Capítulo 25

3.1K 292 108
                                    

Todavía sigo sin poder creerlo. Dos años. ¿Cómo ha pasado tan rápido? Siento como si el corazón fuese a salirme de la boca. Nunca he estado tan nerviosa, ansiosa, con tantas ganas de que llegue este momento... es irreal. Es como el sueño que tuve hace unos días. Los sentimientos son iguales. Tantas emociones mezcladas que parece que mi cuerpo va a salir volando. Me tiemblan las manos.

Nunca antes me ha pasado esto. Intento calmarme, pero es que no puedo. Respiro hondo intentando tranquilizarme, pero es imposible. 

Todos los viajeros del barco bajamos juntos, y más de doscientas personas estamos pilladas en el mismo sitio, así que no veo mucho. Hay un hombre enorme delante mía, estoy rodeada de mujeres y hombres con mochilas y sacos enormes. Me meto entre el gentío con cuidado, pidiendo perdón unas cien veces, y al final quedo libre. Estamos en medio de la ciudad, que por cierto está llena, como siempre. Puedo oler comida, y mi estómago ruge. Pero lo ignoro. Seguro que Sanji nos prepara miles de platos nuevos. ¿Cómo estará él? No puedo dejar de preguntarme todo sobre mis nakamas. ¿Se habrán olvidado de mí?

No lo creo. Es imposible.

El mercado está repleto de especias, miles de tipos de pescado, carne, ropa... de todo. Cada producto me recuerda a un miembro de nuestra banda. Hay mapas, cazuelas, montones de libros, herramientas, medicinas... incluso katanas. Y muchas, pero ninguna me llama la atención. Ya tengo dos, y todavía no estoy preparada para usar tres. Éso sólo lo puede hacer él.

Veo algo verde, y mi corazón me da un vuelco. Pero sólo era un hombre con una lechuga sobre la cabeza. (AN: Vale, me he pasado xDD)

Sigo andando y andando, pero no veo a nadie. Oigo un silbido detrás mío que se repite varias veces, así que me doy la vuelta. Suspiro. No reconozco a nadie. Algunas personas se quejan porque me he quedado parada en medio de la calle, así que decido dirigirme hacia el puerto. Tal vez logre ver el Sunny Go, y con suerte habrá alguien dentro. Cualquiera.

Había echado de menos el olor a madera que desprendía el Sunny Go. Incluso el tacto de ello. Tiene una especie de burbuja que lo cubre todo. Está todo en silencio, no hay absolutamente nadie, y me siento sola. Pensaba que sería la última, y por ello estaba muy emocionada, por saludar a todos y abrazarles, contarles cuánto he aprendido todo este tiempo.

Entonces huelo un aroma a sopa. La sopa de Sanji, que tanto me gusta y lo bien que entra un frío día de invierno. Aunque hoy haga calor, me lo comeré igual. Entro en la cocina, y me encuentro su cabello rubio. Al principio no se da cuenta de que he llegado, porque sigue cortando la zanahoria muy concentrado, con una rapidez increíble. 

Dejo mi mochila con mucho cuidado sobre la mesa, y salto sobre él. Al principio se sorprende, pero al darse cuenta de quién soy, se le cae una pequeña gota de sangre de la nariz. Río.

- ¡MIDORI-SWAAAAN!

- ¡Cuánto tiempo sin vernos, Sanji-san!

Cuando me aparto de él, le miro de arriba a abajo. No ha cambiado mucho, pero le veo algo raro en la cara. Aunque no tengo mucho tiempo para mirarle, ya que vuelve a abrazarme como un loco, y empieza a llorar desconsoladamente.

- ¡Echaba tanto de menos a las mujeres!

- ¿Cómo?

Entonces la puerta se abre, y entra alguien. Son Usopp, Chopper y Franky. Sonrío automáticamente. Todos nos abrazamos, y yo estrujo a Chopper con toda mi fuerza. Entonces me doy cuenta de lo mucho que he echado de menos a todos. Sanji nos sirve sopa, y yo la devoro como si fuese el último plato en la tierra. 

- He echado mucho de menos todo esto. También la comida, a vosotros... todo.

- Midori esta SUPERRR sentimental. - dice Franky, se pulsa la nariz y su peinado cambia.  Usopp y Chopper gritan de la emoción, y empiezan a preguntarle un montón de cosas sobre su nuevo cuerpo.

La inútil del grupo [One Piece fanfic]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum