CAPÍTULO 42

12.5K 715 77
                                    

*LAUREN POV*

Desperté gracias a los codazos que sentía. Abrí los ojos suspirando y estirándome un poco.

-Tu hijo, Lauren. –Escuché la voz de Camila a mi lado y luego el llanto de Mike desde su habitación.

Mi esposa se giró sobre el colchón quedando boca abajo y volviéndose a dormir de inmediato. La cubrí mejor con las mantas y salí de nuestra habitación para ir a la de Mike.

El pequeño estaba lloriqueando sin parar. Cuando lloraba solía hacer pucheros todo el tiempo mientras apretaba sus ojitos. Sonriendo lo tomé entre mis brazos. Ya se me había quitado el sueño, es que el sólo verlo me quitaba las ganas de todo menos de fijarme en él.

Lo mecí despacio mientras le daba su chupete y cuando lo tomó entre sus labios dejó de lloriquear para quedarse viéndome con el ceño fruncido.

-Me recuerdas a mi enojada. Solía estarlo antes… Todo el tiempo. Aún más cuando conocí a mamá, ¿sabes? Me molestaba que no dejara de perseguirme. Ahora soy yo quien anda detrás suyo todo el tiempo. –Le conté en susurros tomando su pequeña manito entre mis dedos. Acerqué mis labios a su mejilla derecha, era la única que tenia a la vista, porque revolviéndose entre mis brazos terminó escondiendo su rostro en mi pecho. –Descansa, mi amor.

Lo dejé en su cuna con cuidado. Le di caricias en su rostro con mis dedos mientras lo veía dormir por algunos minutos más antes de volver a mi cama. En algunas horas debía despertarme otra vez para ir a la empresa.

(…)

Una vez que me aseguré de dejar a Mike con Camila en la cama me quedé viéndolos un momento, eran lo más hermoso que podían ver mis ojos.
Mike estaba contra Camila de espaldas mientras que mi esposa lo rodeaba con un brazo protectoramente. No pude evitar sacarles una foto con mi teléfono, sonreí viéndola y la puse de fondo de pantalla.

Me despedí con un beso para ambos y me hice camino a la empresa. En diez minutos estuve  en el piso de mi oficina.

-Buenos días, Bea. –Mi secretaria sonrió.

-Buenos días, Lauren. En su oficina esta la señorita Verónica. –Fruncí el ceño.

-Bien. Gracias. No me pases llamadas al menos que sea Camila. –Asintió. –¿Lucy ya llegó?

-No, ella no ha llegado. –Asentí.

Entré a mi oficina, me sentía mal, tenía la sensación de que algo estaba pasando. Y estaba en lo cierto cuando entré y vi a Vero llorando.

-¿Qué pasa? –Pregunté yendo hasta ella. Se abrazó a mi fuertemente y la sostuve un momento, pero luego la alejé. Yo estaba enojada con ella. Pero era mi amiga y tenía que estar a su lado, así como estuvo conmigo cuando la necesité. –Dime que pasa. ¿Por qué Lucy no está aquí y por qué estas llorando? ¿Qué hiciste?

-Se… Se fue. Me vio con otra en la cama y se fue, Lauren. Yo no… no quería, pero ella no me escuchó y… y se fue. No se donde está. –Di algunos pasos alejándome de ella.

-Eres una imbécil, Verónica. Ella lo sabía. Si ibas a mentirle hubieses procurado que no se diera cuenta para no lastimarla. ¿En qué mierda pensabas? –Hablé calmada, pero estaba enojada.

-Lo siento…

-¿Qué sientes, estúpida? La perdiste, ¿Te das cuenta? ¿Acaso no era suficiente para ti? –Le di un empujón que la hizo retroceder algunos pasos.

-Lo era, pero… pero no se que hice. Yo no quería, iba a terminar con eso, pero… pero fue tarde. Lo siento, Lauren. –Negué pasándome una mano por el cabello.

When life hits you {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora