R.E.D

Capítulo 22: Tensión en el comedor

—Vamos Rad, formémonos en la fila antes que crezca más.

Me concentraba en las miradas de todos, observándonos de pies a cabeza, los demás también sentían una incomodes al respecto, la fila seguía avanzando a una velocidad lenta, cada vez me incomodaban más, tenían una mirada realmente pesada se podía sentir con la profundidad que lo hacían. Nos estaban intimidando para ver quién era el primero que salía corriendo. ¿Quién podría aguantar con tal presión?, eso decían en sus mentes, estaba segura de ello. Así que querían que cayéramos en su juego, pero no les iba a dar el gusto de eso, además era un blanco fácil. Parecía una prisión esa sensación de pesadez y tensión en el ambiente no era normal.

—Rad, tranquilízate todo va estar bien. —Me decía Grey.

—No te preocupes, ya lo hice, ahora que comience la supervivencia Grey. —Le dije cambiando completamente mi expresión.

— ¿Qué desea del menú? —La cocinera me preguntó.

—Deme por favor eso que está ahí. —Realmente no sabía qué era, solo lo elegí.

—Gracias. —Le dije cuando me dio el platillo.

Ahora era cuestión de buscar una mesa libre, pero mientras observaba cada rincón del lugar ninguna mesa estaba desocupada, los demás compañeros que pasaron primero en la fila, aún seguían buscando un lugar para comer. Después de un par de minutos una mesa del fondo se comenzó a desocupar, un espacio para seis personas, así que comencé a apresurarme para ganarla, lo más rápido posible.

—Grey, rápido. —le dije.

Me dirigía normalmente hacia la mesa, tenía la guardia arriba por si algo pasaba, pude observar que por donde iba a cruzar, alguien colocó su pie para hacer que cayera y de seguro dejarme en vergüenza ante todos.

— ¿Es necesario esto? quita tu pie. —Le dije sin ninguna duda de las consecuencias. Comenzó a reír. Así que yo solo pase esquivándolo, dándole un pequeño pisón a sus zapatos brillantes a propósito.

—Ah lo siento, no me di cuenta. —Comencé a reír, lo miré directo a los ojos, parecía que estaba a punto de explotar del coraje, pero se tranquilizó, todos observaron la escena, ya no era un caos para mí, sino para él. Ahora él se está diciendo en su mente ¿Una niña lo dejo en ridículo? Llegué a la mesa y me senté junto con otros de la prueba.

—Rad ¿cómo pudiste hacer eso? acaso ¿sabes lo que acabas de hacer? —Me dijo uno de la mesa. Estaba un poco nerviosa por lo que había hecho, pero tenía que hacerlo sin importar las consecuencias.

—Tienes valor niña. —Una chica de la mesa me dijo al igual que los otros tres de ahí. Solo sonreí y comencé a comer. Mientras comía podía observar que había cinco cámaras de vigilancia distribuidas por todo el comedor.

—Oye niña, tú la que está ahí. —Escuche decir. Volteé para mirar quien era el que estaba hablando. Era evidente que se referían a mí. Levanté la mirada y lo miré sin decir nada por unos segundos.

— ¿Quieres morir? —Dijo.

—Ah, ¿quién me va a matar, tú? —Le respondí.

—Deja de fingir que tienes agallas y solo comienza a llorar como un bebé. — Continuaba hablando. Todos comenzaron a reírse por su comentario. No hice nada y seguí comiendo, la típica persona que se creía lo mejor del lugar, siempre sale a enfrentarse a alguien, que lo hace quedar mal.

—Rad, tal vez debamos retirarnos. —Grey me dijo mirándome serio.

—No te preocupes estoy bien. —Le dije con una sonrisa.

— ¿Me estas escuchando? —El sujeto dijo.

— ¿Acaso no eres un soldado o eres un payaso? — Me levanté. Comenzó a acercarse poco a poco donde estaba.

—Ve a tu casa a seguir jugando con tus muñecas. —Me estaba sacando de mis cabales el tipo.

—Ve a jugar a que eres un soldado. —Le conteste.

— ¿Por qué crees que alguien como tu es un soldado? no te comportas como tal. —Seguí contestando.

—Son unos ingenuos que creen, en poder convertirse en soldados, mírense no tienen oportunidad de pasar, esto es algo completamente distinto a lo que piensan todos ustedes novatos. —Decía.

— ¿Quién te hace pensar que no podemos lograrlo? tú no sabes que fue el motivo de cada uno de ellos a seguir este camino para convertirse en un soldado. Todos tienen sus propósitos, de por el cual se están esforzando en cada prueba que ponen, no para que venga alguien que lo es, y empiece a decir tonterías.

—Que ridículo. —Expresó.

—Vamos. —dije.

—Si se quieren divertir intimidando a los reclutas, primero intimídense entre ustedes, no siempre habrá quien caiga en sus juegos mentales. —Llegue a ese punto de retirarnos del lugar, antes que explotara más.

— ¿Cómo te llamas? —Escuche decir.

—Rad. —Contesté.

—Rad, eres la primera desde hace mucho tiempo que nos reta y nos habla así sin tener miedo, con valor, eso que desde que entraste por esa puerta parecía que estabas muriendo de miedo al vernos, no sé qué te hizo tranquilizarte, pero lograras pasar. Tienes lo que se necesita, valentía y valor por sobrevivir, eso habla bien de ti, solo es cuestión que madures más. —Salimos del comedor.

—Mi corazón está a punto de salir de mi pecho, estaba muy nerviosa. —Exhale.

—Rad, fue genial y atemorizante. Pensamos que ibas a pelear con ellos o algo así. —Solo me reía al escucharlos decirme eso.

—Vamos chicos a empezar con la siguiente etapa, la prueba psicológica. —Dijo el chico que estaba con nosotros.

—Vamos. — Dijimos los seis al mismo tiempo.