Zack, ¿Tú me quieres?

Capítulo 26.

Abrí los ojos y noté un sudor frío que recorría mi frente.

Miré al techo azul cielo de mi habitación y fruncí el ceño al no ver ninguna pintada.

Me había dormido con la ropa puesta, incluso con los zapatos.

En la cocina se escuchaba ajetreo, mamá estaría haciendo mil huevos para todos.

Algo se sentía dentro de mi pecho, pero no estaba segura de qué era.

-Mierda de instituto- siseé y busqué mi mochila confusa.

Bajé las escaleras - Mamá, ¿has visto mi mochila?

-Sí, el gato la arrastró al barro del jardín y luego se la comió - enarqué las cejas y ella me miró rara - Vamos, vamos, a desayunar.

Me senté y vi a mi hermano al lado, que me robó parte del desayuno y se bebió mi vaso de leche - ¡Ey! , algún día cuando vaya a la universidad te robaré toda la comida- asentí y él tragó pesado, no le di oportunidad de hablar porque vi como mi hermana pequeña bajaba con el gato feo aprisionándole entre sus brazos .

-¡Buen día!- comentó dejando al gato encima de la mesa.

Le acaricié la cabeza y bufó - ¿Por qué me odia tanto?

-Porque le llamas gato feo- comentó Daphne dándole un trocito de salchicha.

Rodeé los ojos - ¿Sabéis? ¡He tenido un sueño super raro! Salíais vosotros, y yo, y Zack y yo, el del instituto nos mandábamos cartas - me reí- ¿Os imagináis? ,¿Cómo podría ser yo amiga de Zack?- a mi madre se la cayó la sarten - ¡Y luego íbamos a la misma universidad y él salía con Sidney y yo con un chico ciego muy guapo! - negué riéndome mientras comía una galleta - ¡Además de eso tuvimos un accidente de moto, Zack murió y me internasteis en un psiquiatra! - negué de nuevo - ¿Cuanto tiempo llevo durmiendo? Siento que ha sido el sueño más largo de mi vida - mi madre me miró seria y yo giré la cabeza confundida - ¿Cuándo voy al instituto?

-Valentina, cariño... eso ha sucedido de verdad- mi boca se abrió de par en par y parte de lo que estaba masticando cayó encima del plato.

Ese sueño se había sentido real.

Se había sentido muy real.

Tanto que era real.

Entonces recordé.

Me habían tenido interna sedándome día tras día por intentar ir al cementerio.

Mi vista se nubló y arrastré la silla para subirme a la mesa, saltar a la encimera y salir por la ventana.

Yo tenía que ir al cementerio.

Mi hermano se levantó rápido averiguando mis intenciones y yo me metí en el garaje para sacar el coche lo más rápido que pude.

Mi hermano golpeó los cristales y yo aceleré mientras mi madre salía y ambos corrían detrás del coche.

Agarré el volante con fuerza y conduje al máximo que podía ese cacharro oxidado Volvo .

Cuando llegué al cementerio salí sin preocuparme de coger las llaves y leí lápida por lápida.

Supongo que no me habría casi desmayado si no hubiese visto mi nombre grabado en una de ellas, y al lado el de Zack.

Caí de rodillas y me acerqué para tocar la piedra gris fría.

Me giré al notar sombra y vi a Zack, no era mi Zack, tenía una gran cicatriz que iba desde la mejilla a su cráneo.

Tragué saliva - ¿Nina? - lloriqueó y me levanté rápido para abrazarle - ¿Qué haces aquí?

-Dejarte las converse azules, ¿qué haces aquí?

-¡Dejarte nuestras primeras cartas!

-¡Me dijeron que estabas muerto!

-¡Me dijeron que estabas muerta!

Ambos guardamos silencio -¡He tenido un sueño súper extraño! - comenté.

-Yo también- asintió - Me enviabas notas en el instituto, luego fuimos a la universidad y te echaste novio, tuvimos un accidente de coche y me internaron en un loquero - tragué saliva.

-Ese es mi sueño- susurré - ¿Te han internado en un loquero?

-No lo recuerdo...- miré sus brazos llenos de hematomas debido a las agujas y miré los míos.

-Zack, no es un sueño, tuvimos un accidente , mira tu cara - se llevó una mano despacio hasta toparse con la cicatriz -Mira mi pierna -susurré subiéndome la tela.

Ambos nos echamos a llorar a la vez.

Los padres de Zack aparecieron detrás de él y toda mi familia detrás mía - ¡Me dijisteis que estaba muerto!

-Valentina , yo ... creí que...

-¡Me hicisteis creer que estaba loca y me internasteis en un psiquiatra! , ¡Lo hicisteis, ambos! - miré a las dos familias y Zack se juntó más a mi cuerpo.

-Zack no paraba de llorar- negó su madre.

-¡Yo no paraba de llorar! - golpeé mi pecho - ¡¿Por qué pensé que todo esto era un sueño?!

-Te trajeron drogada y te las semanas que pasaste allí intentaron borrar cosas de tu cabeza- susurró mi madre y yo la miré como si ahora, sí estuviese loca de verdad.

Abrí la boca y me quedé sin decir nada - ¿Qué día es hoy?

-31 de diciembre, tu cumpleaños - susurró alguien y le miré, Jesse.

-¡Ni se te ocurra hablarme!, ¡Ninguno! , ¡ Estoy segura de que la idea ha sido de ella! - señalé a mi madre- ¡Pero el silencio lo habéis mantenido todos! - miré a Jasper, que agachó la cabeza y a Jesse que vi en su expresión como le rompía el corazón.

Miré a Zack, que estaba más confuso que yo.

De un momento se desplomó en el suelo.

Familia.

Vaya palabra de mierda.