Capítulo 32: Príncipe encantador

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- Cariño –un tono dulce se escuchó tras la puerta, la cual abrieron con cautela. Mi madre asomó lentamente la cabeza, mostrando una sonrisa que escondía preocupación. Yo ni me molesté en sonreír, no me quedaban fuerzas. –Como ya te dije, aún puedes venirte con nosotros.

- No voy a ir contigo y con papá a una exposición de arte moderno.

- Te vendría bien salir de casa, Jungkook.

- No tengo ganas.

- Pero hijo...

- ¡Que no quiero salir! ¡Déjame y cierra la puerta cuando te vayas!

- ¡Oye, a mí no me hables así! –ahí estaba de nuevo, la verdadera personalidad de mi madre. Creo que debí asustarme demasiado, porque inmediatamente volvió a colocar un suave tono y su dulce y fingida sonrisa. – Solo nos preocupamos por ti, ya lo sabes.

- Sí, pero te prometo que no quiero salir ahora.

"Ni ahora ni nunca. Me haré viejo en esta cama o moriré ahogado entre mis propias lagrimas"

Otra persona habría dicho que moriría de inanición, pues con la depresión habrían dejado de comer, pero en mi caso era todo lo contrario. Por desgracia cada dulce o bolsa de patatas que encontrara, terminaba en mi estómago. A este paso, si quería cumplir mis palabras deberían comprarme una cama más grande.

- Está bien –terminó cediendo mi madre, soltando un suspiro de cansancio. –Si necesitas algo llámanos y vendremos enseguida.

- Vale.

- Cenaremos fuera y volveremos sobre las once.

- Está bien.

- Y más te vale que cuando volvamos no te encuentre enganchado al ordenador o a tus videojuegos como de costumbre.

- Sí mami.

- Te quiero hijo –terminó declarando, acercándose a dejar un beso en mi frente. Era raro ver a mi madre cariñosa, por lo que supuse que debía verme muy mal. Yo le respondí lo mismo con un poco más de desgana y esperé impaciente a que se marchara. Nada más escuchar la puerta de la entrada cerrándose, me levanté con intención de comprobar mi aspecto y de atacar la nevera.

Pero al mirarme en el espejo de mi habitación casi me muero del impacto.

"¿Esa cosa de ahí soy yo?"

No es que estuviera feo, es que estaba demacrado. Parecía un cadáver en vida, un muerto viviente, un maldito zombie con una nariz destacable. ¡Estaba horrible! Unas increíbles ojeras destacaban en el show que se había convertido mi rostro, mi pelo parecía el de una escoba y juraría que estaba más pálido que de costumbre.

Rápidamente hice conteo mental de las personas que me habían visto estos últimos días, de aquellas que tuvieron que soportar mi desagradable aspecto.

"Y olor. Hueles asqueroso también"

Mandé callar a mi conciencia y comencé por mis padres. También me vio una vecina que se encontraba charlando amigablemente con mi madre cuando bajé a coger provisiones. Sí, comida, mucha comida. Me vio Taehyung todos los días, cuando venía a visitarme pensando que había cogido una enfermedad terminal.

"Y en esos momentos lo trataba de idiota. Realmente parece que voy a morirme, por dios. Tendré que disculparme con el pobre Tae"

Entonces solo me habían visto cuatro personas.

"Y un pájaro"

Cierto, y el pájaro que se posó el día anterior en mi ventana. Lo único que hizo fue despertarme con sus malditos piares, verme, y salir volando. Tampoco me molestó mucho, ya que eran las tres de la tarde y en breves terminaría despertándome yo mismo en busca de alimento.

Descubierto [Jikook]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora