Sorpresa inesperada.

16 1 0
                                    

Sí, se dará cuenta que algo pasa, cuando vea que llego con más detallitos (si es que es detallista), entonces... sí, le voy a decir pero no sé como, ella es muy linda, muy... accesible, sobretodo conmigo, bueno, ¿qué no diría una de su mamá? si ella es más que perfecta. Ahora va otro aspecto, ¿mi mamá le dirá a mi papá si le cuento sobre Misael? Mejor que ni sepa, casi nunca está en casa, sólo viene tres veces a la semana, y eso es mucho para él. Eso le diré a mi mamá, que no le diga, porque si no estuvo en eventos importantes de mi vida pasada, ¿por qué en esto si?

"Tu mirada me llena el alma, ese vacío que sentía se esfumó. Mis ojos se impregnaron de tú ser desde que tu sonrisa iluminó mi corazón.
Espero que tengas una linda tarde. Te quiero y mucho pequeña. Misael". No me equivocaba, sí es detallista, y me gusta que lo sea, así como yo le gustó y el me gusta. Tanta perfección me asusta, pero mientras pasa algo malo disfruto del presente. "Hola Misael, si que lo tendré ahora que tu lo has dicho, espero que tu igual pases una linda tarde. Te quiero. Bell".  ¿Quién no tendría una buena tarde después de que te lo desea la persona que te flechó el corazón?

Después de realizar los quehaceres de la casa, tenía planeado ver una película de terror, pero mis planes se ven interrumpidos de un momento a otro. Justo cuando enciendo la televisión para la película, suena  El teléfono de mi casa.
-¿Bueno? ¿Quién habla?
-Hola mi pequeña. ¿Cómo estás?
-Hola Mis, bien gracias ¿y tú?- no puedo evitar lo y sonrío.
-Mejor, ahora que te escucho, oye... ¿podrías salir un momento, por favor?- hay algo de misterio en su voz, vino a verme, espero.
-¿Estás afuera?- se cortó la llamada, así que en busca de una respuesta salgo aún con el teléfono en mano, cuando abro la puerta no veo nada más que el enorme obstáculo hacia la calle. -Misael...- bajo cuidadosamente las pequeñas escaleras que están frente a la puerta y sonrío al tocar el enorme peluche que está tapándome la vista.

-¿Misael? ¿Quién es Misael?- dice una voz chistosa que viene detrás del peluche.
-Misael es... mi novio,- sonrío mientras voy dando la media vuelta poco a poco para encontrarme con la persona que está detrás del peluche -es un chico muy lindo y cariñoso al cual quiero demasiado.
-Oh, ya veo, entonces... lo quieres más que a mí, ¿cierto?- sigue diciendo con voz chistosa.
-Pues... depende.
-¿De qué depende?- dice aún con la voz chistosa, mientras yo doy un último paso para ver de quién provenía esa voz. Y ahí está él, sentado en el piso, escondiendose, cuando me ve, sonríe y me siento junto a él.
-De...- empiezo a decir sonriendo -Que si el que me habló eras tú o el peluche
-Si fuera el peluche, ¿Qué dirías?
-Diría que... no, no puedo quererlo más que a ti.
Sonrie. -¿Y si fuera yo?
-Si el que lo dijo fuiste tú, entonces... no podría querer de este modo a dos personas distintas.- sonrío y me abraza. Como ya está dando el sol más fuerte, lo invito a pasar, entre los dos metemos el gran oso café claro a la sala, el cual tapaba mi vista unos minutos antes.

Vemos una película en la sala, la cual iba ver antes de recibir su llamada, ahora estamos los tres sentados en el sofá, el oso, él y yo. Nos hemos de ver graciosos, él sentado, yo sentada y recargando mi cabeza en su hombro, y el gran oso entre mis brazos. Cuando termina la película nos quedamos así un momento y le agradezco sobre el detalle, aún que de nuevo me dice que no tengo nada que agradecerle. Veo la hora, ya casi llega mi mamá de trabajar, ¿qué hago? No puedo correr lo, me sentiría despreciable, y si me descubre con él tendré que decirle de una vez.

Ya son las siete y mi mamá no llega, agarró mi celular para marcarle cuando veo que tengo un mensaje de texto de ella, dice que se le juntó el trabajo en la tienda y se va a retrasar dos horas, perfecto, por hoy me salvé de no decirle nada. Misael me ayuda a subir el oso a mi habitación y me dice que ya se tiene que ir antes de que se haga más noche, bajamos y lo acompaño hasta la puerta, nos despedimos y se va.

Me siento en el sillón de nuevo viendo hacia la nada, me levanto y subo a mi cuarto, me quedo parada en la puerta y observó el gran detalle, sonrío y tomo uno de mis libros favoritos, vuelvo a bajar y me acuesto en el sillón a leer. Cuando leo me pierdo totalmente y ésta no es la excepción, entro por un instante a un nuevo mundo del que no me gustaría salir. De repente llega mi mamá y cuando me habla, salgo de aquel hermoso mundo tan repentinamente, no me había dado cuenta de la hora, se retrasó más de lo que me avisó, pero por suerte ya está aquí. La acompaño hasta su recamara, sé que está cansada así que no quiero agobiarla con más cosas por hoy, me acuesto junto a ella ya que mi padre no va a venir (de nuevo), cuando le digo el nombre de Misael, me doy cuenta que ya está profundamente dormida, sonrío y le doy un beso en la mejilla: "Buenas noches mami", le digo y me quedo dormida a su lado.

El Secreto Del Verdadero Amor. *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora