Recuerdo del primer beso.

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Sí, el beso de ayer fue... mágico, después de ello me trajo a mi casa y se fue. Hoy tengo clases normales, así que entraré a las nueve, son las siete,tengo tiempo de más, pero como siempre entraré media hora antes para poder dibujar un rato. Me alisto y bajo para desayunar, por suerte está mi mamá, hoy descansa, así que desayuno con ella y dejo que me acompañe hasta la escuela, cuando me deja ahí me dijo que iba a comprar, que cuando estuviera en la casa ella iba a regresar, nos despedimos y entro a la escuela.

Paso por el patio, el mismo por donde caminamos de la mano Misael y yo. Llego al salón y como aún no llega nadie me siento en el piso por fuera del salón, comienzo a dibujar y oyendo música por los auriculares, no percato que alguien se acerca hasta que se sienta frente a mi, pero al parecer no es nadie de mi clase por que no trae ninguna mochila ni nada, regreso la mirada hacía aquella persona y veo que es Misael. -Hola.
-Hola Isa- se rubora un poco. -¿Cómo estas?
-Muy bien gracias ¿y tú?- dejo de dibujar y le sonrío. ¿Cómo no sonreír después de lo que pasó ayer?
-Bien, gracias. Emm quisiera hablar contigo por lo que pasó ayer en la tarde... yo... no sé que me pasó por la mente...- suspira - si me gustas, mucho, pero creo que no debí de hacerlo.
-Yo... no sé que decir. No fue tu culpa, yo correspondí, fue culpa de los dos, si lo quieres ver en ese sentido. Pero...- volteo a ver el dibujo que hace un momento estaba haciendo, no me daba cuenta de qué era lo que estaba dibujando, estaba tan perdida en la música que jamás habría imaginado que dibujaría a una persona, ni siquiera que éste dibujo fuera él.

Pareciera que el tiempo se detuvo, ambos nos quedamos callados sin decir ni una palabra, hasta que llega Ilse y rompe el hielo. Cierro el cuaderno en el que tenía el dibujo para que nadie, salvo yo, pudiera verlo.

-Hey! ¡Hola chicos!- la saludo y se sienta a un lado de mí y saluda a Misael. -¿Qué pasa? ¿Por qué tan callados?
-No estabamos callados... sí hablábamos.- suelto y Misael se ríe.
-Yo... ya me iba.- Misael se levanta y se sacude. Se acerca para despedirse de mí -Te ves muy bonita- dice susurrando. Pero eso me hace sonrojarme un poco. Dicho eso se levanta, se despide de Ilse y se va.

Pasan las clases normales, todo normal, excepto por una parte: alguna parte de mi cerebro está pensando en él, en el beso y en el dibujo. Pareciera que las piezas se van juntando, porque eso es el amor. El amor es un rompecabezas que une todos y cada uno de los sentimientos y muestras de atracción hacia una persona, y cuando por fin esas personas se unen, el rompecabezas está completo.

Cuando saqué una libreta para dibujar, jamás hubiera imaginado que seria la de Artes escénicas. Ya que el profe Rafael está revisando trabajos, y el dibujo se encuentra justo en la hoja dónde está el último trabajo, cuando reaccioné el ya lo había visto, asimilado y sonreído. No dijo nada por supuesto pero creo que es demasiado obvio para alguien de su edad. Apenada me voy a mi lugar e Ilse se acerca.

-¿Qué pasó Bell? ¿Tuviste todos los trabajos?
No puedo ocultarle nada a ella, es mi mejor amiga, tendré que decirle. -Sí, de hecho tuve uno de más.- me sonrojo y abro mi libreta buscando el dibujo.
-¿Uno de más? Pero co...- antes de que pudiera acabar la frase, encuentro el dibujo y se lo muestro. -...mo. Bell, es.... él del dibujo... ¿Tu Romeo?- no suelta mi libreta, ni mucho menos deja de ver lo que ella llamaría "mi obra de arte".
-Sí... te juro que no me estaba dando cuenta de que era él. Yo sólo me dejé llevar... por... la música y por... los recuerdos.
-Espera, dijiste que sólo te dejaste ir, pero ¿por recuerdos? Pero si tú y él sólo son amigos... no ha pasado nada entre ustedes, ¿o sí?- me siento culpable, pero fue tan rápido el beso qué... se me pasó decirle.
-Nos... nos besamos ayer...- le digo sin verla y sonrojada. -Después de la obra, nos esperamos y me besó, bueno nos besamos. Pero no somos novios.

Pensaba que Il, me regañaría, o mínimo me diera un sape, pero no, en vez de eso, estaba sonriendo a más no poder. Al parecer ella estaba más emocionada que yo respecto a Misael. Me parece extraño, ya que la vez pasada que alguien me pretendía reaccionaba mal que no me dejaba ni siquiera saludarlo. En fin, ahora es diferente, ella es diferente, no sólo ella o yo, sino que todas y cada una de las relaciones son distintas, a pesar que nos parezcan iguales en ciertas ocasiones. Por su reacción con el dibujo y lo que acababa de decirle, parece que fue ella quién recibió y correspondió aquel beso, eso es buena señal ya que si ella dice algo bueno, eso pasa, quién sabe cómo, pero sucede.

Vamos rumbo a mi casa después de clases, aún no llega mi mamá, pero pasamos y me ayuda a preparar de comer, a mi mamá le gusta las "comidas raras de Ilse" como ella les llama, ya que son platillos que mi mamá no ha comido en su vida. Mientras la preparamos le voy contando con más calma lo que estoy empezando a sentir por Misael, según ella dice que pronto vamos a terminar juntos, sin embargo yo pienso que no, es muy precipitado, no tiene más de una semana que nos conocemos, pero, para el amor no hay tiempo ni obstáculos.

Simplemente espero que no tenga razón, porque si se cumple, simplemente no sé... ¿cómo reaccionaría?, es más, ¿cómo reaccionaría ante él? Me inundan las palabras en mi mente hasta que me doy cuenta que mi mamá estaba abriendo la puerta e Ilse ya me estaba hasta casi aventando un plato por no hacerle caso.
-¿Qué?
-Nada... sólo estabas perdida, viendo la nada y ni escuchaste lo que te dije...
-Lo siento... he estado así estos últimos días.
-Ah, lo que tu tienes es que te estás enamorando de Misael...- hace una medio sonrisa.
-¿Enamorada de quién?- dice mi mamá cerrando la puerta y caminando a la cocina. -No sabía que ya tenías novio Isa.
Me sonrojo un poco. -No mamá, no tengo novio. Y... no estoy enamorada de nadie.
-Aún.- susurra Ilse para nosotras.

Ambas reímos y comenzamos a servir la cena. Empezamos a comer y como siempre que Ilse cocina, mi mamá la halaga. Cuando Ilse se va, mi mamá y yo limpiamos la mesa y nos disponemos a descansar, sin embargo yo no puedo, no sin recordar las palabras que mi mamá me dijo antes de entrar a su cuarto:

"Lo peor que puedes hacer en ésta vida es esconder lo que sientes."

No sé por qué lo habrá dicho, pero lo que si sé es que voy a seguir su consejo a partir de mañana.

El Secreto Del Verdadero Amor. *Editando*Where stories live. Discover now