Luz de las estrellas

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Una semana después de mi llegada, ya me sentía como si estuviera en mi casa, iba a correr, preparaba el desayuno para mi abuela y para mí, y salíamos al parque. Una de esas veces nos encontrábamos a Adam y a su tía, y mi abuela -en ocasiones- platicaba largos ratos con la señora Rosa.

Durante los primeros días, Adam y yo nada más nos quedábamos callados. Después, comenzábamos a saludarnos y sonreír, hasta que un día...
-Hola Rosita -dice mi abuela.
-Hola Roberta, ¿De nuevo por el parque? -sonríe.
-Sí, es que quiero que mi nieta lo recuerde cuando regrese a casa -sonríe.

-Isabella, ¿verdad?
Asiento y sonrío. -Y tú... ¿Adam?
-Sí- dice sonriendo, no me había percatado de su sonrisa, desprendía alegría. -¿Quieres un día salir a tomar algo?
Volteo a ver a mi abuela que seguía platicando y me sonrojo poquito. -Me... Me gustaría. -sonrió.
-Vale- sonríe.

De camino a casa me fui muy callada, pensando en la cita que se aproximaba, mi abuela me dijo que la señora Rosa era reconocida por su habilidad en preparar postres y que cada vez que su familia venía a visitarla los recibía con una gran comida, eso sí, sin faltar los postres. Como no me quería ir sin probar alguno de sus postres, decidí pedirle un pay para llevárselo a mi mamá, cuando regrese a casa, claro.

-Oye abue...
-¿Si mi niña?
-Tú... eh... ¿Cómo fue que te enamoraste de mi abuelo?- la pregunta ni la pensé, quería preguntarle otra cosa, pero al abrir la boca salieron esas palabras.
Ríe un poco, -Tu abuelo... -Mi abuelo, recordarlo es un poco doloroso... Murió de una forma rara para nosotros. Yo tenía 11 años y casi no entendía nada, sólo mi mamá me abrazó llorando y me dijo que mi abuelo se había ido al cielo. -Lo conocí en la colonia, éramos vecinos pero al inicio no nos hablábamos, fue hasta cuando teníamos 17 años que él empezó a hablarme, cuando nos topábamos en la calle, me acompañaba hasta mi casa y cosas por el estilo, hasta que dos años después me pidió que fuera su novia y después de cuatro años (más) nos casamos.
-Que bonito, eso es una gran historia de amor, abue.
-¡Vaya que lo fue! Mi mamá no lo quería al inicio -ríe un poco, -mi papá sí.
-¿Por qué? ¿El abuelo era grosero?
-Para nada, solo que sus padres y los míos no se hablaban mucho, hasta que entendieron el gran amor que existía entre nosotros, fue que comenzaron a hablar un poco más.
-Abue, ¿ya no existe su amor? -En ese momento, a mi abuela se le caía una lágrima y suspiró.
-Yo aún lo amo, pero... No sé si uno, al morir, siga sintiendo algo, pero si es así, entonces sí. Seguirá existiendo este amor.
Sólo pocas veces he visto a mi abuela así, triste, ida, hablando tan seria y melancólica. Y ésta es, una más de ellas, de las que, sin duda alguna, siempre recordaré.

Al día siguiente, parecía que no hubiéramos tenido esa conversación mi abue y yo, porque no me dijo nada de ello, sino que parecía "normal": alegre, sonriente, cálida, etc., así como es ella, solo que ésta vez me dijo que me tenía una sorpresa. ¿Sorpresa? mi abue casi no es de sorpresas, pero si me tiene una no queda más que recibirla con emoción. Desayunamos, recogimos la mesa y sacó de su cuarto una caja pequeña envuelta con un listón rojo que finalizaba en un moño en la parte superior.

-Esta es la sorpresa que te había dicho, -¿Qué será lo que tendrá dentro? Me quedo pensando mientras la recibo, -¿Qué esperas hija? ¡Ábrela! Sonriendo, asiento con la cabeza y abro con mucho cuidado esa pequeña caja; lo que contenía adentro me tomó bastante de sorpresa: había un collar con una estrella como dije, que en la parte de atrás decía "Mi amor por ti es más grande que la luz de las estrellas."
-Abue... ¿éste collar era tuyo?- digo mientras lo tomo delicadamente con mi mano.
-Sí hija, ese collar me lo regaló tu abuelo cuando acepté casarme con él. Lo usé hasta el día en que él murió, desde entonces lo he estado guardando, pero ahora he decido regalarlo a quien sé que lo cuidará como yo. -Sonríe- De hoy en adelante, cuando lo veas, recordarás tanto a tu abuelo como a mí, y que te amo más que el brillo de las estrellas.

Desde ese día, cada noche antes de dormir con la cadena en las manos, pensaba en los abuelos, en su amor, y en la forma en que aún, y sin demostrarlo, lo amaba la abuela... "Mi amor por ti es más grande que la luz de las estrellas."

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⏰ Last updated: Mar 03, 2019 ⏰

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El Secreto Del Verdadero Amor. *Editando*Where stories live. Discover now