26 de Junio 791 9:20pm

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Faltaba 1 hora para que los androides hicieran su aparición, y la presencia de Kakarotto o de los demás, con el estomago lleno y mi corazón lleno de ansias solo había una cosa que podía ayudarme a pasar el tiempo, y dado que no había dormido desde hacia cerca de 18 hrs. Decidí tomarme una siesta en uno de los árboles del parque. Levite hasta las ramas mas altas, lo ultimo que quería era que alguna sabandija curiosa me molestara.

Estoy seguro de haber soñado algo, pero no logro recordar que fue. Un estruendo lejano y el barullo de la gente me hizo despertar, al momento pude sentir las presencias de Kakarotto, Gohan y Piccoro, notaba también otras presencias mas pequeñas pero no es preste atención. ¿Cuánto tiempo había dormido?, mire al cielo buscando el sol, no estaba seguro pero sabia que eran más de las 11:00, ¡maldición!

Salí disparado a toda mi velocidad haciendo que las hojas del árbol se arrancaran de sus ramas. En un par de minutos sobre volaba por la pequeña isla, un rastro de destrucción me indico que la batalla se había movido de lugar – Seguramente fue idea de Kakarotto – pensé, sabia que ese idiota sentimental no querría que personas inocentes murieran. Busque tanto con la vista y mi ki la ubicación de la pelea, pero ya no estaban cerca, se alejaban rápidamente, debía seguirlos, pero no quería que se dieran cuenta de mi presencia, manteniéndome en anonimato podría observar el desarrollo de la pelea, así podría comprobar la verdadera fuerza de Kakarotto; seguí volando a una menor velocidad, contando con que no pudieran sentir mi presencia mientras estuvieran concentrados en su objetivo.

Pasaron cerca de 10 minutos cuando de repente se detuvieron abruptamente, a la distancia que nos separaba podía ver a dos individuos que descendían con rapidez hacia el suelo de una desolada llanura. Me extrañe por un momento el no poder sentir energía alguna de esos seres, pero después de reflexionarlo me di cuenta que debían ser los androides, tras pensarlo un poco mas deduje que no necesariamente eran entes vivos así que era de esperarse que no tuvieran un ki. Descendí casi hasta rozar el mar y volé hacia tierra firme, si me mantenía fuera de la vista de todos y me limitaba a moverme con mis propias piernas no habría forma de que pudieran encontrarme. Al tocar el suelo me apresure a recorrer las colinas que bordeaban la llanura hasta encontrar un terreno elevado que me proporcionara una vista amplia de todo el campo. Entonces los vi, Kakarotto y los demás estaban de frente a dos sujetos, un anciano y un tipo gordo y palido, ambos vestidos de forma muy estrafalaria. Pero mi atención se centro nuevamente en Kakarotto, se veía agitado y sudando profusamente, ¿que había ocurrido?, ¿a caso había peleado? No, no era posible que eso hubiera pasado, ninguno mostraba heridas o algo que diera a entender lo contrario.

De pronto Kakarotto se trasformo en súper saiyajin y ataco al gordinflón, sin problema estaba barriendo el suelo con el, pero no podía dejar de pensar que algo no andaba bien. Se como pelea Kakarotto, pero en ese momento parecía desesperado por terminar la pelea, sus golpes eran fuertes pero mal colocados.

No paso mucho tiempo antes de que la bola de grasa cayera al suelo, cuando su oponente se dispuso a eliminarlo con su Kame Hame Ha, paso lo inesperado, el androide obeso alzo una mano y absorbió la energía del Kame Hame Ha hasta reducirlo a nada con una sorprendente facilidad dejando a Kakarotto anonadado y jadeante. - ¡Goku, no le lances energía, ellos pueden absorberla! – grito Piccoro desde el suelo. Pense que esa era la razón de su fatiga pero pronto vi que me equivocaba, el androide comenzó a golpear a ese inepto con tanta facilidad que me resultaba difícil creer que era el mismo Kakarotto que había derrotado a Freezer.

En medio del escándalo de la pelea creí a Gohan escuchar decir algo sobre una enfermedad y entonces regreso a mi mente la historia del chiquillo que venia del futuro, Kakarotto estaba enfermo del corazón. Krilin le arrojo una semilla del ermitaño pero evidentemente no sirvió de nada, puesto que ahora era el quien volaba de un lado a otro por los golpes esa chatarra, hasta que quedo tendido en el suelo y perdió su transformación. La hojalata se dejo caer sobre el haciéndolo proferir gritos ahogados de dolor, luego sujeto su cuello, probablemente estaba absorbiendo su energía. De inmediato las demás sabandijas fueron en su ayuda pero fueron detenidas por el androide con aspecto de anciano, Piccoro trato de atacarlo, pero este le atravesó el pecho con rayos que disparo por los ojos; mientras tanto Kakarotto trataba inútilmente de liberarse de su atacante, sus fuerzas cedían lentamente mientras estés le absorbía la energía - ¡Maldita sea Kakarotto! – pensé al tiempo que me apresure a donde se encontraban, todos estaban distraídos por lo que no notaron mi presencia. Patee la sebosa cabeza del androide que tenía sujeto a Kakarotto haciendo que derrapara por el suelo varios metros.

Las Memorias de VegetaWhere stories live. Discover now