SNK/AOTxLectora «Pack»

Deber «ErenxLectora»

—(Nombre)—Llamó Eren detrás de aquellos radiantes hilos de cabello (color) —Espera (Nombre), Oye— Exclamó atrapando su brazo el cual al instante fue apartado bruscamente de entre sus manos.

Sin razón ni explicación alguna; la joven continuó caminando con aquel visible vaivén de caderas cubiertas por un fino pantalón para montar.

Eren negándose a no obtener siquiera una mirada corrió detrás suyo, sin embargo (Nombre) al notar que este se aproximaba avivó su marcha convirtiendo su seguir en una persecución —¡Espera!— Exigió el moreno sin detenerse.

Al visualizar a su yegua en uno de los postes casi al borde del establo, la mujer disminuyó su velocidad ocasionando que este hiciera lo mismo —¿Que es lo que ocurre?— Cuestionó de inmediato aproximándose a ella casi hasta tocar uno de sus hombros.

Confiada de que el castaño bajó la guardia, la joven corrió repentinamente hasta llegar a donde la majestuosa hembra pasteaba. Agilmente se apoyó con una mano a un costado colocando su pie en el estribo, dio un pequeño impulso y subió, aló las riendas y golpeó ligeramente sobre sus costados avanzando.

—¡Oye!— Gritó el joven sin posibilidad de alcanzarla a pie.

Una vez que comprobó que ya había puesto la suficiente distancia se detuvo.

Se quedo unos segundos apreciando los arboles que cubrían los alrededores de las instalaciones de entrenamiento militar, sabía que ella no pertenecía allí, la única razón de su presencia en aquel sitio descrito por sus amigos de alta alcurnia como "vulgar" era porque su familia como principal fuente de financiamiento tenía cierta y reconocida autoridad dentro del mismo.

Conoció a Eren en una de esas tantas fiestas de adquisición de "Fondos" e incluso cuando las personas a su alrededor soltaban murmullos llenos de desagrado a su atrevida aparición, los sobrenombres que tenían la intención de tacharlo como "monstruo" lejos de reducir su interés, lo aumentó. No solo su reciente "naturaleza" fue lo que lo guió hasta él, toda su vida vio a las personas callarse o reírse por compromiso, sin protestar o tener una opinión diferente a la que se discutía en su entorno, pero él, erigido frente a (Nombre del Chico) que fanfarroneaba acerca de su posición y futuro cargo, el cual reafirmaba sobre su cintura con recelo. Fue silenciado abruptamente por sus firmes palabras, llenas de convicción y vivacidad sin importar que fuese echado o castigado por tal osadía, en ese momento fue tan admirable.

Cuando le confesó que sus palabras fueron admirables sus ojos se encontraron brevemente, hasta que ella sonrió y se retiró sabiendo de antemano que había dejado en él una embelesada mirada.

Siempre tuvo lo que quizo con solo desearlo, pero ese chico de orbes esmeralda la había cautivado y aun cuando quizás era mutuo, a quien engañaba era bastante obvio que era mutuo. Pidió que le permitiesen aprender brevemente el esfuerzo de un "soldado" el cual dada su rigurosa educación concluyo con éxito, sin embargo desde que llegó se dio cuenta de que su atención no era la única en él.

Los constantes revoloteos entre las hembras a su alrededor la irritaban bastante, pese a que él parecía no darse cuenta de tales gestos, para ella era bastante claro. Dos rubias y dos chicas de pelo negro donde una se excusaba bajo la palabra "Familia".

Siempre interrumpían cuando él finalmente parecía intentar decirle algo importante, deducía su importancia porque su reacción siempre culminaba en sorpresa seguido de su verecundo rostro coloreando al rojo vivo y se alejaba balbuceando que debía atender un llamado, que no fue realizado.

Esta vez era el colmó, luego de arribar a los establos con una sonrisa centelleante de emoción, para pedirle que la ayudase a ajustar sus tanques de gas, la mano del muchacho estaba entre las de aquella joven de exóticos rasgos orientales. La cual al observarla detrás suyo sonrío con argucia, si bien eso bastó para que Eren girará, el desagrado por dicha escena provocó que ella escapase al instante.