'Dᴇsᴇʀᴛᴇᴅ' «BertholdtxLectora»

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Era la única que solamente a él podía mostrarle. Él era el único privilegiado de ver todo ese abatimiento, él que lo comprendía. Sin dudarlo y en cuento su cuerpo hizo contacto contra él. La abrazó, fuerte entre sus brazos, fuertes como su pecho, firmes como su porte; mas decidido que nunca, de fiero mirar mas inquebrantable por las experiencias que debió vivir. Pero tristemente a diferencia de él, ella. Ella no parecía igual de inquebrantable, él lo notó desde que se encontraron, desde que la volvió a ver después de tantos años que ambos estuvieron separados, diferentes misiones, diferentes adolescencias; crueles en ese mundo, desalmadas para un recién salido de la infancia.

—Estoy cansada de anhelar algo más— Soltó. —Cansada de forzar mi lealtad.—Arrastró esas palabras; con pequeños hálitos, pero negándose a mostrar piedad ante sus latentes sentimientos de sufrimiento. —No lo merecemos Bertholdt. Al fin dijo su nombre, después de tanto tiempo que anhelo escucharlo, en esos momentos fue mas abrumador que reconfortante. —Ni siquiera monstruos como nosotros.

Él abrió los ojos de par en par, tal termino. Unicamente usado por los humanos.

Pero antes de soltarla antes de cuestionar esa mentalidad, ella se separó abruptamente de él. Casi empujando lejos pero a diferencia de ese hostil acto, un desconcerté mira lo encaró; ella era incomparable belleza. —Vamos—Pidió; aun indiferente pero tranquila sin emociones negativas en su semblante. —Juntos.—Se inclinó hacia delante; mientras retrocedía poco a poco a la orilla detrás.

Pero él no se movió.—Tú...

—Mentir, se volvió parte de mi.

—No—Él negó con un vehemente mover de cabeza.

—No quiero existir de ese modo. Nadie debería hacerlo.

—¡Ya basta!— Gritó Bertholdt, fue más orden que reproche. Luego una voz seria lo siguió, firme como una continua indicación. —Estoy cansado de oír estupideces, cansado de cargar solo con la obligación de este modo.

—Bertholdt— Murmuró ella con una indiferente expresión, ajena a emociones; pero extrañamente hermosa.

Él recordó, esa era la razón por la cual mirar constantemente a Annie, erróneamente le recordaba, aunque nada similar, a ella. Puesto que era lo mas parecido que había en ese lugar; al que en aquel entonces debían llamar 'hogar'. Bertholdt parpadeó e inconscientemente caminó, ese gesto provocó un jadeo al verla tan cerca de la orilla.

—Vamos—Pidió.

—¿Qué estas haciendo?— Preguntó pero de inmediato repitió. —(Nombre) ¿Qué estas haciendo?

—Vamos—Repitió.

Él negó, incapaz de creer que algo insinuaba, que algo se atrevería a realizar. Pero estaba equivocado.

La mano que fue extendida frente a él, se recorrió hasta aquella femenina faz, que insólitamente contenía rasgos de jovialidad, (Nombre) tocó sus ojos de los cuales involuntarias lágrimas atreves de una rígida expresión brotaron.— No dejes que te consuma— Soltó con suavidad antes de dejarse caer hacia atrás

Bertholdt incrédulo no se movió. No habló, ni emitió sonido alguno. Hasta que de golpe reaccionó —¡(Nombre)!—Gritó.

Jadeó al recordar el constante punzar que sintió en su pecho y manos, que ahora se repetía. Trato de controlarse, de no sucumbir ante esa poderosa sensación de fatiga. Él sabia que era difícil; para Reiner, Ymir... Y para ella. Despegase de algo a lo que debieron aferrarse para evitar fracturase desde el inicio, tuvieron que mentir en todo lo que decían, en lo que hacían. Ellos mismos tenían que creerlo, para después ser capaces de destruirlo y con eso erradicar esa parte de su vida, de su mente.

Probablemente ella, (Nombre). Conoció gente desde su lugar, probablemente ella debió lastimar a alguien y a su vez debió mutilarse mentalmente para afrontar lo que era, lo que siempre fue y volvió a ser.

¿Un Traidor?

No, eso es lo que se ve desde su bando; bajo la perspectiva de quienes no entienden lo que ellos también debieron pasar, de quienes no comprenden que apoyarlos; sería realmente traición. Ese no era su origen. La humanidad; ellos son los que son egotistas, ellos son los que les importa mas la lealtad bajo una vida lamentable, que la verdadera razón por la cual 'todo esto' surge.

Se enderezó, el vapor en su cuerpo; emitió como nunca, una abrasivo calor. Las sangre hirvió sobre sus dañadas prendas, su visión se regeneró, la importancia de su objetivo y de su existencia, lo movió. Listo para lo que seguía, firme en lo que él aceptó y ahora viviría, con ese hueco incomprensible en él, que le había creado la acción mas humana que pudo tener (Nombre) aquella vez.

Traidor, si esa era la palabra por la cual los describían... Ya que su misión era las más cruel de todas.





═❖BONUS❖═

Poco a poco abrió los ojos, mirando el inmenso cielo, vapor emanaba de si, levantó su mano, cuya heridas parecían desvanecerse raudamente. Sus lágrimas mezcladas entre rastros del río fluían.—Tenía que intentarlo— Murmuró solo para si.

Entonces lo notó, un costado de ella estaba 'ese' hombre, quien la observaba, con una burlesca sonrisa en su maduro rostro pero con evidentes rastros de fatiga. Aquel anciano rió, se levantó de la piedra que lo sostenía y comenzó a caminar solo para pasos delante aguardar.

(Nombre) levemente y con dificultad lo imitó, mientras en su faz y su pecho la sangre se evaporaba; dejando resplandecer su desnuda piel evidente en daño pero lo vital intacto; lo siguió.

"Lo olvide, no se me permite morir".

SNK/AOTxLectora «Pack»Where stories live. Discover now