás, pero sigo igual. Después de estos dos años, todo sigue igual. Lo único que ha cambiado es que él me ha olvidado, eso está claro. Y eso es lo que más me va a doler al verle. Que ya no sea el mismo.

Llega Luffy, y nos abrazamos todos juntos. Un verdadero abrazo en grupo. Nunca antes le he visto tan feliz, y no tarda en decirle a Sanji que cocine algo. Él suspira, pero se pone a cocinar carne, claro está.

- Chicos, os veo muy fuertes. - dice Luffy, sonriente.

- Midori ha cambiado mucho, ¿verdad? - dice Nami, y me da un codazo.

- No he cambiado nada.

- ¡Ya es toda una mujer! - dice Brook, señalando a mi pecho, y Sanji vuelve a tener un derrame nasal - ¿Puedes enseñarme tus bragas ahora?

Después de una hora llena de risas y comida, salgo a la cubierta. Llega el atardecer. Se puede ver el sol ocultándose tras el inmerso mar, dejando el cielo de un color anaranjado con pinceladas rojas. Está precioso.

Zoro todavía no ha llegado, y me preocupa. Aunque no debería. ¿Por qué sigo pensando en él? Parezco una estúpida chica esperando a su amado, como pasa en todas las novelas.

Todos estamos en la cubierta esperándole, y mientras tanto Luffy y Chopper aprovechan para pescar, aunque dudo que haya peces aquí.

- ¡Ahí está!

Me levanto más rápido que nunca. Es verdad, es él. Se le puede ver a lo lejos, al lado de... ¿una chica? Así es. Tiene el pelo rosa, muy largo, y un vestido. Lleva un peluche sobre su mano, y no tengo ni idea de quién es. Siento una presión sobre el pecho.

- ¿Quién es? - pregunta Sanji, con unos catalejos sobre sus ojos. - La ha... ¡BESADO!

- ¿¡QUÉ?! - gritan todos al unísono.

Menos yo. Me quedo de piedra, porque es verdad. La ha besado. O le ha besado, no lo sé. Pero el caso es que lo he visto claramente. La chica se larga, y Zoro sigue andando hacia aquí. No quiero verle. La presión es cada vez peor, y me duele el pecho. No sé porque. Tengo ganas de correr a mi habitación, rodearme de mantas y no salir de allí nunca, pero no pienso hacerlo. Me prometí a mí misma que seguiría hacia delante. Si Zoro lo ha conseguido, ¿por qué no yo?

- ¡Marimo! ¿Quién era ésa? - pregunta Sanji, mientras Zoro sube al barco desde la escalera.

- Estúpido cocinero, cállate.

Nami me mira preocupada, pero levanto el dedo pulgar. Estoy bien. No lo estoy, pero intento que lo parezca.

Ha crecido, aunque yo también. Me saca bastantes centímetros. Tiene el pelo igual, pero una cicatriz sobre el ojo, cosa que hace tenerlo cerrado. Me encantaría saber cómo lo ha hecho, pero no debería preguntárselo. Intentaré actuar como si nada hubiese pasado.

Luffy le pregunta un montón de cosas, y los dos entran a la cocina, Zoro con la idea de beber sake, y Luffy de comer aún más, pero Sanji dice que ha cerrado el frigorífico con un candado enorme.

La inútil del grupo [One Piece fanfic]Where stories live. Discover now