Los inicios del amor.

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Después de ese día seguimos ensayando a diario, yo con cierta precaución de no equivocarme y sobre todo de no sentirme nerviosa en las escenas donde Misael y yo participamos juntos. El profesor está tan convencido con lo que hacemos que dice que estamos haciendo un gran trabajo.

Hoy es lunes, en dos días presentamos la obra y en dos días dejaré de verlo, pero no quiero. En realidad es el último ensayo, para que mañana hagamos un ensayo general con el vestuario correcto y el miércoles sea presentada ante la escuela. Ilse no podrá pasar por mí así que me voy sola y ensayando mis diálogos.

Cuando llego veo a Misael en la puerta de la escuela, ¿por qué no habrá entrado? ¿Me estará esperando? No creo. -Hola Misael! ¿A quién esperas?- espero que no sea a mi.
-Hola Isabella- me saluda con un beso en la mejilla. -A ti... para ensayar los diálogos aparte.- me sonríe y le sonrío de vuelta.
-Oh! Esta bien. ¿Quieres entrar o nos quedamos aquí?
-Mejor entremos, aquí está haciendo aire. Vamos.- vamos caminando en silencio, cuando siento algo en mi mano... ¡Era su mano agarrando la mía! Volteo a ver nuestras manos agarradas y luego su cara. Como es más alto que yo y el sol reflejandole, era tan guapo que no pude evitar sonreír al verlo. Me voltea a ver. -¿Qué pasa Isa?
-Nada, sólo me preguntaba el porque tomaste mi mano...- levanto las manos.
-Oh! Eso! Emm pues...- creo que es la primera vez que lo veo algo nervioso. Se ve tan lindo. -Quiero familiarizarme con ellas...- Justo cuando iba a decir algo llega el profesor y no evito soltarlo repentinamente.

-Me alegro que ya se lleven mejor- suelta y sonríe. ¿Qué quedrá decir con eso? -¿Están listos para el último ensayo?
-¡Sí!- gritamos todos. Ilse acaba de llegar.
-Bien, espero que esta actividad les haya servido para socializar un poco,- voltea a vernos a cada uno de nosotros, pero no me doy cuenta que Misael estaba a mi lado y el profesor se nos quedaba viendo a ambos. - y tener mejor comunicación con chicos de distintos grupos.- Todos asentimos con la cabeza. -Bien chicos, quiero ver todo su empeño ahorita y de eso depende si mañana hay doble ensayo o no. ¿De acuerdo?
-¡Sí!- gritamos y aplaudimos.

Practicamos la obra y sin errores. El profesor aplaude y no deja de aplaudir. -Muy bien chicos, me sorprenden... Ahora, tendrán todo el día de mañana para que se relajen y descansen.
-¿Y la clase de mañana profe?- dice el amigo de Misael, Juan.
-¿No está claro aún?- dice y se cruza de brazos. -La clase de mañana se pospone para el jueves. Mis actores no deben de tener tanta presión.
Todos sonreímos y veo a Ilse, tratando de decirle que hagamos algo. -Genial!- pronuncio sin emitir ningún sonido.
-Bien, nos vemos el miércoles, bañados, peinados y listos para su gran momento. Hasta luego chicos.

Voy con Ilse para regresarnos juntas a mi casa. -Hola Il.
-Hola Bell! Hey ¿qué pasa con Romeo?- me suelta susurrando -Nada más se te queda viendo.
-¿Qué? No, cómo crees... y se llama Misael, no Romeo.- digo riendo.
-Sí, bueno, el caso es que se está acercando.- me dice pero cuando volteo para ver, Misael ya estaba detrás de mí.
-¿Bell? ¿No te llamas Isabella?
-Eh si, pero Il me dice así, verdad Il.- volteo y jalo discretamente a mi amiga para que se una a nuestra conversación.
-Sí, así es. Le voy diciendo así desde hace diez años.- se recarga en mí.
-Eso es mucho tiempo... pero es muy padre tener a una amiga de tantos años.- nos sonríe. Pero así se ve aún más lindo. ¿Dije lo correcto? ¿Qué me está pasando? Dios... creo que me está empezando a gustar.
-Sí, es como la hermana que siempre quise tener.- digo para no decir lo que estaba pensando.
-Que bueno, estaba pensando si mañana para distraernos salimos... los cuatro.- sonríe.
-¿Los cuatro, quiénes?
-Tu amiga, mi amigo, tú y yo... sólo si quieren.- nos voltea a ver y yo volteo a ver a Ilse para ver que dice.
-Claro que si, siempre y cuando Bell acepte.- me voltea a ver con esa mirada que sólo ella y yo entendemos.
-Sí, estaría bien. ¿En dónde nos vemos?
-¿Qué les parece si nos vemos en el kiosko que está acá adelante...?- señala cerca de dónde vivo. Ilse sabe bien donde queda y asiente, al igual que yo. -a las... doce, ¿les parece?
-Sí. Ahí nos vemos mañana.
-Vale. Nos vemos.

Misael se va, mientras yo sonrío y lo veo irse, de esa forma tan peculiar que me parece interesante. No lo puedo creer, acabamos de acordar en vernos, no estaremos sólos, obviamente, pero ¿esto se puede considerar una cita? Espero que no. Además después del miércoles ya no lo veré a diario, o eso creo. Y eso está bien, porque un chico como él ha de tener novia, no es que quiera andar con él, claro, pero se me hace un chico lindo y atento que sólo me queda esperar a mañana a ver que pasa. Pero sólo somos amigos, ¿Qué puede pasar? Nada, porque entre amigos, no hay nada más que pura amistad.

-¿Quieres ir a mi casa un rato Il?
-Claro, vamos... y así me cuentas sobre lo que acaba de ocurrir.- sonríe maliciosamente. -De tu Romeo.
-No es mi "Romeo". Es mi amigo y nada más.
-Bueno, como digas, pero tienes que contarmelo todo. ¿Ok?
-De acuerdo. Vamos.- de camino a casa, compramos dulces y contamos chistes. Llegando a mi casa nos quedamos en la sala y ponemos música.
-Te gusta Misael, ¿verdad?- me sonrojo un poco.
-Emmm ¿Por qué piensas eso?
-Es obvio, te le quedabas viendo desde el primer ensayo. Durante los ensayos no le perdías la vista, y hoy estában juntos, más juntos de lo normal. ¿Quieres que te diga más?
-No, así está bien. Pero es raro, tú más que nadie sabe que no soy así normalmente. Simplemente éste chico Misael, tiene algo que me atrajo desde que lo vi. Hoy, me lo encontré en la entrada de la escuela, cuando íbamos caminando me tomó de la mano y cuando lo ví a los ojos, sentí algo muy extraño...- hago una mueca.
-¿Qué sentiste?
-Sentí que hubo una conexión entre él y yo. Sentí que él marcaría mi vida de un modo distinto. Que mi vida tendría un antes y un después de él. Que ya no sería nada igual después de conocerlo... simplemente él será mi nueva forma de ver al mundo.
Ilse suspira. -Wow, eso es tan profundo. Pero eso si te digo, si te llega a lastimar, no se la va a acabar... Haré que se aprenda lo que más odie.
Ambas reímos. -Oh sí, eso lo sé muy bien. Eso es tan macabro... uuuhh!
-Pero no dejes que acabe contigo, no más del desastre que tiene planeado hacer en ti.
-Te lo prometo Il...- me abraza tan fuerte que me hace recordar cuando la conocí.

El Secreto Del Verdadero Amor. *Editando*Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ