La inútil del grupo [One Piece fanfic]

Capítulo 5

Sigo en éste oscuro callejón, sin saber qué hacer. No sé adónde ir. ¿Qué acaba de pasar?

Tengo que salir, éste lugar es demasiado peligroso como para quedarme aquí. Quiero hablar con Ryu, otra vez. Pero se ha ido, y yo también debo irme. Una parte de mí sabe que volveré a verle, así que vuelvo al puerto.

En el camino me encuentro con Zoro, que lleva una bolsa enorme sobre la espalda, hay una caja larga y fina dentro, me pregunto qué será.

- ¡Zoro! - grito, para que me vea.

- ¿Dónde estabas?

- Despidiéndome de un... amigo. - digo, y siento un pinchazo en el cuerpo al recordar a Ryu.

- ¿Estás bien? - pregunta, ha notado algo.

- Muy bien. - digo, y levanto el pulgar - ¿Qué llevas ahí?

- Ah... no es nada, volvamos al barco.

- Te noto tenso, ¿qué es? - insisto, señalando la bolsa.

- Son... vasos para el sake. - dice, y acelera el paso.

- Ah, bien. - digo, y suspira - ¿Por qué te gusta tanto?

- ¿Gustarme el qué?

- El sake.

- No lo sé, simplemente está rico. - después de pasar varias calles, pregunta - ¿Por qué?

- Quiero conocerte mejor, no preguntes porque. - admito.

- ¿Qué me dices de ti?

- Puedo beberlo, pero no me gusta mucho, la verdad.

Seguimos callados hasta el barco, y subimos. Todos estaban esperándonos, y me preguntan dónde he estado. Les hablo sobre Ryu, y Franky casi llora al oír mi historia (evitando contar lo del beso).

- Pues, ¡zarpamos! - grita Luffy, y ponen el barco en marcha.

Zoro guarda su extraña caja en algún sitio del barco, y estoy casi segura de que no son vasos de sake. Me encantaría saber lo que hay ahí dentro... Me siento al lado de Chopper, que está haciendo una poción.

Sigo pensando en Ryu. Tengo mi Den Den Mushi y podría llamarle, pero no sé su número. ¿Por qué no se lo había preguntado? He sido una estúpida por marcharme sin preguntarle nada. ¿Y si corre peligro? Quiero saber si está bien...

- ¿Estás bien?

Ni siquiera me había dado cuenta de que Zoro se había sentado a mi lado. He estado en las nubes, y casi me muero del susto.

- Esto... sí.

- Tengo que enseñarte algo.

- Chicos, ¡viene una tormenta! - grita Nami, y todos se preparan.

- Mierda... hablaremos luego. - dice Zoro, y empieza a tirar de una cuerda.

No tengo ni idea de qué hacer, me siento perdida. El barco empieza a moverse bruscamente, y una enorme ola me empapa. Sanji me da un chubasquero, y se lo agradezco. Nunca antes había estado en medio de una tormenta sobre un barco. Es tan emocionante y terrorífico a la vez que no sé muy bien cómo me siento.

Una fuerte ola golpea el barco, haciéndome caer al otro lado del barco, y me golpeo la espalda con la esquina. 

Sanji corre hacia mi y por poco no se cae, pasa su brazo por mi cintura y me lleva dentro. Me tumba sobre la cama de la enfermería y me quita el chubasquero.

- Tienes que tener mucho cuidado, Midori-swan. 

- Lo siento, nunca he estado en una tormenta así. Lo lamento.