Capítulo 5

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El castaño se término de colocar la playera por la cabeza cuando tocaron la puerta de la habitación.

—Adelante —Contesto, la puerta de abrió rápidamente dejando pasar a Namjoon.

—Hola Jinnie.

—Hola Namjoonie.

SeokJin se sentó en la cama estilo indio mientras que el rubio se sentaba igual que el.

—Te vez radiante.

—Digamos que ya no me siento tan solo como antes.

—Cierto, Tae fue a hablar conmigo hoy... Sobre ti...

Jin se dejo caer hacia atrás en las suaves almohadas de su cama mientras dava un largo suspiro.

—Es tal lindo...

—Si, es muy lindo...

—Es tan tierno...

—Si, es muy tierno...

—Es tan hermoso...

—Si es muy hermoso... —Rapmon se mordió el dedo índice luego hablo —Te gusta tanto....

—Me gusta tanto... Espera, ¿Que?...

—Tu lo acabas de decir.

—No... No lo quise decir... Solo que... Yo...

—Tu sonrojo te delata Jin, no lo nieges.

—Bien, a quien engaño. Me gusta, me gusta muchísimo. ¿Sera normal que me guste así?

—Claro que lo es, que no has visto el YoonMin.

—Pero nada... No hay diferencia, al menos, ninguna que yo vea.

Jin se alzo en la cama, estilo exorcista y continuó.

—Crees que yo le guste.

Namjoon entrecerro los ojos con complicidad.

—Claro que le gustas, bobo.

—No lo sé. Que tal si tu le preguntas.

—Lo siento, guapo, pero a mi no me metas en esto.

Jin refunfuñó para luego caer nuevamente en las almohadas.

—Me gustaría ser como todos ustedes, así de liberales, que demuestran sus sentimientos.

—Pero eso te hace especial, ¿no lo has pensado así?

—La gente se aleja de lo extraño.

—No eres extraño, ser diferente no justifica que se elejen ni que tu te alejes.

—Que me recomiendas...

—Que te lanzes, no te estoy diciendo que te lo violes o algo por el estilo. Pero digo que le robes un beso o algo así.

De nuevo Jin se alzó.

—No crees que eso seria algo apresurado.

—Nunca sabrás si no te arriesgas. Bueno, me tengo que ir a dormir, que descanses Hyung.

—Lo mismo digo, hasta mañana.

Cuando Namjoon cerró la puerta se acurrucó rápidamente entre las sabanas de su cama, cerrando los ojos dejó libre todas sus fantasías.

Los labios de Tae eran rosados, su pelo morado, pero contrastaba bien con su rostro. El agua le caía atravez de la mejillas cayendole a la boca atravez de la comisura derecha. Ganas no le faltaban para atacar la suave piel que se descubría a través de la bufanda, Tae tenia las facciones perfectas, curvaturas delineadas, nariz, hasta las cejas de el menor le gustaban.

Tenia unos hombros y unas piernas, simplemente sexys...

SeokJin abrió los ojos debido a que sentía un ardor inmenso entre sus piernas, se toco, y , efectivamente tenia una erección y vaya que tenia una. ¿Que haría?. Definitivamente no podía darse una ducha con agua fría porque, había solo un baño en la casa y seria embarazoso encontrarse a alguien con ese bulto entre sus piernas.

Opto por lo que pensaba era lo menos indicado y vergonzoso que había echo, acariciarse.

El orgasmo actuó en el mas rápido que una pastilla de dormir, no sin antes limpiarse. Se acomodó en su cama, soñando con la fantasía mas relajante que ha podido experimentar, estar entre los brazos de Tae.

De pronto esos seguros brazos lo soltaron, cayendo a la casa en que vivía antes. Su padre apareció de pronto golpeándole la mejilla luego el estomago, pero no era él el que sentía los golpes, sino su madre. La mujer lloraba totalmente ensangrentada en el piso manchando las baldosas. De pronto el hombre cogió un cuchillo y se acerco a paso lento hacia la mujer. Jin grito espantado ante la escena.

—¡¡Jin Hyung!!

Sentía su cuerpo moverse. El hombre le había cortado parte de la mejilla y la pierna a la mujer.

—¡¡Jin Hyung despierte!!

Aterrizó nuevamente en su cama entre los brazos de Tae.

—Que pasa V.

—Hyung estaba soñando, y gritaba muy fuerte, esta sudado y enrojecido. ¿Se encuentra bien Hyung?

—No... No...no...no, no, no... — SeokJin se agitaba inquieto.

—Hyung — Tae tomo la cara de Jin entre sus manos, limpiándole con los dedos las gotas de sudor que caían por la frente de el mayor. — Calmese, por favor. Todo esta bien. Esta aquí, en el departamento, junto conmigo.

Los ojos y la boca de Taehyung sonreían.

—Gracias pequeño.

Jin lo tomó por la cintura y lo abrazó. Tae hizo lo mismo pero por los anchos hombros de su Hyung.

—Lo quiero mucho, no lo olvide.

—También te quiero, Tae.

Al separase un poco, de nuevo sintieron esa chispa que provocaban cuando ambas miradas se juntaban.

...

Las cosas se empezaron a poner cálidas >.<

Mi pequeño príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora