Mejores Amigos. Sergio Ramos

c u a t r o (❤)

Capítulo 4

Llegué a mi casa y cerré la puerta.

— ¿Cariño, eres tú? —preguntó mi madre desde la cocina.

— No, mamá. Soy un ladrón con llaves de casa. —le dije en tono sarcástico.

Subí a mi habitación y me cambié de ropa. Ya llevaba dos días con lo mismo.

Llevaba mi pijama del Real Madrid, mi favorito. Me senté en la cama y me puse a pensar.

¿Qué tendría que hablar Sergio con sus padres? Llevo preguntándomelo todo el camino hacia mi casa.

Y hablando de Sergio, cada vez que pienso en los momentos juntos, en lo bien que lo pasamos juntos, las risas, los enfados por tonterías... todo.

Cada momento que pasamos juntos son los mejores. No se por qué, quizá por esa razón es mi mejor amigo.

Pero creo que desde hace tiempo es distinto, somos los mejores amigos, si, pero no como antes.

Ahora pensamos más en bueno, en los chicos y las chicas.
Y bueno, él no esta nada mal. Nada pero que nada mal.

Pero ya no es solo el físico. También la forma en que nos tratamos...todo ha cambiado.
¿Qué estoy diciendo? A mi no me puede gustar, simplemente no puede ser.
No puedo enamorarme de mi mejor amigo. ¡NO! Sería algo muy raro, yo le considero como un hermano... y no me puede gustar mi hermano.

Dejé de pensar en ese estúpido pensamiento y recogí mi habitación. Sin darme cuenta ya eran las 21:00 así que bajé a cenar.

— ¿Y papá? —le pregunté a mi madre mientras cenábamos.

— Viene mañana por la tarde. —me dijo.

Mi padre era empresario, y siempre estaba de acá para allá.
Unos días estaba, otros no. Un día estaba en Alemania y al día siguiente en Nueva York.

Nunca pasaba más de 1 semana en el mismo sitio, ni siquiera en su casa. Lo tenía ya más que asumido, así que no le di mucha importancia.

Hablé con mi madre durante la cena de todo lo que me había pasado. Dudaba si contarle lo de Sergio, y opté por no decírselo. Era una tontería.

Cuando terminé me despedí de mi madre y me fui a mi habitación.
Me tumbé en la cama con la esperanza de poder coger el sueño pero un mensaje me alertó.

Cogí mi teléfono y entré en Messenger.

Messenger

Sergio

Hola Soff

Sofia 

Hola Ramos

Sergio

Tengo que hablar cntigo

Sofia

Okey, cuando?

Sergio

Ya, ahora mismo

Sofia

Ya? Pero no puedo salir de casa

Sergio

Sal x la ventana, no esta tan alto

Sofia

Okey, lo hago por ti

Sergio

Nos vemos en 20 min en el banco de al lado del parque de siempre  ok?

Sofia

Okey, ahora nos vemos

Cerré Messenger y bloqueé el móvil. Me levanté de la cama y me puse unos vaqueros oscuros, unas converse negras y una sudadera negra.

Puse unos almohadones bajo las sábanas para que pareciese que estaba durmiendo. Si mi madre me pilla me la he cargado.

Apagué las luces y abrí la ventana. Debajo de mi ventana había un saliente que era el techo de la terraza de la cocina. Así que salté y me quedé ahí arriba.

Descendí por la pared de la terraza y llegué al suelo.

Todo estaba oscuro y daba algo de miedo. Pero lo hice por Sergio. Me debe unas cuantas ya.

Caminé por la calle oscura y solitaria. Llegué al banco y vi a Sergio sentado con una sudadera negra igual que yo.

Me acerqué y me senté.

— Y bien, ¿que querías decirme?  le pregunté yendo al grano.