Capítulo 3

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—¿Que? — Respondió el mayor mientras jugaba con el agua de una botella plastica.

—Sabe bailar Vals Hyung.

Jin negó con la cabeza, despeinándose su castaño y liso cabello.

—¿Quiere intentarlo?, dicen que es lento, y relaja. Le ayudaría, creame.

—No es necesario Tae, vete con los demás.

«Ahí esta el problema» pensó el menor. Se levantó para colocarse de rodillas en el piso con sus manos en los muslos delante de Jin, con una sonrisa de total confianza.

—Vamos Hyung, al menos intentelo, ¿si?

SeokJin rodó los ojos.

—Soy pésimo bailando. Déjame solo y vete con los demás Tae, debes estar hambriento. —Había un tono sereno en el timbre de voz de Jin.

El pelimorado le quito la mano que el mayor sostenía en su estomago y lo alzó en el aire, resultaba que Jin para el casi no pesaba nada, a si que acto no le llevo tanto esfuerzo.

—Vamos tómese de mi cintura, haré el papel de mujer.

Se sorprendió al notar que Jin accedió.

» Deme su mano.

El mayor accedió regalándole su mano derecha al menor, Tae entrelazó los dedos y se empezaron a mover al compás de una música que no existía, pero era relajante a los oídos de ambos. Suerte que su Hyung era mas alto, ya que su cabeza calzaba perfectamente con su pecho.

«¿Cuan fácil es Juzgar a una persona sin conocerla?»

Un calor abrumaba el pecho de Tae, un calor que era agradable. Lo sentía como el aleteo de una mariposa en todo su cuerpo, una sensación de cariño que partía desde su cabeza hasta sus pies.

La cabeza de Jin se acomodó cerca de su cuello. Lo había logrado, había conseguido relajar al mayor, ya no era malo, no tenia rastro de maldad, un ser de pura relajación y dulzura. Ciertamente no fallaba ya que las manos de Jin eran suaves y delicadas justo como su personalidad.

—¿Quiere ir a comer Jin Hyung?.

—Claro, vamos Tae.

La tarde paso rápido. Como siempre Jin se fue a su habitación, se ducho, colocó su pijama de Mario, luego a la cama.

Tae despertó esa mañana por el sonido de la lluvia, era relajante, pero lo despertó, y eso fue suficiente para que se enfureciera. Salió de la habitación en dirección al baño.

Salio secándose las manos mientras veía a Jin con un cepillo en su boca, el mayor se veía adorable.

—Buenos días Jin Hyung — Dijo sonriendo.

—Hola Tae. — El mayor le sonrió tímidamente.

—Déjeme ayudarlo ¿si? — Taehyung le dirigió una mirada que a su parecer era tierna.

—¿A que?

—A cepillarse.

—Es una locura, puedo solo.

—Vamos, diga que si, por favor Hyung — TaeTae entrelazo sus dedos.

—Esta bien.

Tae se acercó al mayor, colocó una mano en la nuca de este y la otra en el cepillo, comenzó con las muelas de arriba. Mientras le cepillaba, no podía dejar de notar la perfecta dentadura de su Hyung.

—Listo — Le sonrió.

—Muchas gracias, aunque era innecesario.

—No se preocupe Hyung.

Taehyung siguió su camino, hasta que una idea se le cruzo por la mente.

—Hyung —Jin volteo a verle. — Como hoy es nuestro día libre, pensaba si quizá le gustaría salir conmigo... A comer... Digo... Solo si lo desea.

—Claro.

Tae se sorprendió, pero igualmente le sonrió.

Corrió a su habitación. Buscando en su closet se mordía el labio tratando de encontrar lo indicado, algo abrigador pero hermoso y sexy. Se decidió por unos vaqueros negros una playera, una chaqueta de cuero una bufanda junto a unos guantes rojos.

—¿Esta listo Jin Hyung? —Preguntó ya duchado y vestido.

—Por supuesto. Vamos.

Mi pequeño príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora