CAPÍTULO 41

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Camila despertó al sentir quejidos y lloriqueos. Abrió los ojos y vio a su pequeño de dos meses, sobre la cama, del lado de Lauren moviendo sus piernas, sus brazos y haciendo ruidos con su boca. Tenía el chupete caído al costado de su cabeza y el gorro saliéndose.


Suspiró al saber que Lauren la dejó dormida otra vez.


Cada vez que su esposa se iba a la empresa, por la mañana temprano, la dejaba dormir hasta tarde. No es que le molestara, pero prefería despertar con Lauren y estar con ella antes de que se fuera.



-¿Tienes hambre, cariño? -Preguntó acercando a Mike hacia ella. El niño se desesperó al escuchar la voz de su madre y Camila rió. -Ven aquí. - Se apoyó en un codo sobre el colchón y no hizo más que mirar a su pequeño mientras tomaba su leche.



Camila estaba enamorada de Mike. El niño era lo más hermoso que le pasó, junto a Lauren. Amaba, la hacia feliz despertar cada mañana y ver a su hijo, tener que cambiarlo, vestirlo, bañarlo, cargarlo simplemente, todo lo que implicaba a Mike la hacia feliz. Muchísimo más cuando también estaba Lauren, cada vez que la veía con su pequeño en brazos, cada vez que Mike en la noche lloraba y Lauren se despertaba y en vez de hacerlo dormir se lo traía a la cama donde se abrazaba a él, le susurraba cosas, Camila fingiendo estar dormida para escucharla, para sentir como Mike se movía sobre la cama haciendo ruidos con su boca, como si quisiera responder a lo que Lauren le decía, cada vez que Lauren sonreía porque Mike le sonreía a ella o cuando Lauren se quedaba a su lado mientras el niño tomaba de su pecho y simplemente lo admiraba en silencio, le hablaba, le susurraba, lo acariciaba, pero estaba ahí, Lauren siempre estaba ahí.



-¿Estas lleno? -Habló con una sonrisa al ver a Mike con un poco de leche cayendo por la comisura de sus labios. El pequeño bostezó apretando sus ojitos, sus manitos se cerraron en puños logrando que Camila muriera de amor por dentro. Lo acostó sobre el colchón para que descansara mejor, no lo dejó hasta asegurarse de besar muchas veces su mejilla.



Su celular sonó y se apuró en atender al ver el nombre el la pantalla.



-Buen día, princesa. -Escuchó la voz de Lauren y sonrió estúpidamente. -¿Cómo estas?



-Muy bien, ¿tu? - Le dio una mirada a Mike que estaba durmiéndose de a poco.



-Estoy triste, los extraño. -Camila se rió. -No te rías. Me había acostumbrado tanto a estar todo el tiempo con ustedes. -Suspiró.



-Vuelves en al medio día, ¿no?



-Ajá. ¿Por?



-Curiosidad... -Murmuró.



-Conozco ese tono de voz, señorita Cabello. ¿En que piensa? -La morena se rió.



-En nada, en nada. -Escuchó como una puerta se cerró y lo más probable era que Lauren tenía visitas. -¿Estas sola?



-No, ha llegado Lucy. ¿Mike?



-Aquí. Acaba de dormirse. Tiene la boca abierta. Se parece a ti, sólo le falta roncar y ya.



-¡Hey! Yo no ronco. - Se quejó Lauren.



-Claro que si.



-Cuando llegue tu y yo vamos a tener una charla. -Camila soltó una carcajada, luego cubriéndose la boca al ver que Mike había dado un pequeño respingo al repentino ruido, pero no despertó.



-No creo que hablemos mucho, Jauregui. Tengo cosas que hacer. Adiós.



-No te atrevas a cort...

When life hits you {Camren}Where stories live. Discover now