《D I E Z》

2.9K 363 111
                                    

La puerta del salón de clases se abrió de un tirón, haciendo que todos los presentes fijen su mirada en el pequeño responsable de aquel escándalo. Sin importarle, Nagisa se dirigió hacia el asiento de su novio, que estaba hablando con la chica trenzada en esos momentos.

—Karma.— tomó la manga del pelirrojo para llamar su atención.

—¿Eh? ¿Qué ocurre, Nagisa?

—¿Quiéres venir a mi casa hoy?— Preguntó con una dulce sonrisa en su rostro.

—¿Por qué me preguntas eso tan de repente?—Preguntó confundido.

—Solo... pensé que podríamos...—Un dedo del menor pasó por la mejilla de Akabane, en un intento de ser coqueto.—... pasar el rato.

Tanto Karma como Manami, que estaba junto al pelirrojo, estaban algo confundidos con la respuesta de Shiota.

—Uh...Claro.

—Jeje~ G-Genial. —El rubor que invadió los pómulos de Shiota se hizo más notorio.

Unas manos hicieron peso contra los hombros de Nagisa, y apenas se estabilizó un poco, giró para ver de quién se trataba.

—Na...Nakamura-san.

—¿De qué estaban hablando los tortolitos? —La picardía que desprendían esas palabras eran imposibles de ignorar.

—¡N-No, nada!— Se dirigió a su asiento, mas la rubia lo siguió.

—Jeje~ Así que... Karma-kun irá a tu casa ¿Eh?—Rio hizo un acercamiento al oído de Nagisa y susurró.—Relaja la pelvis.

—¡NAKAMURA-SAN!— Le dio un pequeño empujón y se sentó. Ocultando un ligero rubor por la vergüenza. Al fin de cuentas, había dado en el clavo.

...

Nagisa abrió la puerta de su departamento y entró seguido por Akabane.

—¿Y bien? ¿Qué quieres hacer?—Preguntó el pelirrojo.

—Va-Vamos a mi cuarto... —Dijo tímido el menor.

—¿Qué? Uh... —Nagisa lo tomó del brazo y lo arrastró hacía la habitación.

Una vez entraron, el más alto sintió la puerta cerrarse. Giró y vió a un Nagisa sonrojado hasta las orejas, que se iba acercando poco a poco.

—Nagi...—Las palabras de Akabane fueron interrumpidas por los labios del más bajito, que habían atacado brusca y desesperadamente los suyos.

—«No estoy listo, pero no quiero que me deje». —Se repetía miles de veces Shiota.

El beso se fue volviendo cada vez más intenso y comprometedor, hasta que sintieron la excesiva falta de aire y se vieron obligados a separarse por un momento.

—Nagisa. ¿Qué es lo que...?

—Estoy listo. —Se aferró a la camisa de su novio, escondiendo su rostro.

—¿Eh?

—Dijiste que esperarías a que me sienta cómodo, y ya estoy listo. Quiero hacerlo.

Después de procesar un poco las palabras del de cabellos celestes, Akabane sonrió y le abrazó por los hombros. Se separó unos centímetros para poder besar los labios del contrario. El ósculo se fue volviendo cada vez más y más intenso, igual que el anterior, pero éste llegó a otro nivel. A medida que se besaban, iban avanzando hasta llegar a la cama del mayor. Nagisa se recostó en la cama y el pelirrojo se posicionó encima de él.

—Tendré cuidado, ¿Sí?— dijo de una forma que lo hizo sonar tan sincero, que Nagisa le creyó al instante. 

—Mhm... —La única respuesta por parte de Nagisa fue un leve asentimiento con la cabeza.

Y todo siguió con su curso. De esta forma, a Karma ya no se le pasaría por la cabeza dejar a Nagisa.

Al menos, eso espera él.

[Editado el 16/01/2018]

R E V E N G E ||Karmagisa|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora