— Rayos... — apretó el puño frente a ella, tensando la mandíbula demostrando su frustración.

— Tranquila, Marinette, ya será otro día — intentó animarla su mejor amiga, quien se acercó por detrás de ella, colocando su mano en su hombro—. Ya sé, ¿qué tal si salimos hoy mismo? ¿Eh?

— ¿Qué? Uhm, pues no es una mala idea...

— Un restaurante, tú y yo platicado sobre Ladyblog y me ayudarías a obtener nuevas ideas para el blog ¿genial, no? — le sonrió con emoción.

— Hum...

(....)

— ____, te dije que te cubras bien la boca, no queremos que te resfríes como las otras veces — la madre de la chica de ojos (c/o) habló algo preocupada mientras veía a su hija mirando al rededor con atención.

— ¡Es hermoso! — susurró  ____. Hace tiempo que no viajaba a París. La nieve, los árboles, la gente, todo era encantador. Los padres de  ____ habían decidido viajar de visita con sus primos y tíos, quienes llevaban viviendo en la ciudad del amor ya varios años. Cada cuánto tiempo, en las vacaciones sea de invierno o verano, la familia de ____ decidía por ir a visitarlos y luego regresar a casa, en (d/v).

— No estoy muy seguro, últimamente escucho sobre ese escándalo de... Gente que controla el clima, o superhéroes enmascarados haciendo la lucha contra el mal — el tono de voz se su padre sonaba sarcástico—. No me agrada nada.

— ¿Superhéroes? Papá, obviamente es mentira — rió la chica de pelo (c/p) expulsando vaho dentro del auto—. ¿Cuánto falta para llegar? — preguntó al no poder aguantar la felicidad. Quería bajar de auto y verlo todo de nuevo, sentirlo todo de una sola vez.

— Ya casi, mira — señaló a la distancia a un edificio color amarillo—. Ese es el colegio en el que se encuentran tus primos — cuenta la madre, tranquila a comparación de su hija.

— ¿Cómo se llama? — preguntó de nuevo ___.

— Era... ¿Colegio Francoise? —murmuró la mujer, viendo el edificio en búsqueda de tener una respuesta más clara. Sin embargo, el auto se alejó de la escuela y la idea nunca llegó a su mente—. Hmm... No recuerdo muy bien.

— Ya veo — contestó la chica —. Está muy bonito, la verdad.

— Sólo es un colegio más — habló el padre, aclarando su garganta.

La chica recargó suavemente sus manos en la ventana, suspirando y cubriendo la ventana de blanco, ella sonrió, una vez que el humo desaparecía divisó junto a su auto una limusina.

Quedando atónita, vio fijamente como pasaba junto a ella, notando a un joven de perfil con cabello rubio y la mirada baja. Hasta que se alejaron, ella salió de aquella extraña conexión que sintió con el chico desconocido.

— ¡Mira, al parecer un famoso está por aquí! — habló la madre—. De todas las veces que hemos venido, nunca había visto una limusina a esta distancia.

Pocos minutos después, el auto se detuvo frente a la casa de los tíos y primos de ____. Se trataba de un edificio alto de ladrillos pintados con un color café rojizo oscuro y una puerta principal de madera. Al bajar las maletas, los familiares se apresuraron a salir del resguardo del hogar con tal de saludar a los recién llegados. ____ se llevaba bien con sus primos, sobretodo uno de ellos llamado Elliot quien era mayor que ella por dos años.

— ¡____! ¡Por fin llegas! — la saludó chocando las manos—. Estábamos desesperados sin ti.

— Ya quería venir — sonrío hacia él. Elliot era pelirrojo, ojos color avellana con una sonrisa encantadora y altura un tanto grande. Sinceramente se trataba de un joven lleno de chispa, ideas locas pero muy buen corazón—. ¿De qué me perdí?

Not Chat Noir [Chat Noir y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora