Mejores Amigos. Sergio Ramos

d i e c i s e i s

Capítulo 16

Llegamos al restaurante y era muy lujoso.

— Me podías haber dicho que era tan elegante, me hubiese puesto más formal — le dije mientras esperábamos a que el metre nos diese una mesa.

— Estás genial, no te preocupes — dijo sonriendo.

El metre nos llevó hasta una mesa de dos apartada de la gente.

Nos sentamos uno enfrente del otro y miramos la carta.

— ¿Qué vamos a pedir? — dije mirando la carta — Hay muchas cosas.

— Yo lo de siempre, Luís — le dijo al camarero. Al parecer venía aquí mucho.

— Sí señor. ¿Y la señorita? — me preguntó el tal Luís.

— Em, pues... — me mordí el labio mirando que narices podía pedir — Unos macarrones a la americana con queso —

— Perfecto — dijo él y se llevó la carta.

Otro camarero vino y nos llenó las copas de un vino tinto que tenía muy buena pinta. Lo probé y madre mía de mi vida, era el mejor vino que había probado en la vida.

— Madre mía, Sergio. Este vino está riquísimo — dije mirándole maravillada.

— Me alegro de que te guste — me sonrió y me guiñó el ojo como hacía siempre — Bueno, vamos a hablar, que hace mucho que no nos vemos.

— Sí, 10 años en concreto — dije algo incómoda.

— Te contaría sobre mi vida pero al ser famoso no hay mucho que contar — dijo riendo.

— Pues mi vida no es muy interesante — me reí con él.

— He visto que te has hecho muy amiga de Dani — me dijo bebiendo de su copa.

— Sí, nos hemos caído muy bien. Somos muy amigos — le dije sonriendo.

— ¿Tu mejor amigo, quizá? — preguntó mirándome esperando mi respuesta.

— Sergio... — dejé mi copa de vino.

— Sólo quiero saberlo, no pasa nada. No te sientas mal — dijo suspirando.

— Pues si te digo la verdad... sí, ahora es mi mejor amigo. — dije bajando la cabeza. Él hizo el mismo gesto — Pero no quiero que te sientas mal por esto.

— Tranquila, lo asumo — dijo él — Bueno, ¿y cómo te va el trabajo? — cambió de tema.

Hablamos durante toda la noche y os puedo jurar que fue como si nada hubiese pasado. Como si aún siguiésemos siendo los mejores amigos de hace años que no nos preocupábamos de nada, sólo de no separarnos.

— ¿Y cómo te va en el amor? — preguntó él. Yo dejé de beber de mi copa y le miré.

— Mal, hace mucho tiempo que no estoy con nadie — le dije siendo sincera. No quería más mentiras — ¿Y a ti cómo te va con Pilar? — le pregunté con recelo al pronunciar el nombre.

— Bien bien — dijo bebiendo de nuevo.

— Sergio, te conozco lo suficiente como para saber cuando va bien y cuando no — me miró como un niño pequeño — Seguimos siendo amigos, así que cuéntamelo, niño — le dije concentrando mi atención en él.

— Me conoces demasiado — dijo él riendo — Te lo contaré. No se si lo haces porque te importo o por cotillear

— Ambas cosas, ahora dispara — le dije riendo.

— Pues no estamos bien últimamente, discutimos por todo, nos llevamos la contraria en todo... — suspiró — Creo que ya no la quiero y que estoy perdiendo el tiempo con ella — me miró — ¿Qué opinas?

— Bueno... si dices que ya no la quieres lo mejor es que lo dejéis — dije sin rodeos — Lo mejor que puedes hacer cuando ya no quieres a tu pareja es dejarla, te quitas de muchas movidas. Te lo aseguro — le dije bebiendo de mi copa terminando su contenido.

— ¿Tu crees? — yo asentí — Bueno pues gracias por el consejo, amiga — me dijo sonríendome — Escucha, Sofía — llamó mi atención — No quiero más tensión entre tú y yo ¿vale? — se sinceró.

— ¿Tensión? — pregunté algo confusa.

— Sí, tensión. Lo que pasó pasó pero hay que dejarlo en el pasado, quiero que volvamos a ser amigos, sin rencores — me dijo sonríendome.

— Me encantaría, Sergio, de verdad. Pero no voy a poder actuar normal de un día para otro. Nunca te he olvidado, en cambio tu a mi sí — le dije. Cosa que no debería haber dicho.

— Yo nunca te olvidé, Sofía — me dijo suspirando.

— Claro, por eso no has sido capaz de reconocerme el primer día que nos vimos — dije con una sonrisa de rabia.

— Eso... — le corté.

— Por eso no has sido capaz ni de seguirme en Instagram, solo fuiste capaz cuando Dani me siguió y se hizo una foto conmigo. No ha sido capaz de llamarme un sólo día, de un mensaje ni una mísera carta para saber que no te habías olvidado de mí, para saber que no te había perdido — en ese momento mis lágrimas avisaban de su salida.

— Lo sé y lo siento, pero tú también podrías haberme mandado un mensaje o algo — dijo él rebatiéndome.

Odio eso.

— Tenía esperanzas de que tú lo hicieras — le dije con unas lágrimas rebeldes por mis mejillas apenas notables.

— ¿Por qué? Siempre has sido muy orgullosa, pero ¿por qué nunca me llamaste? — preguntó él ya alterado y enfadado.

— Porque me gustabas — le solté de golpe — Me gustabas mucho, Sergio. Quería que tú me llamases a mí para sentir que no estaba alucinando y que tu también me querías — sequé mis lágrimas — Pero no te preocupes que ya me da exactamente igual, no quiero tener nada más que ver en tu vida. Ya he visto lo mucho que te importa tu mejor amiga — me levanté del asiento y me fui por la puerta.

No quería tener nada más que ver con él.

¡hola!

Hoy es el cumpleaños de Sergio, se hace mayor mi niño. 😭❤

Un beso muy fuerte 🌷✨

- Sof ⚡