Capítulo 28: No te entiendo

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- Ey, Jungkook –me llamó mientras se limpiaba con el primer trapo que encontró por la estantería. Yo estaba terminando de abrocharme los botones de la camisa, así que levanté la vista y le miré confundido.

- ¿Qué pasa? –y entonces recordé que en esta ocasión me había dejado una marca. Podía taparla con la camiseta, pero aún así debía prevenir y estar alerta de que nadie la viera. – Oh, tranquilo. Si es por el chupetón no te preocupes, puedo taparlo.

- No era eso –rodó los ojos y lanzó desinteresadamente el trapo a un lado, ni siquiera vi donde cayó debido a la poca luz que iluminaba el pequeño cuarto. – Pero ahora que lo dices, hazme el favor –sonrió y acarició mi mejilla. Siempre que me pedía esconder algo o hacer ciertas cosas para que no nos pillasen, se volvía más cariñoso. No lo entendía, no tenía por qué, era yo quien debía preocuparme de guardar el secreto cien por cien. – De todas formas quería comentarte un-

- ¡Oh, mierda! –me quejé al escuchar la vibración del móvil junto la atronadora música de mi tono de llamada. Era Taehyung. – ¿Puedo?

- Claro –respondió entre risas, como si mi pregunta fuera ridícula, y quizás lo era. Qué se yo, simplemente preferí preguntarle antes que arriesgarme a molestarlo, no tenía porque mirarme de esa forma. Hacia que me entrara vergüenza y mis mejillas se volvieran rojas. Jimin, idiota.

- ¿Sí Tae? –descolgué el móvil, apartando la vista del castaño y clavándola en ningún punto en concreto del techo.

- ¿Jungkookie?

- Pues al que has llamado.

- Suenas como agitado, cansado... –mordí mi labio, temeroso de que me pudiera pillar. Irónico, ya que nada podía relacionarme con Jimin, absolutamente nada. Aún así el miedo no nos deja pensar con claridad, y eso era lo que me ocurría a mí. – ¿Estas corriendo una maratón?

- Estamos en horario escolar, bobo –respondí ahora más tranquilo, relajando todo mis músculos. Suspiré y me recargué en la pared, soltando la primera excusa que me vino a la cabeza. – Acabo de tener clase de gimnasia.

- Oh, era eso –rió y rodé los ojos. Seguro que ya iba a sacar mi condición física a la luz. – Eres un flojo, Jungkookie.

- Aún soy pequeño, idiota. Ya verás cuando crezca un poco más. Mi brazo será tan grande como tus orejas.

- ¿Qué estas insinuando sobre mis orejas?

- Nada, que me gustan mucho.

- Oh, a mí también. Y a Hobi aún más –respondió inocentemente, probablemente sonriendo. Podía visualizar perfectamente esa sonrisa, pues era la que se le ponía inconscientemente al pensar en su novio, y la que últimamente cubría su rostro cada segundo del día.

- ¿Entonces para que llamaste, Tae?

Jimin me miró con impaciencia, tenía los brazos cruzados y ya no sonreía. Rodé los ojos y levanté un dedo en señal de que solo tardaría un minuto. Él bufó pero no dijo nada, se entretuvo acariciando mi abdomen por debajo de la camiseta en delicados movimientos circulares. Yo quise negarme, porque me desconcentraba lo suficiente como para no poder poner todos mis sentidos en Tae, pero no lo hice, principalmente porque me había prometido a mí mismo que jamás desperdiciaría siquiera un roce de Jimin. Todo lo que proviniera de él era demasiado valioso.

- Para invitarte a un plan tan genial que no podrás rechazar.

- No quiero ir, gracias.

- ¡Pero escúchame antes de negarte! –se quejó de forma infantil, tono que me causó gracia. Sonreí bajo la desconcertada mirada de Jimin, a quien le di a entender que no era nada, y volví a la conversación. –Además, no puedes rechazarlo no porque sea genial, sino porque me lo prometiste.

- ¿Qué yo te prometí qué?

- Aceptaste que te presentara a Eunwoo. Él vendrá esta tarde, así que te quiero a las cinco listo en la dirección que te voy a mandar ahora con mi móvil.

- No recuerdo haber aceptado nada de eso –mentí. Me acordaba perfectamente, pero fue para no seguir escuchándole, no porque quisiera.

- Me da igual, vienes y punto –fui a quejarme pero él se me adelantó, mandándome un sonoro beso y despidiéndose antes de que yo pudiera formular palabra. – ¡Nos vemos, Jungkookie!

- ¡Eh, n-no, espera Ta-

- No grites o nos oirán –me recriminó Jimin, apartando su mano de mi vientre al instante. Suspiré y guardé mi móvil con derrota.

- Me ha colgado.

- ¿Quién te ha colgado? – preguntó. Sinónimo de "¿Quién era?". En estos días había percibido que Jimin tenía una personalidad, como menos, curiosa. Siempre prestaba atención a mis amistades o círculo social, opinando quienes me convenían y quienes estaban mejor a ocho metros de mi trasero. A mí no me molestaba, pues la única persona que me importaba era él.

- Taehyung –respondí con desgana. Sabía que iba a preguntarme el porqué de mi cara, así que me adelanté con la explicación. – Me ha invitado a ir al Karaoke.

- ¿Tu y él?

- Y más gente, supongo.

- ¿Entonces qué hay de malo? –preguntó con curiosidad, volviendo a acercarse disimuladamente a mí. No sé porqué, pero siempre terminaba tocándome, aunque fuera agarrarme ligeramente del meñique.

- Pues que irá un tal Eunwoo, un chico al que quiere presentarme.

- ¿Presentarte por qué?

- No sé. Se ha puesto en plan "tienes que salir con alguien sí o sí" y está convencido de que Eunwoo me encantará.

- No me gusta ese chico para ti.

- Jimin – reí aunque él no lo hacía, de hecho parecía que lo decía con completa seriedad. – Ni siquiera lo conoces.

- Me da igual –respondió cortante. Mierda, ya le había enfadado. Solía ser tan precavido con él, por este motivo, porque era muy fácil molestarle, y lo peor de todo era que ni siquiera sabía qué narices era lo que le enfadaba para no volver a repetirlo. Se giró y tras acomodarse la chaqueta del uniforme, fue a abrir la puerta. Él siempre salía antes y tras unos minutos lo hacía yo, así era más difícil que alguien nos viera.

- Ey, espera –le detuve agarrándole del brazo. Aún seguía enfadado, pude notarlo al ver como me miró, por lo que quité el agarre de inmediato, temiendo cabrearlo aún más. – Antes ibas a decirme algo.

- ¿Eh?

- Eso. Antes de que me llamara Taehy-

- Ah, no era nada.

Y salió dejándome con la palabra en la boca, igual que siempre, con tantas cosas que guardaba para decirle y pocas que realmente expresaba.

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sulljk

No hagan caso a esto, gente. Es por culpa de Watpadd, sigan circulando y prosigan con sus vidas llenas de yaoi ♡

Descubierto [Jikook]Where stories live. Discover now