Capítulo 34: El comienzo

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—A mí me tocó en el otro edificio—Le dije.

Estaba triste porque estaré sola en el edificio. Tomé mis cosas y me dirigí al otro edificio, me coloqué enfrente de la puerta y la abrí, había muchas mujeres en el primer piso. Comencé a caminar, poniéndome nerviosa mientras avanzaba, sentía que me observaban. Sin detenerme seguí y comencé a entrar por el elevador para ir hasta el piso 8. Se abrieron las puertas y mire demasiadas puertas por todos lados con un número anotado en ellas. La primera que mire fue el #255 así que comencé a ir hacia la derecha, siguiendo el orden numérico. Ya casi estaba por llegar a la #265. Era una de las casi últimas de ese pasillo, eso era genial, no había tanto ruido para ese lugar. Me paré justo enfrente de la habitación #265.

— ¡No tengo la llave! — dije al ver que necesitaba una para abrir.

La cerradura no era de una llave normal, si no era por una tarjeta, así que revise el folder que nos habían dado antes, había mirado una credencial de identificación con mi foto y tenía un chip que no sabía para qué era, ahora ya lo sé, es para ingresar a mi habitación. La tome y la deslice en la ranura. De inmediato se abrió la puerta, dando acceso y entre. Las habitación es espaciosa, pude ver que había tres camas, una de ellas estaba ocupada con cosas y me fui directo a la última cama que se miraba abandonada. La cama del medio se miraba desocupada, pero en la última había sobre la cama uniformes de varios diseños, agarre uno, me parecía genial el color "Uniforme de Gala" estaba escrito en la nota. Mire los demás y decían "Uniforme diario", "Uniforme cultural" y "Uniforme deportivo" entre otros que había ahí. Los coloqué en un armario que había a lado de la cama, comencé a ordenar todo. Termine de desempacar y coloque la computadora en un escritorio que estaba justo enfrente, me parecía un espacio práctico. En la cama estaba una hoja con el horario que se me asignó, tenía apuntado los horarios de las comidas y descansos que se usan aquí. La hora para cenar es a las 8:00 p.m., miré el reloj y aún faltaban un par de horas para cenar algo. No continúe mirando el horario, lo deje en el escritorio para no perder ese horario y leerlo más a detalle más tarde, me recosté en la cama para descansar un poco. Mi espalda me estaba matando, al igual que mis pies por tanto que permanecí sentada y entumecida sin hacer nada por 14 horas de viaje. Pasó el tiempo, no me percate que me había quedado dormida. Me levanté rápidamente observando la hora. Aún no era demasiado tarde, solo descanse por un corto tiempo, que parecía largo mientras soñaba. Decidí comenzar a cambiarme de ropa, tomé el uniforme de "uso diario" y comencé a ponérmelo, eran demasiadas cosas que tenía el uniforme, muchos detalles, accesorios que acomodar. Terminé, me coloqué los zapatos negros que había encontrado aún lado de la cama, junto a un cajón que tenía el mueble. Escuché la puerta abrirse junto a sonidos de pasos que entraba a la habitación, no volteé a ver quién era y seguí continuando en ponerme los zapatos.

— ¿Eres nueva? —Escuche una voz que dijo.

—Sí—contesté sin voltear a ver aun quien era.

—Hola, me llamo Jessy —Estiró su mano para saludarme. Volteé y la miré, era muy joven de 24 años aparentaba. Con el pelo largo y café, traía el uniforme que yo estaba poniéndome. La saludé de igual forma.

— ¡Oh! ¿Cuántos años tienes? —Preguntó sorprendida al verme bien.

—13—Le respondí.

— ¡No puede ser! ¿Qué haces aquí? —preguntó. Realmente estaba muy sorprendida que no dejaba de verme. No le respondí y comencé a reír sin más.

— Veo que ya te pusiste el uniforme, en poco tiempo iremos a cenar—dijo.

—Sí—Contesté.

—Te acompañare para darte un pequeño recorrido. —Me dijo sonriendo. Parecía una chica muy amable.

—Gracias—asentí con la cabeza. Salimos de la habitación, bajamos hasta llegar al piso uno, todas las demás chicas se dirigían ya al comedor del cuartel. En el exterior había muchas personas por los alrededores caminando, miré uno que estaba sentado en una banca leyendo, otros estaban platicando en grupos e inclusive unos se dirigían a la biblioteca a estudiar, todos realizan sus pasatiempo. Llegamos a la entrada, y es enorme el lugar, es aún más grande que el de mi ciudad. Elegimos la cena y nos sentamos en una mesa vacía.

R.E.DWhere stories live. Discover now