Capítulo 35: Tutor

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El aula es espaciosa, con gran capacidad para muchos alumnos, un lugar perfecto para tomar las clases es algo complicado de averiguar, elegir un asiento y estar ahí por cada día. Me senté en los bancos de en medio, no quería estar enfrente, ni tan atrás. Coloqué mi cuaderno sobre la paleta del banco y comencé a observar el lugar más a profundidad y a detalle.

— ¿También eres nueva? —Uno de alado preguntó.

—Si—Le contesté.

— ¿De dónde eres? —Siguió preguntando.

—Soy de Orange. —Respondí.

—Yo soy de los Ángeles. —Me dijo.

—¿Oh enserio? Es genial que vengas de allá, es muy concurrido. —dije.

—Así que solo hay nuevos cadetes aquí—Otro chico dijo en voz alta.

—Si, son los que acaban de ingresar—respondió el chico con el que hablaba.

Volteé a ver la entrada del aula, llegan más y más personas, en poco tiempo se llenaron todos los bancos del lugar. Es cuestión de unos minutos para que empezara la clase. Me ponía nerviosa, no sabía que iba a suceder a partir de ahora. — ¿Cómo será nuestro profesor? —me llené de pensamientos.

—Buenos días alumnos. —El maestro dijo mientras entraba. Se mira joven y agradable. Una persona que al ver es digna de respetar, deslumbra con su rudeza física, una persona que, con verla una vez, te viene en ti una sola cosa "Disciplina" joven pero que es alguien a quien respetar con solo verlo.

—Bienvenido se han todos. Yo seré su profesor de la materia de civil. Aprenderán muchas cosas respecto hacer un buen soldado y cuáles son nuestras obligaciones y responsabilidades como tal hacia el país. La manera de cómo actuar en las diferentes situaciones que se les presente, el trato con las personas que será su deber cuidar y proteger y el como ver por ellas. Ahora se levantarán y se presentarán ante todos aquí de uno en uno y me dirán su nombre, edad y de dónde son.

—Odio ese tipo de presentaciones—pensé. Todos de uno en uno se fueron levantando de sus asientos y presentándose como dijo el maestro. Estaba en los asientos de en medio así que era cuestión de tiempo para que yo siguiera. Mis nervios estaban a punto de colapsar en ese momento, estaba a punto de ser alguien débil frente a todos.

Mi compañero de enfrente se levantó y comenzó a hablar. —Ya sigo yo—pensaba cada segundo en lo que miraba mi turno venir. Mi corazón estaba alterado, sentía que iba a salir de mi pecho, respiré profundamente y solté el aire varias veces, pero aún seguía mis nervios.

—Gracias, el siguiente—dijo el maestro.

—Me llamo Histon Rad. Soy de Orange, California y tengo 13 años. —Me levante y hable. Mi voz estaba quebrándose, apenas podía hablar claramente.

—Muchas gracias Rad, eres muy joven aún. —dijo. Estaba a punto de sonrojarme por el comentario, remarco lo único que no quería que hiciera, mi edad. Al cabo del tiempo terminaron todos de presentarse.

—Soy el soldado Mitch, pertenezco al escuadrón civil. Me mandan al servicio cuando hay problemas civiles, revuelas, desorden público grave, para resolver los problemas que estos estén causando. Tengo doce años trabajando aquí de maestro al igual de ser soldado activo. Si tienen dudas, no duden en preguntarme, estaré a su disposición siempre. Muchas gracias a todos por presentarse hace unos momentos, les agradara la materia como tal en este curso. Es muy interesante ver el como reaccionaran a las investigaciones y trabajo en equipo que se dejaran. Iniciaremos las clases a partir de este momento y bienvenidos al ejército. —Después de eso comenzó la clase.

R.E.DDonde viven las historias. Descúbrelo ahora