«SEGURAMENTE YA DEBE HABER OLVIDADO EL ASUNTO DE LA ROSA»

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  El golpeteo de la puerta hace que proteste un poco, ya que la había cerrado con llave, pero se niega a despertar. Se estira sobre la cama y sonríe con los ojos cerrados. Sólo podía pensar en Justin regalándole una rosa, en Justin sonriéndole. No quería que nada la alejara de ese recuerdo.

Pero el griterío al otro lado de la puerta era más fuerte.

— ¡__________!

—Bea —protesta la chica—. No.

—Sal de la cama. Son las siete.

—Sí, sí. A las siete es cuando mejor se duerme.

Bea suelta una carcajada.

—Arriba, tortuga vieja.

—Váyanse ustedes —se acurruca entre las sábanas—. Yo me quedo aquí, calientita.

Hubo silencio al otro lado de la habitación, así que supuso que había ganado. Se cubre con la sábana hasta la nariz y vuelve a sus esfuerzos por dormir.

Sin embargo la puerta de su habitación termina por abrirse.

—Arriba, arriba, ya.

La chica se quita las sábanas del rostro y observa a su hermana.

—Bea, estoy cansada. Nos acostamos tardísimo.

—Sí, lo sé. Todos nos despertamos, menos tú. Así que arriba. Incluso te lo haré sencillo. Tú ocúpate por despertarte y yo te buscaré la ropa.

La chica se frota los ojos.

—Tienen que dejar de hacer eso.

—Bla, bla, bla.

Bea desaparece en el interior del enorme armario. La chica se estira en la cama mientras aparta las sábanas calientes y acogedoras de ella. Dormir era su mejor alternativa ahora.

Solo hasta que mira hacia la izquierda.

En un florero rosado y pequeño descansaba la rosa que le había regalado Justin, la que ella había rechazado y la que él había vuelto a ofrecerle. En la puerta de su casa, diciéndole que era bonita.

Una sonrisa se dibuja automáticamente en su rostro, lo que era extraño. No había grandes motivos para estar tan contenta. Le había dado la rosa, sí, pero también le había recalcado cuanto la detestaba. Seguramente ya debe haber olvidado el asunto de la rosa. En estos momentos Justin debe odiar de nuevo a las Douze. Desanimada, observa a su hermana traer su ropa.

—Un vestido negro, nena, con mayas y botines.

— ¿Otra vez ropa negra?

—Ya te explicamos por qué, no te quejes. Ve a bañarte. Te esperamos para desayunar.

Con pesadez, la chica camina lentamente hacia el baño. Llegar a la escuela comenzaba a molestarla, sobre todo porque el Justin lindo de anoche ya no regresaría. 


Este capitulo es algo corto, pero espero que les guste!

Por favor, espero sus estrellitas y comentarios :( gracias por leer.

Linduras, solo quiero contar que hace mucho tiempo que tengo guardado los capítulos en la computadora y esperaban ansiosos ser subidos para que lo puedan gozar ustedes. Esto significa mucho para mi. Realmente no son muchos los lectores y me alegraria mucho, que si les gusta esta novela lo compartan para sumar nuevos sexys lectores.

Cualquier cosa me escriben en el privado.

Los quiero, mas besitos jajja


P.D: Lamento que en estos nuevos capítulos no tengan la imagen correspondiente, las tengo y están muy lindas, pero no puedo agregarlas ahora por problemas técnicos. Espero que entiendan :)


Tenia Que Ser Una De Las Doce [Justin Bieber&Tn]Where stories live. Discover now