Basado en: A Nightmare on Elm Street/Pesadilla en la calle Elm.
«Nota: Antes de leer debo aclarar que esto es una aberración ¡ARG! haha pero en serio, ¿Han visto las películas de Pesadilla en la calle Elm? Personalmente yo creo que son muy buenas pero para muchos el humor negro y el alto contenido explícito 'R18' los ofende o desagrada. Si no les gustan las cosas de este tipo, es probable que esto no sea para ustedes y por ende recomiendo que no lo lean. Recuerden su nombre y cualidades están aquí, puede llegar a ser incomodo o 'perturbante'. De ser así un abrazo; gracias por leer y tomar en cuenta esta nota, l@s quiero tanto ٩(ˊᗜˋ✿)و »
«Advertencia contiene: Humor negro, terror psicológico, alto contenido R18 que puede ofender.»
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Podía escuchar su respiración, él mismo percibía lo pesada que era, de nuevo en aquella construcción, atrapado dentro de aquel laberinto de tubos y cadenas en plena obra que era estructurado a base de calderas para la movilización del mismo. Todo el lugar emitía un sofocante vapor que penetraba sobre su piel, era tan caliente que solo la brisa que alcanzaba a rozarlo le provocaba ardor. Las máquinas; aquellas de gran proporción, cuyo principal objetivo es mover esos enormes tubos de concreto que suelen ser cimento de algún edificio, generaban un exasperante sonido como si alguien las estuviera operando, pero no era posible. Ya que no parecía que hubiera alguien mas allí.
—¡Hey!— Gritó el varón de cabello negro que se hacia paso entre los puentes de metal que conectaba cada piso, con tan solo un bóxer y descalzo —¿Alguien?— Llamó nuevamente haciendo eco entre el metal de las paredes, su entorno estaba totalmente azul como si la luz del techo fuera de esas que únicamente dejan percibir las cosas blancas como fosforescentes. El ruido aumentaba conforme avanzaba sin rumbo fijo aún si sus pies parecían simular que lo había.
Cada paso era acompañado por un rechinar, hasta que este cesó al detener su cuidadoso andar, ya que en el final del corredor podía verse la figura de alguien; solo ahí, sin moverse, su rostro no era visible ya que la sombra de unos tubos arriba suyo cubría la mayor parte de su figura.
—¿Disculpe?— Preguntó con inquietud exhalando casi todo el oxigeno de sus pulmones.
El extraño no se inmutó, seguía parado dandole la espalda.
—¿Puede decirme donde estoy?— Pidió casi en suplica dado el perturbador panorama.
El extraño levantó su cabeza; pareció escucharlo, sin embargo giró y camino hacia el corredor de su derecha, el cual minutos antes era desconoció para el joven.
—¡Hey!— Gritó este irritado pasando mas allá de la inquietud —¡Oye!— Exigió nuevamente esta vez corriendo hasta el final del pasillo pero una vez ahí, sus ojos se abrieron ligeramente; al comprobar que el camino estaba cerrado sin corredores adicionales para su uso.
