¿Esta seguro que usted desea salir de la partida? Presione guardar para no perder su avance.
Guardar.
Michael se acerca a la habitación de Luke y toca suavemente la puerta, esperando a que el rubio le permita ingresar.
-¿Quien es?- pregunta Luke del otro lado.
-Michael.
-¿Quien?
El teñido suspira, reprimiendo sus ganas de tirar la puerta y golpear al rubio justo en el medio de la cara- Gordon.
-Pasa.
Michael pasa y se encuentra con la escena de siempre; Luke escribiendo animadamente, mientras viste un traje, algunas tasas a su alrededor y su cama desarmada. Decide ignorar el desorden—lo cual no es muy fácil, puesto que a penas se puede caminar por el lugar— para concentrarse en lo importante.
-Luke, estaba pensando en que tal vez podríamos hacer algo juntos...- comienza a decir, inseguro sobre cómo terminar la oración.
-¿Cómo qué amor?- responde el ojiazul sin despegar la vista de su computadora.
-Ejercicio.
-No tendré sexo contigo, Michael, sé que eres mi novio pero ahora no puedo, querido, por Dios- responde Luke, causando que un leve sonrojo aparezca en las mejillas del ojiverde.
-No me refería a eso, atrevido.-Michael hace una pausa, en la cual piensa alguna buena excusa para convencer a Luke- Leí que el ejercicio aumenta la capacidad de resistencia y aumenta años de vida.
Luke no parece convencido, así que a Michael continúa, esta vez usando su plan b:- Si haces ejercicio conmigo, te dejo redecorar mi habitación.
A Luke se le iluminan los ojos- ¿En serio? ¿Puedo poner tu cama en animal print de cebra?
-El único animal print que acepto es el de jaguar- aclara Michael, tratando de evitar que su pieza termine luciendo completamente horrible.
-Trato.
Luke se levanta y sonríe, tomando la mano de Michael y llevándolo a la sala de ejercicios.
Cuando llegan, el rubio se cambia a su «Ropa de deportes número uno», haciendo el característico giro del juego. Esta ropa consta de sólo unos pantalones deportivos largos, de color negro, y zapatillas, dejando el torso del rubio libre. Michael sólo se queda observando el cuerpo del chico, aunque no esté marcado, sigue siendo atractivo.
-Tal vez si deberíamos tener sexo- susurra Michael, siendo víctima de sus hormonas.
-¿Dijiste algo?
-Que tal vez deberíamos comenzar con eso- dice nerviosamente el ojiverde mientras señala la cinta de correr y se cambia de ropa.
-Me parece bien.
Ambos se suben y comienzan a ejercitarse. A Michael se le hace muy difícil concentrarse, no sabe si es por el odio que le tiene al ejercicio o el joven que se encuentra a su lado. Posiblemente sea un poco de las dos.
Pero no, Michael se niega a confesarle a alguien que tal vez- recalquemos el «tal vez» - le gusta Luke, sólo un poco.
no tardé cinco años en actualizar vieron.
