Los sueños...

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No puedo pensar que mi mamá tenga algo malo, ya son muchas veces que se cae, tira cosas o no pueda levantar algo pequeño porque pierde fuerzas, el doctor dice que aún no logra saber con precisión lo que es aquella mancha en la radiografía que se tomó hace una semana. Ilse también dice que le preocupa mucho (ella está estudiando y trabajando en enfermería), quiere ver la radiografía para mostrarsela al doctor que le da clases, pero el doctor Alfonso no nos la ha dado desde entonces.

Le he contado a Misael lo que pasa con mi mamá y a él también le preocupa (por que se llevan muy bien).
-Descuida, no le pasará nada malo- me abraza.
-¿Y si tiene algo malo?- le digo recargada en su pecho.
-Si tiene algo malo, yo estaré en todo momento con ustedes.- me abraza aún más fuerte y sin pensarlo me sale una lágrima que se sumerge en su camiseta.

Mi mamá está normal, parece que soy yo a la que le detectaron algo que puede ser tanto bueno como malo, pero ella está... tranquila; cuando le pasa algo, ya no le asusta ni nada, lo toma como cualquier otro accidente, aunque a mí es a quien más le asusta "sus accidentes". Espero que el doctor me diga que es lo que en realidad tiene, porque ya no puedo con ésta angustia que cada día que pasa se repite en más ocaciones.

-Gracias por estar conmigo en estos momentos,- le digo mientras voy cerrando mis ojos -en verdad, te lo agradezco...
Acaricia mi cabello -Yo siempre estaré para ti, lo prometo.- me quedo dormida en su regazo mientras siento que sigue acariciandome.

Estoy parada en el centro de un jardín lleno de flores, a lo lejos alcanzo a ver la silueta de una pareja que caminan hacia mí, conforme avanzan noto que no son jóvenes, de hecho son mis padres que van tomados de la mano y sonriendo. A medio camino ambos se detienen y gritan mi nombre -¡¡Isabella!!- yo corro hacia ellos al oirlos, de repente noto que no los alcanzo, cada vez se alejan más y más. Me detengo, veo que se dan la vuelta y caminan, pero con la distancia se van haciendo más chicos hasta que desaparecen y yo me derrumbo en el pasto. En el mismo sueño siento que me duermo y cuando despierto del sueño, estoy en una casa vacía, era mi casa, pero los muebles estaban tapados con sábanas blancas y había mucho polvo.

Mi habitación estaba vacía completamente, tenía cortinas pero no había ningún mueble, ni siquiera la cómoda que tenía desde chiquita. En la habitación de mis papás también tenía cortinas oscuras, pero en ella sí había muebles aunque éstos no estaban cubiertos por sábanas ni por polvo, estaban aparentemente normal. -¿Mamá?- nadie me responde, así que empiezo a ver si aún había cosas dentro, en el buró que está a la izquierda encuentro dos cartas, una tenía mi nombre y la otra tenía el de mi mamá. Decido abrir primero la que tiene el nombre de mi mamá y me dispongo a leerla:

"Dile a Ilse que la amo, pero me tengo que ir... Quisiera contarle lo que pasó pero no tengo cara para verla después de que me encontró con... ellos. Sé que no me quieres ni ver, pero haslo por ella. Por favor...

Atte: Santiago."

Me derrumbo completamente sin comprender nada, agarro la carta que tiene mi nombre y la abro, no entiendo, es mi letra, pero ¿porqué tiene mi nombre con la letra de mi mamá? En fin, me dispongo a leer las siguientes líneas:

"Mamá:
Sé que no es el medio para esto pero creo que deberías saberlo... ya se la causa por la que mi papá no estaba mucho tiempo con nosotras en casa, él tiene otra familia, los vi cerca del lugar a donde fui para que me entrevistaran... no pudo negarse, lo topé de frente y cargaba a un niño como de seis años.
Pero lo que más me duele es que tú ya no estas aquí para consolarme, pero sé que a donde quiera que estés, me estas cuidando... no soporto pasar otro año más sin ti, no sé lo que me espere pero creo que me resignaré...
Te extraño mucho mamita.

Isabella".

Cuando termino de leerla, me quedo helada, mi mamá no está viva, pero ¿cómo?, mi papá ¿con otra familia?, ¿yo en otro lado? Y ¿la casa abandonada? Esto no puede ser... ¿cómo sucedió? Me dispongo a buscar más cosas que me digan la realidad de mi sueño. Busco en la cocina, en el cajón en donde siempre guardaba papeles importantes y me encuentro con los estudios que en verdad se sacó con el doctor, los abro para leerlos y en la última página tiene escrito una sola palabra que me da razón a mi sueño: "Cáncer".

-¡No! ¡Mamá!- digo gritando una y otra vez, de repente me despierto y a la vez despierto a Misael que está igual de alterado que yo.
-¿Qué sucede Bell?- me dice poniendo una mano en mi espalda.
-Yo... tuve un sueño... muy feo.
-¿Qué sucedió? Cuéntame.- me tranquilizo un poco y le cuento a detalle, pero se me quiebra la voz cuando le digo la última parte y en ese momento me abraza. -Tranquila, sólo fue una pesadilla... no es nada de eso.
-Pero hay veces que si se cumplen...- me sumerjo en su pecho.
-Si eso pasa, yo estaré para apoyarte por siempre... mi pequeña...- me da un beso y nos quedamos así, abrazados y mis lágrimas se plasman en su camiseta azul marino, mientras yo no dejo de pensar en aquella palabra.

No puede tener cáncer mi mamá, ella no... no...

El Secreto Del Verdadero Amor. *Editando*حيث تعيش القصص. اكتشف الآن