Capítulo 19: Regreso de la vampira

Start from the beginning
                                    

Ella no se lo esperaba, su cuerpo se tensa, pero aun así no la suelto, estuve tan preocupada... Sus brazos caen sobre mi espalda y me da unas palmaditas, incómoda. Es lo único que obtengo, y sé que es lo único que estará dispuesta a dar, así que me alejo.

Después de todo lo que ha pasado verla bien hace que todas mis preocupaciones queden a un lado.

—Tanto que rogué que no volvieras, maldita chupasangre. —La loba sale de la habitación y cierra la puerta.

—Alguien está de mal genio —digo.

—¿Cuándo no lo está? Esa perra estaba rogando mi muerte, lástima que no se le cumplió su deseo. —Una sonrisa surca su rostro mostrando sus blancos y filosos colmillos.

Observo su rostro, está más pálida de lo normal y hasta podría decir que algo demacrada, el brillo sobrenatural de sus ojos no está.

—Estoy bien —dice antes de que pregunte—, solo necesito alimentarme y estaré mucho mejor.

Alzo mi brazo hasta el nivel de su rostro sin decir una palabra.

—No —dice de manera rotunda.

—La necesitas —insisto.

—No voy a morderte, Dess, y es mi última palabra. —Aleja mi brazo de su rostro, pero sé que desea mi sangre con ferocidad, intenta ocultarlo, pero aun así puedo ver como sus ojos cambian ante la tentación de una sola gota.

Suspiro, no será fácil convencerla. No es que me agrade la idea de ser mordida por un vampiro, pero ella no pensó dos veces en salvar mi vida, y siento que se lo debo.

—Si me muerdes, ¿me convertiré en un vampiro? —digo con algo de terror. Definitivamente no quiero ser un vampiro, la idea de vivir de la sangre de otros hace que se me revuelva el estómago, gracias a Dios aún no he comido, sino ya todo estaría fuera de mi estómago.

Una carcajada rompe la tensión que había crecido entre ambas.

—Claro que no. —Dejo escapar el aire que no sabía que tenía contenido—. Se necesita más que una mordida para convertirse en un vampiro. Y aun así no pienso morderte, ¿entendido?

Abro la boca para quejarme, pero el ruido de pisadas nos sorprende a ambas, la puerta se abre y Anastasia corre hasta caer encima de la vampira, y darle un abrazo y besos en las mejillas.

—Suficiente, estoy segura de que si hubiera muerto ni siquiera se habrían acercado a mi ataúd —dice con disgusto.

La idea de un ataúd me trasporta a mis pesadillas de estar enterrada y huesuda, y el terror recorre mi cuerpo.

—¿Dess? —la voz de Romina suena preocupada. Pero mi atención está fija en ese oscuro y repugnante lugar—. ¿Dess?

—Estoy bien —digo con la respiración acelerada.

—Estas pálida. —Anastasia también está preocupada, por mí. Lo recuerdos de las últimas horas aíslan las perturbadoras imágenes de mí misma.

—Estoy bien, solo fue un recuerdo de una pesadilla —sonrío lo mejor que puedo para tranquilizarlas. Pero Romina no parece muy convencida.

—¿Pasó algo en mi ausencia? —pregunta la vampira.

—Nada fuera de lo normal —dice Anastasia antes de que yo pueda reaccionar. Como si lo que ocurrió hace un par de horas hubiera sido producto de mi imaginación—. Intensificaron la seguridad en la academia, y los grupos salieron como de costumbre.

—Bien —es lo único que dice Romina. Intuyo que se ha dado cuenta de que algo le estamos ocultando. Ella no es tonta, y Anastasia ha hablado de una forma tan apresurada, casi nerviosa, colocando su versión en duda.

Renacer. Luz de Medianoche (libro 1)Where stories live. Discover now